NAT Para colmo me ha tocado ir a pedir dinero con el princesito de Key. Jamás en la vida lo he visto tan histérico como ahora mismo. No debe ser nada cómodo para una diva andar con una pata de pollo colgando del cuello, con la ropa rasgada y un olor insoportable. Por mi cuenta, me preparé psicológicamente todo el fin de semana… así también evitaba el tema del beso que me robó. Estúpido. Vamos caminando descalzos por la calle, mientras le pido una cooperación en monedas a cada persona que pasa por nuestro lado. La gente se escapa de nosotros, y es que no somos nada agradables al olfato. De todas maneras, me sorprende el darme cuenta de que la gente que más nos da dinero, es la más humilde. Los señores adinerados a los que les pido, sólo pasan de largo, sin siquiera voltear a ver.