cuidando de tí

1502 Words
Dejé a Collin en el mismo lugar que la recogí. Y salí a toda velocidad de ahí, no podía quedarme si ella me pedía que no hiciera nada me quebraría; y lo que sucedió cuando la vi así, tenía ganas de arrancarle la cabeza a ese director, solo quería entrar y darle una lección que no olvidaría jamás. Pero cuando Collin me tocó sentí como esa llama de furia se iba poco a poco; era extraño quise avanzar de nuevo, pero cuando me tomo por segunda vez el brazo ya no sentía nada de rabia y solo escucharla decir por favor no lo hagas fue como si un interruptor nuevo se encendiera, ella me transmitía paz, quietud y solo quería sentir sus manos delicadas y su voz dulce hablarme lo que sucedió fue extraño. Pero ahora estaba lejos de ella, y ese director no se salvaría de una charla. La razón por la cual conduje tan rápido; era por qué quería llegar a tiempo y encontrarlo en la escuela. Me estacione cerca y baje de mi motocicleta fui hasta el estacionamiento, lo vi caminando su colonia barata se me metió por la nariz y tuve que taparla con mi mano. Me acerqué él estaba a punto de entrar a su auto y yo lo llamé. – Eh, usted el del trajesito.– él volteó con la seño fruncido. – ¿Qué quiere? ¿Quién es usted?– en su voz se escuchaba ese timbre de prepotencia. Eso me hizo estallar me fui sobre él y lo tomé por su corbata lo alcé y sus pies quedaron en el aire. –¿Crees que puedes hacer lo que se te antoje solo porque tienes preferencias?.– él estaba atónito sus ojos casi se salen de su cara. – ¿De qué habla? ¡Yo no tengo preferencias!– yo lo miré con rabia y la sangre en mis venas comenzó a hervir, debía controlarme de lo contrario este hombre acabaría hecho pedazos, y solo quería darle un susto no matarlo, me controlé pensando en Collin pero sin bajarlo aún. –Si, las tienes, ahora vas a hacer lo siguiente. llamarás a casa de Collin y dirás qué no hace falta que su madre venga mañana. ¿Entendido?– él estaba poniéndose rojo y asintió temblando, yo lo bajé automáticamente. –Me alegra que nos entendamos. Supongo que no tengo que decirte que está conversación no paso.– dije mientras caminaba de regreso, vi como él se acomodaba la corbata y se limpiaba el traje, se subió a su auto rápidamente y se fue sin mirarme. Ya había logrado mi objetivo así que me fui en mi motocicleta, conduje de vuelta a casa. Llegué estacioné la motocicleta y fuera de la casa estaban dos vigilantes de la manada, eran Connor y Alexo esos chicos eran fieles a la manada ambos eran hermanos Connor era el mayor con 22 años y alexo el menor con 15. La primera vez que los vi fue cuando recién llegaba a Phoenix me recibieron en el aeropuerto, esos hermanos eran inseparables no se despegaban el uno del otro, se podía ver qué alexo idolatraba a Connor. Mi tío Luca me contó que ellos habían sido enviados por mi padre a esta manada ellos llegaron cuando el mayor tenía 17 y el menor 10 su manada fue atacada por esos desgraciados, se quedaron sin familia, pero lograron escapar de ese ataque. Mi padre como el alpha mayor siempre que recibía nuevos miembros los enviaba donde hacían falta más miembros para ese tiempo mi tío Luca necesitaba, ya que su manada había sido atacada perdió algunos, pero el más importante era su beta por eso Connor fue entrenado para convertirse en beta, pero al llegar yo aquí me pusieron en su lugar, odiaba eso por qué no me gustaban las preferencias, pero mi tío insistió tanto que tuve que aceptar y realmente Connor lo entendió "Diablos" realmente envidiaba a ese tipo. Era un ejemplo para todos excelente hermano, beta, hombre. Pero lo que más envidio es su relación de hermanos ojalá yo hubiera tenido ese tipo de relación con mi hermano Chris el menor por solo 1 año. Yo a veces sentía que me odiaba y no sabía por qué razón o si realmente él quería ser alpha se le notaba en su actitud, al ver a estos hermanos tan unidos me daba un poco de celos no tener una relación así con mi hermano. Avance y saludé a ambos pase a la casa, está era más pequeña que mi antigua casa en Italia. Pero no dejaba de ser lujosa con grandes lámparas, alfombras, cuadros elegantes, un piso reluciente y habitaciones en exceso. Estaba justo por subir las escaleras y mi tío Luca me llamó. – Petaré, debemos hablar.– su tono de voz sonaba muy serio. – ¿Qué ocurre tío?– –Es respecto a las Sanguijuelas, cada vez nos ganan más territorio y se acercan hoy encontramos 3 c*******s desangrados a unos 15 kilómetros de aquí.– mis ojos se abrieron por el asombro y apreté los puños. – ¡Hijos de puta! Debemos hacer algo, haré guardia.– él me miró con comprensión. – Tú no puedes hacer esto solo petter, pedí ayuda a tu padre; enviará a más guardianes para la manada necesitamos apoyo.– yo pensé unos segundos y acepté. –Está bien, pero yo no saldré de esto, voy a destrozar a esos ¡desgraciados!– él me puso una mano en el hombro. – Debemos ser cuidadosos, ellos asesinan humanos. Y con ellos aquí corren peligro muchos humanos, su sed de sangre no puede ser controlada.– al pronunciar esas palabras, recordé a Collin necesitaría protección con esos desgraciados cerca ella no estaría segura. –Lo sé tío, pero te aseguro las van a pagar, yo me voy a encargar que el líder de esos ¡asquerosos chupa sangre! Pague.– con eso termino nuestra conversación y avance hasta mi habitación, al entrar un olor se metió por mis fosas nasales, ¿Qué olía tan bien? Empecé a buscar ese agradable olor, lo describí como cerezas y rosas al darme cuenta el olor provenía de mi chaqueta. Me la quité y dejé que ese aroma se introdujera en mi nariz. –¡No puede ser, así hueles tú Collin!– dije mientras pensaba en ella. Coloqué mi chaqueta en la cama, ahora estaba preocupado tenía que ver qué ella estuviera bien. Espere a que anocheciera y salí de mi habitación estaba dispuesto para ir al bosque, ya Connor y Alexo no estaban, seguramente estarían patrullando. Corrí al bosque y dejé que la ira me cubriera, mi cuerpo comenzó a cambiar hasta salir humo como llamas ardientes para luego transformarse. Vi mi ropa desgarrada en el suelo y comencé a correr para adentrarme en el bosque sentía la arena en mis patas, la brisa chocar con mi pelaje gris, los sonidos eran mucho más agudos que siendo humano; corría entre los árboles y sentí el olor de otro lobo era Alexo a quien respondí con un bramido y seguí corriendo. Cada vez que me acercaba más a Collin sentía más su olor y era una fiesta para mi nariz. Podía quedarme toda la noche solo para disfrutar ese aroma tan delicioso y embriagador, me quedé en la oscuridad del bosque no quería que nadie me viera. Vigilé toda la noche parecía que estaba sola, ya que solamente pude captar su aroma también escuchaba su voz me causo gracia que hablara sola, incluso estaba planeando que decirle a su madre acerca de su visita a la detención. Pero ya eso estaba resuelto por mi parte, esperaba que ese director llamara de lo contrario hablaríamos de nuevo. Escuché cuando sonó el teléfono y ella atendió – Si, buenas noches.– –Señorita Collin, habla el director. Es para que sepa que no será necesario que su madre se presente mañana en la escuela.– le colgó porque solo escuché cuando Collin dijo, que raro era ese director. Ella soltó un suspiro de alivio, siguió haciendo sus cosas luego escuché como subía escalones probablemente fue a su habitación. Entonces la escuché pronunciar mi nombre, eso me emocionó, ella pensaba en mí dijo algo de mis ojos yo solté un soplido con mi hocico, ya que me causo gracia eso. Sabía que mis ojos eran extraños mi madre tenía ese mismo tipo de ojos. uno azul y uno verde y yo nací con los mismos. Después de un rato se quedó dormida pues no la escuché hablar de nuevo solo su profunda respiración. En la madrugada capté otro olor, este seguramente era el de su madre era un olor dulce, no como el de Collin, pero si era agradable. Después de un rato también se quedó dormida y yo me quedé ahí vigilando para que estuvieran seguras, cuando comenzó a amanecer me fui de vuelta a casa, ese fue el primer día que comencé a cuidar de Collin.
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