Adorables y jodidamente sexys. Aunque no quisiera, su mente parecía estar atrapada en el recuerdo de aquello delgados labios pequeños y de un tono inusualmente rojo que se habían entreabierto luciendo condenadamente tentadores cuando Cyrus le entregó el collar. Si era sincero, Cyrus todavía ni siquiera sabía por qué había comprado aquel collar, pero al contemplar a Rubí apreciarlo y luego observar disimuladamente su tobillo izquierdo, comparando ambos, simplemente no había podido resistir ni ignorar el impulso dentro de él que lo obligó a comprarlo en la primera oportunidad que tuvo, sin que el chico lindo se diera cuenta de ello. Mientras más tiempo pasaba con él, más le preocupaba aquellos sentimientos que el hermoso chico despertaba dentro de él, podía reconocer fácilmente la lujuria