Al día siguiente muy temprano como siempre Amelie arribó a la Torre D&B, justo en ese momento uno de los empleados le informaba a Izan Becker que Amy acababa de subir por el elevador. Izan se apresuró a salir de su oficina, camino con prisa hasta el ascensor, justo cuando las puertas se abrieron miró el rostro de sorpresa de Amelie.
—Izan… —alcanzó a decir antes de ver como él entraba obstruyéndole el paso de la salida y presionando un botón al azar de un piso superior —¿Qué haces? —espetó confundida.
Luego él presionó un nuevo botón, el de detener. Amelie abrió los ojos temerosa. No sabía porque estaba teniendo con ella esa actitud tan temprano. Una vez que el elevador se detuvo. Se acercó de manera acechante recargando su mano en la pared justo a la altura de la cabeza de ella acercan
