Subí las escaleras como loco, el sonido de la puerta del estudio cerrándose con mucha fuerza retumbo en toda la casa, lo que hizo que Filiphe fuese de inmediato a mi encuentro, la ira que siento en estos momentos es muy grande, ¿Cómo se atreve a meterse en mi vida personal?, maldita se ala hora en la que mi hermano se enamoro de esa mujer, vivo en una guerra fría con la mansión de Florencia desde que ella llegó, no es una mala mujer, ama a mi hermano y se desvive por él, tiene el temple de toda una regina y se ha hecho respetar, pero su rencor hacia mi es tanto que olvida que aunque sea la esposa de mi hermano tiene limites que no puede pasar, y meterse en mis asuntos hace parte de esos límites.
- Quiero que en menos de 6 horas me digas quien d ellos guardias es el que se ha atrevido hablar de lo que sucede en las paredes de esta casa. Tire todo lo que había en el escritorio – El que haya osado a fallar a mi confianza va a pagarla muy caro Filiphe, encárgate de eso y de que Andreas no vuelva poner un pie en esta casa.
- Claro que si señor, solo que eso último, será complicado.
- ¿Complicado?, eres el jodido guardia principal de un miemb*o de la mafia ¿Cómo es que algo te puede ser complicado? Eh.
- Señor es que esa mujer esta aquí.
No puedo creerlo, tiene el descaro de presentarse en mi casa luego de lo que ha hecho, no tiene ningún tipo de vergüenza y tampoco un poco de raciocinio porque se atreve a venir a mi casa aun cuando sabe que las cosas que está haciendo para la regina pueden ser consideradas como traición en mi contra y con ello tendría un pase directo al otro mundo. Si decido acabar con la vida de esta per*a nadie diría ni una sola palabra aún más con los argumentos que tengo, se ha inmiscuido en mi intimidad, lo que me da completa libertad de hacer con ella lo que me plazca así a mi cuñadita le de un infarto.
- Dile que pase, vamos a ver si en realidad es tan temeraria y valiente como dicen.
Filiphe de inmediato salió a buscar a la mujer mientras que una mucama trataba de arregla lo más rápido que pudo el escritorio para que Andreas no se diera cuenta del arranque de ira que acababa de tener. Roxana apenas y se había ido, por lo que dudo que hayan tenido tiempo de hablar, lo que significa que esta idiota viene meterse en la boca del lobo sin saber que en realidad no hay nada que quiera más en este momento que volarle la cabeza con un tiro.
- Mi señor. Dijo una vez entro al estudio para que la puerta detrás de ella fuese cerrada – Lo siento por interrumpirlo, solo deseo saber ¿Cómo se encuentra?, la última vez que vine fui tratada como una leprosa, ¿He hecho algo que le moleste?
- Dímelo tu Andreas, ¿Has hecho algo que pudiese enfadarme?
- No para nada, no negare que, si me dolió un poco que se alejara de mi sin previo aviso, solo me dejo de ver y se me fue negada la entrada Al Averno, desearía saber por qué, aunque también soy consciente que no soy nadie para pedirle explicaciones
- Sei una persona vivace, velenosa come Regina. Le dije mientras me levantaba de mi silla y me acercaba a ella - Quale moneta hai due facce e mostri quella che più si adatta alla tua volontà, sei una stronza, cosa pensavi di potermi ingannare? (Eres una persona vivaz y venenosa como Regina. Que moneda tiene dos caras y muestras la que mejor se adapta a tu voluntad, eres una perra, ¿qué pensaste que me podías engañar?). La tome por el cuello y la estampe contra la pared.
- No se de que me habla señor. Llevo sus manos sobre las mías tratando de soltar un poco mi agarre y así respirar con libertad.
- ¿No lo sabes?, eres una traidora te revuelcas con uno de mis guardias solo para que te de la información de lo que aquí pasa para posteriormente ir con Roxana, ¿Crees que no se lo que haces?, eres una jodida zo*ra que se ha metido con quien no debe.
- La señora no dejara que me hagas nada, estoy blindada por su poder, solo hice lo que se me ordeno.
- Además de estúpida eres una soplona, no entiendo como ella te puede considerar de su confianza si la has delatado de esta manera tan baja, no soportas un poco de presión, solo eres una niñata que se enamoró del jefe y estaba buscando venganza. Le aprete más el cuello haciendo que su piel se tornara roja, me acerque hasta su oído y le susurre - Vai da lei, corri e dille che ti ho scoperto, che così come mi hai aperto le gambe hai anche aperto la bocca e mi hai detto cosa fa contro di me, se non lo fai te lo giuro non lo farà sii un proiettile ma le mie stesse mani come adesso che ti tolgono la vita. (Ve hacia ella, corre y dile que te descubrí, que, así como abriste mis piernas también abriste la boca y me dijiste lo que hace contra mí, si no lo haces te juro que no será una bala. pero las mis propias manos como ahora que te quitan la vida).
La solté y callo al suelo, de inmediato comenzó a toser y se llevó las manos hasta la garganta tratando de tomar un poco de aire, me miraba con un miedo, que hermoso, no hay nada que me haga sentir más placer que hacer sentir al resto inferiores, pequeños e insignificantes, me di la vuelta para servirme un wiski cuando la puerta del estudio se abrió y vi el largo y n***o cabello que se asomó tan rápido que fue casi que imperceptible, al ver a la mujer tendida en el piso Jocelyn volvió a cerrar la puerta ¿Qué mierda hace fuera de la habitación?, trate de que el disgusto no se me notara, Andreas no puede saber nada más de la existencia de la mujer que ahora se pasea, con una libertad que no le he concedido, por mi casa.
- Haces todo esto por esa mujer. Trato de ponerse de pie, pero le faltaba tanto el aire que nuevamente se sentó en el piso.
- No, lo hago para que aprendas los límites, aunque yo pensé que eras más inteligente sabes que no me agradan los chismosos.
- ¿Por qué ella si puede estar aquí?, no lo niegues, sé que lo está. Me acerque a ella, la tome del brazo y la puse de pie, la tome fuerte por la barbilla e hice que me mirara.
- Bueno mi querida Andreas, para tu mala fortuna ella tiene el coño más apretado que tú, por lo que decidí tenerla aquí, hasta que se anche y ya no me satisfaga.
- Eso somos todas para ti no, s*x*
- Vamos, no vengas con moralidades, ¿pensaste acaso que era algo más?, yo no soy de enamorarme, cuando tienes como yo todo el poder del mundo no necesitas esas mierdas, mírate a ti, estas casi al nivel de Filiphe y aun así los sentimentalismos te hicieron llegar a nada. La solté haciendo una mueca de asco – Largo de aquí.
Con los ojos llorosos salió del lugar, sin reprochar, sin decir nada más, conocía las consecuencias de hacerlo. Luego de que me asegure que estaba a metros de mi casa le ordene a una de las mucamas que recogiera todas las cosas de Jocelyn, tenerla en la mansión era un peligro, este es un lugar al que en cualquier momento y sin previo aviso puede llegar mi hermano o cuñad ay comenzaran con los interrogantes. Además, el que su espíritu de curiosidad quiera estar vagando por la casa le ha quitado cierto porcentaje del interés que tenia en ella.
Cuando ya estuvo todo listo s eme fue informado y baje hasta la sala donde ella estaba con ojos preocupados.
- ¿Iremos a algún lado?
- No, tú iras nuevamente Al Averno, ese es tu sitio allí es a donde perteneces.
-
Si fue por salir de la habitación e ir a tú estudio lo siento, solo me asustaron los gritos.
- La curiosidad mato al gato, ya te lo había dicho, pero pese a que tu aventura de hoy me molesto en realidad te vas porque nunca pretendí que te quedaras aquí, me disté buen se*o y eso será recompensado con el estatus que tendrás en el burdel, pero nunca tuviste un lugar en esta casa.
- Mauridcio yo…
- SOY EL SEÑOR LOMBARDI, O DEMONIO LOMBARDI el que más te guste, deja de tratarme como si fuésemos cercanos y comprende de una buena vez que estuviste aquí porque te desee, pero ya que te tuve mi interés en ti se ha perdido.
Dio un asentimiento de cabeza y la chica fue tomada del brazo para ser guiada a la salida, que tonta había sido al creer que un hombre como él la dejaría a su lado, ya había dejado claro el valor que ella tiene para él, no es más que una de las muchas otras, una simple y reemplazable pu*a.