10 minutos ¡10 putos minutos del segundo tiempo y nada que conseguíamos tener el balón! Aunque no estuviese Müller, lo que hizo la selección alemana fue ponerse más fuerte que en el primer tiempo. Nuestra defensa era buena, ya que en dos oportunidades casi nos hacen gol pero lo pudimos evitar. Debíamos hacer por lo menos un gol si no queríamos quedar tan humillados. No sé en qué momento, ni cómo rayos, el balón resultó en mis pies, resultó ahí, de repente. -¡Mueve el culo, Wood! – me gritó Jake desde el otro lado de la cancha. Se había ido de defensa por la desesperación. Corrí, esquivé a varios nazis, y engañando a Neuer, marqué gol. No celebramos, porque estábamos seguros de que perderíamos. Pero algo en el fondo me decía que no, que podíamos ganar. Pasaron como 5 minutos y logramos