El número que intenta llamar… Sin dejar que esa maldita grabación terminara con lo que sabía iba a decir, Cyrus gruñó con molestia y apartó el teléfono de su oído. —Maldición —espetó, observando el ceño profundamente fruncido su teléfono celular, el cual no le permitía contactar con su hermano Cedric, ni nadie. Soltando un profundo suspiro, dejó la terraza, a la cual había salido en busca de una mejor señal, y entró en su habitación, cerrando la puerta con algo más de fuerza de la necesaria. —Wow, ¿qué te hizo esa pobre puerta para tratarla así? —exclamó Rubí, dejando de observar a través de los ventanales para mirarle. —Nada —espetó, cruzando la habitación con pasos marcados. —Por supuesto, nada —bufó—. Es por eso por lo que estás maltratando al pobre piso, ¿no? ¿O crees que con tus