Prefacío
Los hombres lobo han existido por muchos años viviendo en manadas en el espeso bosque, algunos tienen el privilegio de salir a las grandes ciudades después de tener un gran entrenamiento y control sobre sus instintos animales. Sin embargo, la mayoría vive en los pueblos que para las personas son como cualquier otro, pero en la noche se escucha el aullido de los lobos y el golpeteo de sus patas contra el suelo adentrándose a su libertad.
Para mantener el equilibrio una antigua leyenda de los nativos americanos habla sobre un lobo blanco y un lobo n***o.
El lobo n***o es aquel que tiene el don de la oscuridad, maneja las sombras y el poder oscuro. Algunos relatos lo catalogan como un ser maligno que proyecta sentimientos de envidia, irá y orgullo sin límite corrompiendo a todo aquel lobo que sea su seguidor.
El lobo blanco es aquel que tiene el don de la luz, maneja la claridad y el poder del resplandor, todo lo contrario al lobo n***o cuentan los relatos que es un ser bueno que proyecta sentimientos de bondad, amor y empatía llenando de paz a todos los lobos que estén a su alrededor.
Sin embargo, nadie ha vivido lo suficiente para comprobarlo, a pesar de ser una completa mentira debido a que el lobo n***o tiene astucia, agilidad y estrategía provenientes de su mismo poder, mientras el lobo blanco tiene una mirada limpia y sensata actuando en el momento justo como su poder lo indica.
La realidad es que ambos se necesitan y aunque en ocasiones luchan. Cada lobo tiene cualidades y el propósito de mantener el equilibrio en su especie.
Con el tiempo, las batallas, los cambios y la distancia la leyenda del lobo blanco y n***o se fueron quedando en el pasado, nadie más volvio a hablar de esto. Sin embargo, ellos continuaron apareciendo vida tras vida, reencarnando en el próximo cuerpo compartiendo tiempo con su compañera alma, esperando el momento indicado en que serían llamados para su nuevo propósito…