Layla Sumergió su cuerpo dejando que el calor del agua relajara sus músculos. Había pasado un calor horroroso con esa ropa. Hundió la cabeza dentro del agua y al cabo de unos segundos, volvió a sacarla. Desde que habían llegado, Elliot y aquel chico se habían encerrado en la biblioteca. Se suponía que aquello tenía que ver con ella, ¿por qué se encontraba fuera de la conversación? Estaban siendo injustos. Cuando sintió que el agua empezaba a enfriarse, salió de la bañera. Tenía que enterarse de lo que fueran que estuvieran hablando, pero no podía ir simplemente a espiar. La pillarían. Una vez se vistió, se acercó a la cómoda y tomó el libro que habían encontrado en la biblioteca. Era la única pista que tenían, por el momento. Y la más válida de todas hasta ahora. ¿Qué hubiera pasado