El dolor en micuerpo duró menos de un minuto, pero se sintió una eternidad. La transformación era dolorosa y nadie me lo dijo, debí suponerlo al saber que me convertiría en lobo gigantesco. Akira mostró su hermoso y resplandeciente pelaje blanco, todos quedaron en silencio un instante cuando ella se paró en sus cuatro patas, se sentía extraño ser un espectador en el interior, ver la expresión de todos y escuchar sus murmullos ‘Es una loba blanca’ ‘La loba blanca regreso’ ‘La loba de la luz’ ‘Es demasiado grande’ No tengo idea de lo que significa las palabras que se escuchan porque no importa cuanto susurren mis sentidos parecen haberse intensificado, Akira les dio atención, se giró directo hacía Andrew, se inclinó sobre sus patas delanteras para recibir su rango. Andrew estaba estático