Atónita voltee a ver a Fanny, haciendo un enorme esfuerzo por controlar las ganas de hacer un escándalo. Respiré profundo y sonreí, aunque por dentro quería matar a Adrián. — Bueno, todavía no es seguro… — Pero linda, es muy importante que vayas con nosotros, sería un enorme desaire de tu parte — Señala su madre, acomodándose en su asiento. — Entiendo… (Me levanto de la mesa), les pido disculpas, pero es hora que nosotras nos retiremos, como sabrán, mañana es día de clases y debemos madrugar… muchas gracias por todo, fue un gusto ¡Fanny vámonos! Los padres de Adrián se quedaron pasmados por mi reacción, pero a decir verdad, poco me importaba, lo único que quería hacer era salir de ese asfixiante lugar. — ¡Bueno señores! Aunque no me esperaban, fue un gusto compartir con ustedes,