Akira, La última loba blanca

Capítulo 1

Madison Davis...

–¿Por qué no intentamos transformarnos? – Le pregunté a Akira.

–La transformación lleva muchos años de entrenamiento Mady, además necesitamos una manada para que nuestro Alfa esté presente. 

–¿Duele mucho? 

–Al principio sí, por eso necesitas entrenar mucho para tener una buena condición física. 

–¡Madison! –se escuchó la voz de mi padre desde el otro lado de la puerta de mi habitación. 

–¿Qué pasa papá?

–¿Con quién hablas tan tarde? –preguntó mientras abrió la puerta de mi habitación mirando alrededor, frunció el ceño al verme solo a mí recostada en la cama. 

–Estaba hablando con Hope por teléfono –señalé intentando ocultar la verdad, pues él me la ha ocultado por mucho más tiempo. 

–Es tarde, será mejor que duermas ya.

–Sí, feliz noche. 

Papá salió cerrando la puerta y luego me cubrí por completo con la sábana.

–¿Crees que lo sabe ya? –escuché a Akira en mi cabeza de nuevo. 

–Si seguimos así, es posible.

Decidí ya no hacerle caso e irme a dormir en serio, mañana es viernes y tengo que ir con mi amiga Hope. 

Hace seis meses después de que unos chicos de pesadilla o mejor dicho lobos, vampiros y brujas, llegaron a una de las bibliotecas de París. Cosas extrañas sucedieron a partir de ese día; como descubrir que mi padre es un mentiroso y que esa vida tranquila que dice haber tenido es mentira o que mi hermano está en una especie de secta y no le importa su familia, que mi madre posiblemente no era un ser humano, tampoco olvidemos que uno de esos lobos era mi pareja y me rechazo en menos de veinticuatro horas, además que a través de un accidente y una parada en el hospital me sacaron un fragmento de plata que tenía mi cuerpo que impedía a mi mitad lobo surgir. 

Demasiadas locuras para mi pobre cerebro.

Akira me ha hablado un poco acerca de sus vidas pasadas y gracias a ella he podido entender un poco mejor todo lo que me está pasando, mis sentidos se agudizaron, sonidos, olores, fuerza, rapidez, tengo más apetito y soy un poco más inquieta cuando se trata estar en un determinado lugar. Ella me explicó que nos transformaremos en un lobo completo, pero como el ejercicio nunca fue lo mío resulta que soy demasiado debilucha. Así que todo esté tiempo he salido a entrenar y eso se siente diferente.

Me inscribí en un gimnasio de boxeo, al principio solo fueron entrenamientos básicos, luego peleas de entrenamiento, pero comencé a avanzar demasiado rápido como lo mencionó mi entrenador Omar, pregunté sobre las peleas y aunque al principio se resistió un poco, lo convencí de probar desde abajo, es extraño tener está sensación de siempre querer más, como si toda está adrenalina fuera un tipo de droga que me hace sentir libre. 

Fui a la universidad como todas las mañanas, regresé a casa para hablar con Akira hasta que llegaron las cinco de la tarde, tomé mi mochila para salir de casa. 

–¿Vas a comer algo Madison? –preguntó papá al verme bajar las escaleras. 

–No papá, ya me voy con Hope. 

–Hola hermanita –escuché la voz de mi hermano que por supuesto ignoré.

Le deje muy en claro hace un par de meses que para mi dejó de existir la noche me lanzó un cuchillo.

–Te vere mañana, papá.

–¿Te quedarás de nuevo con esa chica?

–Cómo todos los viernes –rodé los ojos.

–¿Y solo son amigas? –preguntó mi hermano que sigo ignorando.

–Recuerda que ya no soy una niña y un día de estos me iré de casa.

–No digas eso o quieres que me dé un infarto.

–Nos vemos mañana –me despedí caminando a la puerta.

Escuché un hasta mañana de papá y un Madison de Liam que no le volveré a hablar, aunque me causa mucha curiosidad sí él también tendrá un alma de lobo.

Tomé un taxi hasta el gimnasio en unas bodegas afuera de la ciudad, varias personas se reúnen, las peleas son legales solo que no pueden pagar un lugar mejor debido a que no es un deporte que se apoye demasiado en este país, pero es lo único que encontré que puede calmar todo esto que siento adentro.

Encontré a Hope mordiéndose las uñas cerca de la entrada. parece como un cachorrito abandonado en busca de su dueño es bastante gracioso porque hasta parece estar temblando y eso que trae un gran abrigo n***o encima.

–Mady, que bueno que llegaste –mencionó cuando me acerqué –. Casi me congelo aquí afuera.

–Vamos que las peleas están a punto de comenzar.

Entramos al lugar, se encuentra el escenario donde se dan las peleas con los lugares alrededor, las personas han comenzado a llegar aunque esto aún no empieza, antes era una de las primeras en entrar, ahora hasta parece que soy el acto principal porque me dejan casi de último para que le dé una paliza a quien quiera enfrentarme. 

Fui directo a la parte de atrás donde se encuentran los casilleros y comenzar a prepararme, el sonido de la campanilla se escuchó hasta aquí y supe que la primera pelea había comenzado.

–Tenemos suficiente dinero, no tienes que pelear hoy.

–Lo voy a hacer, Hope.

–Pero si ya estás musculosa –señaló mi cuerpo cuando me quite el jersey quedando en un top n***o. 

–No lo hago para ser musculosa –contesté –. Esto me tranquiliza. 

–¿Y cuándo podrás convertirte en eso del lobo gigante? 

–Akira no quiere salir, dice que nos hace falta un Alfa. 

–¿Un alfa? 

–Un líder, son los que guían a sus manadas, pero primero tenemos que encontrar una.

–Alfa, manadas, lobos, esto es demasiada información –se recostó en la banca –. Necesito vacaciones. 

–Espero que mi boxeadora estrella no piense lo mismo –se escuchó la voz de Omar al entrar.

–Por supuesto que no, estoy lista para pelear –sonreí al verlo. 

–Excelente porque ya casi te toca así que será mejor que te coloques tu bata y salgas.

–Gracias.

Omar salió de nuevo y Hope levantó ambos pulgares de sus manos con un tu puedes antes de salir a un lugar en el público, sentí la adrenalina recorrer mi cuerpo cuando me coloque la bata color rojo y blanco, me siento demasiado emocionada.

–Estamos juntas en esto, Madison –me animó Akira.