Estaba…en mi casa. ¡¿Cómo entró?! La puerta seguía cerrada. —Tengo más de media hora esperándote,—dijo, sonando algo molesto. ¡¿Cómo iba a saber que él estaba aquí?! ¿Estaba yo en alguna clase de problemas?—por eso decidí entrar. ¿Saliste más tarde del trabajo? —Paseo…algunas veces, luego del trabajo. —¿Por qué? —¿Qué? ¿Có-Cómo que por qué? ¿Por qué paseo? —Sí, Liana. ¿Por qué paseas, Liana? —Para ver el lugar, las personas. Para eso son los paseos.—¡¿Qué hacía el aquí?! Eso era lo que quería saber. Tenía toda una semana sin verlo y ahora aparecía de la nada. Iba vestido con una camisa gris, vaqueros, botas y el cabello suelto, pero echado hacia atrás, con un toque medio húmedo. Yo estaba parada en medio de la puerta, sin poder moverme. Vestía mi uniforme, Una coleta, mi parche r