Daniel viene de viaje con los ánimos por el suelo. El tratamiento que inicio unos días atrás solo le dan respuestas dentro de tres meses. Y esto lo tiene en un estado de estrés y de muy mal genio. Su meta original al llegar al rancho Buenavista es hacer cuanto más daño a los Hampton, pero con lo que no conto fue que esa mujercita le impactara tanto. Ella le gusta, pero no para tenerla siempre como su esposa, aunque siempre llega a la conclusión que quiere verla con el vientre abultado por su semilla dentro de ella. Suspira dejando salir toda aquella decepción. —Eres un imbécil— exclama molesto consigo mismo. La chica tiene el don de ponerlo a mil, ya sea de emociones o de la misma lujuria y pensar que aún no le ha puesto un dedo encima. Aunque de solo imaginarla debajo de él y