FARRELL La sentía nerviosa, tensa, así que solté su mano. Sus pisadas eran largas y apresuradas, mirando hacia los lados, su cabello se movía sobre sus hombros y…sus pechos parecían saltar sutilmente con cada paso. ¿Por qué le gustaba pasear en el centro cuando habían otros tantos bellos lugares? Esa era la parte que no entendía, quizás no los conocía, podría tratarse de eso. En la plaza solo habían personas yendo de un lado a otro, murmullos, gritos, el correteo de los niños, todas las aves yendo de un lado a otro, no le encontraba nada de atractivo a la plaza y más con los tantos lugares bellos que habían para visitar. —Quiero ver la plaza.—Le dije.—¿Vamos allí primero? —Claro.—tomó el camino hacia allá y al llegar, como pensé, estaba lleno de personas, a estas horas ya no habían niñ