Escuché sus pasos que se alejaron y logré respirar, salí de esa casa por la parte de atrás y me fui a la cabaña con la mente hecha un nudo, en cuanto restablecí la conexión con Akira y logró ver todo lo que había escuchado comenzamos a discutir.
–Debiste preguntar, no es lo que crees que oíste, nuestro Alfa nos protegerá.
–Te protegerá a ti, si yo muero tú vendrás en otro cuerpo –exclamé –. Y para ellos será mucho mejor porque tendrás sus costumbres.
–Estas exagerando, debemos aclararlo con ellos.
–¡No! Van a matarme.
–No pueden matarte, eres de su manada, somos familia.
–No quiero pelear con nadie, Akira.
Cerré la conexión con ella, solo me estaba confundiendo más y podía llamar al Alfa en cualquier momento, ella era leal a su Alfa, confiaba en él ciegamente, no podía confiar en na
