CAPÍTULO I | EL INICIO DE MI VIDA
Se que creerán que estoy loca por todo lo que estuve dispuesta a pasar con tal de poder estar con él, pero el amor en muchas ocasiones termina llevándonos por el camino más pantanoso solo para que descubramos si enrejaladas es amor. El sendero de la verdadera felicidad esta lleno de espinas de arenas movedizas y de lluvias tormentosas que podrían quitarte la vida, o mostrarte que por quien pelas no esta dispuesto a pelear por ti, a mi en lo particular me abrió los ojos, me mostro como él en realidad estaba dispuesto a destruir el infierno si era necesario con tal de mi felicidad y podrá sonar descabellado pero descubrí que no necesitas un príncipe azul en tu vida que te llene de colores, necesitas un villano, uno del cual seas su debilidad y no tenga límites para que la sonrisa nunca se borre de tus labios.
/// NUEVE AÑOS ATRÁS ///
No pueden imaginar el miedo con el que amanecí, no quería abrir los ojos me negaba hacerlo, quería que despertar y darme cuenta que mis años de vida eran solo una horrible pesadilla, una que por fin se había acabado, pero mi triste realidad era una muy distinta a esa. Mis pies tocaron la fría madera del piso, sentí como una corriente helada recorrió cada centímetro de mi cuerpo y no pude evitar sentirme miserable y llorar, mis 18, el día que ella tanto estaba esperando había llegado, mismo que yo deseaba que no fuese jamás, lo intente juro que intente en muchas ocasiones quitarme la vida para evitar este horrible final, pero dejar a mi hermanita Kate sola con Mirsella, no era una buena idea, era capaz de todos con tal de hacer con nosotras lo que a ella mas le conviniera.
Mirsella Penttos, es mi madre, una sin corazón y que lo único que le interesa es el dinero que el cuerpo y el de mi pequeña hermana pueden darle, desde que tuve sentido de la razón dejó muy claro lo que yo significaba para ella, una moneda de cambio, una que tomaba valor para ella en cuanto mi mayoría de edad llegara y pudiera recibir millones a cambio de mi virginidad, decía que yo debía ser agradecida, que estaba planeando para mi ser parte del mejor club nocturno de la ciudad que solo hombres adinerados e importantes políticos pondrían sus manos sobre mí, pero yo lo único que deseaba era ser una persona mujer, una joven que pudiera ver más allá de lo que su ventana le permitía, no me dejó ir a la escuela lo poco que se es porque ella me lo ha enseñado, una vida miserable llena de penas y mal tratos, mismo que me dice que le hará a Kate si no accedo hacer lo que ella desea.
Abrí la ducha y deje que el agua caliente quemara aunque fuera un poco de mi desgracia, no decidí esta vida, lo único que deseaba era salir corriendo con Kate y escondernos donde ella nunca pudiera encontrarnos, no pude evitar llorar, mis lagrimas incluso estaban más calientes que el agua de la regadera al recordar que este seria el primer día del resto de mi vida, tanto que le pedí a Dios que me ayudara a no tener el mismo destino de mi hermana Margarita y ahora estaba viendo como incluso el todo poderoso se había olvidado de mi existencia. Mi hermana mayor había sido vendida por mi madre hacia dos años, mismos en los que no sabíamos nada de ella, no sé si está viva, si se la llevaron fuera del país o si ya esta muerta. Recuerdo sus gritos, sus lamentos y todo lo que le rogó a Mirsella para que no dejara que esos hombres se la llevaran, rasguño y pateo el piso con tan de sujetarse de algo que no dejara que la sacaran de casa, pero todo lo que hizo fue en vano, ellos la tomaron con fuerza y la azotaron contra el piso haciendo que quedara inconsciente y la arrastraran por la sala para posteriormente llevársela sin dejar rastro de ella.
- Comienza a rezar para que tu hermana aprenda a comportarse de lo contrario le ira muy mal en la vida que tendrá de ahora el adelante, en un segundo se lo olvido todo lo que le enseñe la sumisión y la responsabilidad que debe tener para que tu y Kete sean recibidas cuando su turno llegue.
Solo recordar las palabras de esa mujer que dice ser nuestra madre hizo que el estomago se me revolviera y terminara vomitando, tantas imágenes se vinieron mi mente que retener el asco fue imposibles, todos esos hombres mirándome como un pedazo de carne viendo quien será el primero en poseerme, escuchando las cantidades de dineros que estarían dispuestos a pagar tan solo por tener mi primera vez con ellos, las sabanas ensangrentadas luego de que ellos terminarán de hacer conmigo lo que desearan, el baño comenzó a darme vueltas, sentía como la respiración se cortaba y mi pecho subía con dificultad, sentía que iba a desmayarme cuando la puerta se abrió con brusquedad haciendo que el sonido me ayudara a estabilizarme.
- ¿Qué haces?, no debes demorarte en la ducha, apresúrate, tenemos poco tiempo debemos ir al centro comercial a cómprate algo digno, no estas dispuestos a recibirte vestida como una andrajosa, hoy por fin cada peso que he gastado en ti se me será re compensado Jocelyn.
Se acerco a mi y tomo mi rostro entre sus manos para posteriormente darme un beso en la frente, nunca la había visto tan feliz, solo esa vez que Margarita se había ido y en la mesa le dejaron un maletín lleno de dinero uno que abrazo con mucho amor y besaba con efusividad, yo solo asentí ante lo que hizo, el que me vendiera no era nada comparado con el dolor de saber que Kate se quedaría sola con ella, no quería que mi pobre niña en ocho años sufriera lo mismo que yo, era tímida, tierna y gentil, lo que más deseaba era poder llevarla conmigo y protegerla de Mircella, pero eso era imposible, o eso era lo que yo pensaba. Me apresure para estar lista a tiempo, a la mujer que decía ser nuestra madre no le agradaba que la hicieran esperar por lo que ni siquiera tome el desayuno, solo me asegure que Kate estuviera lista y salimos a comprar lo que ella deseaba.
Al llegar lo primero que hizo fue dirigirme a los almacenes de vestidos cortos y llamativos, no era mi estilo, no me agradaba mostrar nada, pero para ella entre más provocativa me viera más dinero sonaba entrando en su cuenta bancaria. Ella estaba emocionada hablando con la dependienta cuando un vi un letreo enorme del otro lado “La vita è ciò che ne facciamo”, aquello me hizo reaccionar, estaba en un lugar público, ella estaba entretenida, salir corriendo era una buena opción buscar ayuda, pero de inmediato en mi cabeza se poso la realidad de que no tengo donde ir, entonces lo recordé, aquel hombre, el que una vez le dijo a Margarita que en él podíamos encontrar ayuda si la necesitábamos, solo debíamos llegar a él, tome el bolso de mamá y salí del almacén con la mayor tranquilidad que mis nervios me permitían tener, Dios que no voltee hasta que esté muy lejos, eso era lo único en lo que podía pensar, camine con prisa hasta que estuve afuera del enorme edificio y tome un taxi, no habían pasado ni cinco segundos cuando un mensaje entro al teléfono, “Cosa pensi di aver fatto? Torna subito o avrei giurato che Kete se la sarebbe passata peggio della tua”, de inmediato pensé en volver, pero en realidad la única forma en la que podía ayudar a mi hermanita era con ayuda, misma que buscaría y regresaría por ella, la libertad seria dura, pero ahora yo forjaría mi destino.