Salí a un costado de la entrada esperando mi llamado, es la última pelea, parece que está vez un tipo bastante fuerte llamado Maximus ha querido pelear contra mí, Omar mencionó algo sobre que no ha perdido ninguna pelea hasta ahora, él intentó impedir durante varias semanas que peleará contra mí, pero que finalmente después de tanta presión no pudo evitarlo, confía en mí y en que si siento que ya no puedo más, en realidad casi me suplicó que me rinda aunque sea muy testaruda, por supuesto que Omar no sabe que Akira puede enviarme algo de su fuerza durante la pelea y eso supera la fuerza promedio de un ser humano.
Maximus fue llamado primero, es un hombre alto y peludo, lleno de músculos, se paseó por todo el lugar levantando sus manos como todo un imbécil asegurando su victoria, si hubiera sido mi yo de antes saldría corriendo ahora mismo, pero hoy he cambiado lo suficiente y solo quiero patearle el culo.
–Maximus nos ha confesado que ha pedido está pelea desde hace tiempo, pues su contrincante no ha perdido ninguna pelea desde hace tiempo y se ha ganado al público, hoy sabremos quien es el más fuerte… con ustedes…¡Mads!
Caminé por el lugar con la bata encima escuchando los gritos de las personas que están alrededor, antes de subir me quité la bata y caminé al frente de Maximus, es demasiado alto apenas le llegó cerca del pecho, todo el público se quedó en silencio al ver la inmensa diferencia de ambos, de pronto Maximus soltó una carcajada que me hizo cerrar los ojos cuando el sonido retumbó en mis oídos.
–Eres una niñita –logró decir después de varios intentos –. Olvídalo, no voy a golpear a una niña.
Se dio la vuelta y está vez fui yo quien alzó la voz entre todas las risas y murmullos.
–Entonces eres el perdedor.
Eso lo hizo detenerse y darse la vuelta con un gesto más serio.
Parece que a alguien no le gusta perder.
–¿Qué dijiste?
–Si te retiras ahora, eres el perdedor –repetí firme sin mover un solo músculo de mi lugar.
–¿Acaso quieres morir niñita?
Maximus comenzó a caminar de regreso frente a mí, tuve que levantar mi cabeza para poder verlo, aunque su tamaño era impresionante, Akira no parecía ni siquiera intimidarse en lo más mínimo ante su presencia, eso quiere decir que no representa ningún tipo de amenaza y podemos derrotarlo en cuestión de segundos.
–Solo digo lo que pasará –exclamé –. Yo sigo aquí y estoy dispuesta a tener una pelea justa como las anteriores.
Levantó su mirada hacía el público al frente, todos los lugares están llenos y parece que las apuestas se han duplicado por supuesto a favor de Maximus en cuanto me vieron, por suerte le he pedido a Hope que apueste mucho dinero a mi favor está noche, como lo hemos hecho cada viernes.
–Tú te lo buscaste niña –murmuró cerca de mí y luego alzó la voz hacía los demás –. ¿Quieren un espectáculo?
Se escuchó una afirmación de todo el público.
–¡Pues lo van a tener!
Dicho eso el réferi se acercó a decirnos las reglas sobre la pelea e instrucciones claras, me miró preguntando si estaba segura de la pelea y afirmé con gran emoción.
Esto será divertido.
La campanilla sonó y Maximus no esperó para lanzarse sobre mí, lo esquivé con facilidad porque es demasiado lento, su gran tamaño impide que pueda tener flexibilidad y velocidad lo supe después de unos cuantos movimientos que hizo al intentar acercarse.
–Eres muy escurridiza niña –bufó.
Solo está intentando provocarme, pero yo estoy esperando la orden de Akira para atacar, a pesar de que no puede tomar el control, he aprendido que sabe demasiado sobre esto y hemos ganado todas las peleas gracias a ella, sabe discernir el momento exacto para actuar.
–Ahora a la derecha –escuché su voz en mi cabeza.
Hice lo que me indicó y le dí un golpe en el abdomen, pude sentir a través de mis músculos la fuerza añadida de Akira.
Maximus retrocedió un poco y continué atacando sin darle tiempo de recuperarse hasta que cayó al suelo, parece que he ganado la pelea, eso pensé hasta que sentí la mano de Maximus sostener mi pie y caí de espaldas, me levanté de inmediato mientras que él tardó un poco más, cuando intenté acercarme sentí el choque de su puño contra mi mejilla, eso me aturdió un poco dándole el suficiente tiempo para levantarme con sus brazos y lanzarme hacía del suelo de nuevo, intente ignorar el bullicio del público para escuchar a Akira.
–Muévete rápido.
Cuando escuché su voz logré mirar hacia arriba que el cuerpo de Maximus está a punto de caer sobre mí, giré sobre mi cuerpo levantándome del suelo para quedar de pie de nuevo, el cuerpo de Maximus yacía en el suelo. Le di tiempo para ponerse de pie de nuevo.
–Bastante rápida, pero no vas a lograr esquivar los golpes por siempre, –Me dio una sonrisa burlona.
Hablar solo quita el tiempo desconcentrando mis pensamientos, me lo ha enseñado Akira, solo debo concentrarme en ganar.
Maximus caminó hacía mí, estaba apunto de esquivarlo de nuevo cuando escuché la voz de Akira.
–Muévete a la izquierda y golpealo.
Maximus lanzó un golpe hacía mí, me moví hacía la izquierda lanzando mi puño con la fuerza de Akira, él retrocedió y aproveché para lanzar varios golpes hasta que lo tome por el abdomen y lo lancé al suelo, se escuchó el quejido de dolor cuando cayó, el réferi se aproximó de inmediato para poder revisarlo y hacer el conteo, todos quedaron en silencio esperando a que esté gran hombre se levantará diciendo que solo fueron cosquillas de una niñita, pero eso no iba a pasar.
El réferi se acercó a levantar mi mano para anunciar que había ganado, la multitud se quedó en silencio un instante antes de que los gritos y aplausos comenzarán de nuevo. Me dí el placer de ver cómo unos hombres se acercaron a Maximus intentando levantarlo para sacarlo del lugar, mi pecho subía y bajaba, el cosquilleo en mis manos y pies era increíble, quería seguir, pero los oponentes se han acabado.
Después de firmar unas cuantas camisetas y negarme a un par de fotos entre la multitud de personas logre llegar a los casilleros, me detuve un momento frente al mueble metálico tomando un poco de aire, la mezcla de olores, sonidos y sensaciones en mi cuerpo afuera fue demasiado para mí, no tengo idea de como lo estoy controlando, pero admito que gran parte lo hace Akira.
–¡Eso fue de otro mundo! –exclamó Hope lanzando la bolsa de dinero frente a la banca –¡Cielos! Creo que eres millonaria.
–Parte de ese dinero también es tuyo –contesté.
–Me siento mal cuando me das algo, tú haces todo el trabajo.
–Te arriesgas a venir conmigo y sobre todo me has ayudado en todo esto.
–Es lo que hacemos las amigas, Madi –murmuró –. Si matas a alguien te ayudo a enterrar el cuerpo –escuché su corazón acelerarse en cuanto terminó de decir eso –. Solo que por favor no mates a nadie.
–¿A quién van a matar? – preguntó Omar al entrar.
–A nadie –rodé los ojos.
–Eso espero, porque no quiero sacar a mi mejor boxeadora del ring ahora.
Me dí la vuelta para verlo, se acercó y examinó mi rostro.
–Estoy bien.
–Te dio un golpe bastante fuerte –murmuró.
–Pues me curo bastante rápido así que no tienes de qué preocuparte.
–Yo no quiero interrumpir nada –comentó Hope –. Así que mejor me voy a casa.
–Adiós –Nos despedimos al unísono.
En cuanto la puerta se cerró sentí los labios de Omar presionando los míos, abrí mi boca para dejar entrar a su lengua, me empujo contra el casillero presionando mi cuerpo con el suyo, su respiración era agitada, su corazón palpitaba desenfrenado, podía oler su excitación en todo el lugar, sus manos inquietas recorrieron mi cuerpo.
–Estoy demasiado sucia –murmuré cuando sentí su erección en mi vientre.
–Sabes que eso no me importa.
–Pero a mí sí –respondí –. Vamos a la ducha.
Sonrió por mi propuesta.
Me siguió hasta las duchas del lugar, a esta hora ya todos se han ido y solo quedamos los dos.
Recorrí su fornido y marcado abdomen mientras el agua fría caía sobre nosotros, estaba demasiado ansioso cuando levantó mi pierna dando el acceso para penetrarme, me sostuve de sus hombros con algo de fuerza mientras sentía sus estocadas cada vez más rápida y fuerte para llevarme al glorioso éxtasis.
–El agua está demasiado fría y tu cuerpo está muy caliente –murmuró.
–Siempre he sido así –mentí.
Desde que Akira está conmigo he experimentado diferentes cambios en mi cuerpo incluyendo la temperatura corporal.
Salimos de la ducha y fuimos a la zona de arriba donde Omar tiene una habitación, se encarga del gimnasio desde que su tío se lo dejó y se ha acomodado ahorrando la renta de un apartamento, vimos una película y luego fuimos a dormir como cada viernes.
–Despierta… –escuché en mi cabeza –... Madison despierta.
Abrí los ojos buscando quien me está hablando hasta que recordé a la loba que vive en mi cabeza, miré a Omar que duerme boca-abajo y a la ventana que aún está oscuro.
–Que fastidio –escupí.
–Te deje dormir más.
Solté un suspiro caminando hacía el baño, me cambié de ropa y peine mi cabello, al salir Omar está sentado en la orilla de la cama pasando sus manos por el rostro.
–¿Qué hora es?
–Las seis –respondí –. Debo irme.
Se acercó para atrapar mis labios con los suyos.
–Ya no por favor –reclamó Akira y tuve que separarme por sus gruñidos.
–Tengo que irme o llegaré tarde.
–¿Ya me vas a decir a dónde vas?
Omar no sabe nada de mí y tampoco lo sabrá porque está es la última vez que lo veré.
–Lo lamento –murmuré al alejarme a tomar mis maletas.
–¿Cuándo me vas a aceptar una cena?
–Ya te dije que no puedo salir –contesté –. Y se me está haciendo tarde.
–Eres algún tipo de princesa –bromeó.
–No, pero tengo un horario para todo.
–Entonces, te veo el próximo viernes –se dió por vencido.
–Intentaré venir.
Esa era mi respuesta cada semana porque si desaparezco supongo que no tendrá mayor importancia. Salí del gimnasio y pase por un puesto de café a comprar un café y algo de comer, tenía prisa porque los boletos de avión ya están comprados y Hope me espera en el aeropuerto.
–¡Madi! – Hope me llamó a lo lejos cerca del área de equipaje.
–Lamento la tardanza.
–Solo eso traes –señaló mi pequeña maleta.
–Sabes que no podía traer más o papá se daría cuenta.
Hope me miró arrugando sus cejas, mordiendo su labio inferior.
–¿Estás segura de esto? –preguntó –. Tal vez si le dices a tu papá…
–No me dirá nada –contesté –. Está es la única forma, hay un pueblo en el Este de Estados Unidos donde casi nadie va, estoy segura que es una manada de lobos y ellos deben saber sobre esto.
–Entonces vamos…