El castigo.

1427 Words
Llegué a casa, fui directo a cambiar mi ropa, no quería que mi mamá se diera cuenta lo que sucedió. Bueno, no por mi ropa manchada de comida, me di una ducha lavé mi cabello tenía trozos de comida en el, terminé de ducharme y me puse ropa cómoda; las típicas, pijamas con caricaturas. Baje las escaleras y fui al cuarto de lavado metí la ropa en la lavadora para limpiarla. Tenía hambre por lo cual, me prepare la cena yo misma, puesto que, mamá no estaba en casa. Hice albóndigas y pasta mucha pasta me encantaba comerla. Al terminar me senté frente al televisor y devoré el tazón de pasta. Termine de comer y lave los platos, limpié la cocina, pase un trapeador por la cocina justo al terminar sonó el teléfono contesté. – Si, buenas noches– la voz ya era conocida. –Señorita Collin, soy el director le hablo para informarle, que no será necesario que su madre se presente mañana en la escuela.– yo quedé boca abierta, ¿Qué había sucedido? Lo primero que pensé fue en petter. ¿Qué le hizo al director?. Me disponía a contestar pero colgó. Observé el auricular del teléfono, me encogí de hombros y lo colgué en la pared. – ¡Qué raro es ese director!– suspiré de alivio, me alegraba no tener que hablar con mi madre respecto a mi visita a detención. Saque la ropa de la lavadora, ya estaba seca la doble y subí a mi habitación. Quería esperar a mamá, pero hoy llegaría muy tarde, entonces se vino a mi cabeza "Petter" ¡Diablos! ¿Qué me pasaba?. Pensaba en sus hermosos ojos tan extraños, tan llamativos, tan misteriosos. – ¡Ya Collin deja de pensar en los ojos de Petter!– Me dije regañándome en voz alta. Me concentré en un libro, leí por un buen rato hasta quedarme dormida. Me levanté ya había amanecido, me arreglé para otro día más de escuela. Con unos pantalones negros, blusa estampada y zapatillas del mismo color que el pantalón; ahora pensaba con más claridad, seguramente Petter hizo algo para hablar con el director, por eso él me llamó. Estaba segura, así que Petter y yo tendríamos una conversación estaba agradecida, pero ¿Qué le dijo al director para él me llamara? ¿Si lo amenazó? Tendría que preguntarle eso no estaba bien, nadie va por la vida amenazando personas, hablaríamos al respecto. Baje y estaba tan ansiosa que no quise probar bocado, mamá se preocupó, pero le mentí diciendo que tenía un examen. Salí de casa caminé al punto de encuentro con Petter ahí estaba él, ¿Cuánto tiempo llevaba ahí? Lo salude de lejos con la mano y me acerque. – ¡Hola, Collin! Que linda estás hoy.– me saludo yo me sonroje por su halago, pero no estaba dispuesta a ceder, él me tendría que explicar que sucedió con el director. –Hola, Petter gracias, tú también te ves bien.– él miró su cuerpo en forma de sorpresa, llevaba unos pantalones azules, suéter gris con mangas pegado a su cuerpo. (Realmente se veía muy sexy) también llevaba zapatos deportivos grises. Me tendió el casco para que me lo colocará, pero, antes hablaríamos. –Sé, lo que hiciste– dije mirándolo fijamente, el bajo el casco aún en su mano. –¿Qué se supone que hice?– suspiro mirando a otro lado. –Fuiste a amenazar al director.– dije reprochando, él me miró y sonrío. –¿Es pregunta o afirmación?– ya eso era él colmó ¿se burlaba de mí? ¿Creía que era chiste?. Sin pensarlo caminé hasta la parada de autobuses. –¿Qué te sucede, colle?– yo estaba tan furiosa que no preste atención cuando me llamó así. – Tú piensas que es un chiste puedo meterme en problemas... Es... Que… ¿Cómo me llamaste?– dije cayendo en cuenta en lo que él había dicho. – Como te llamé ¿De qué hablas?– respondió él con una ceja levantada. –Me llamaste colle, solo mi madre me llama así.– me crucé de brazos esperando su respuesta. Sonrió y se acercó a mí pero yo retrocedí aún con los brazos cruzados. –Es que... Bueno... Pensé que podía llamarte así de cariño.– – Pero ¿cómo adivinaste que podías llamarme así?– él se rascó la cabeza, para tratar de darme una explicación. Que no le creí –Tu nombre es Collin, cierto así que pensé que colle sería una abreviación linda.– yo voltee los ojos y le di la espalda. – ¿Dónde vas?– no le respondí y seguí caminando. – ¡Diablos!– Dijo mientras encendió su motocicleta, se acercó a mí y se puso de frente mirando justo a mis ojos. – ¿Puedes disculparme?– yo pensé unos segundos, pero al sentir esa mirada cálida y sincera me quebré como una taza de cristal en el suelo. Tuve que mirar a otro lado, para evitar sonrojarme más. – ¡Quedas disculpado!– le dije con una sonrisa y levanté mi mano para estrechar la suya. Él mostró su hermosa sonrisa dejando al descubierto sus dientes perfectos. Estrecho mi mano y volteó para darme el casco, yo sonreí y me coloqué el casco. –¿Nos vamos?– yo asentí y él comenzó a conducir llegamos a la escuela, baje de la motocicleta, pero al observar que el director llegó en su auto y se nos quedó mirando con ojos de asesino, me puse nerviosa y no podía quitarme el casco luche, pero me fue imposible, entonces Petter se acercó delicadamente paso sus manos por mi barbilla y quito el seguro para liberarme. Se me quedó viendo justo a los ojos. –Tranquila no va a suceder nada.– yo me relajé y asentí – gracias.– – No es nada, ahora ve a clases. Pasaré por ti cuando salgas y te tendré una sorpresa.– yo fruncí el seño. – ¿Qué sorpresa?– él soltó una carcajada. Y me tomo por la barbilla suavemente para que lo mirara a los ojos. –No seas curiosa, te veré más tarde.– me encogí de hombros, me despedí y cruce para entrar a la escuela. Pero no podía negar que tenía curiosidad ¿qué estaba tramando? Camine muy lentamente para entrar a la escuela, el director me ignoró y yo seguí caminando entre a clase de química todos me observaba y murmuraban yo hice caso omiso y fui a buscar un asiento, todos los de adelante ya estaban ocupados así que fui a los de atrás, estaba dispuesta a sentarme cuando alguien jaló la silla y caí de espaldas todos comenzaron a reírse, y yo estaba tan apenada baje la cabeza y busque otro asiento, lejos de todos y por supuesto que no tuviera alguien detrás de mí. Me senté y llegó el profesor transcurrió la clase y llegó la hora del almuerzo decidí no ir, ya que temía que ocurriera otro incidente, me dirigí al baño salí por el pasillo y justo cuando pasaba cerca de unas chicas una de ellas era Caren la amiga de Mariam y Alex su otra seguidora Caren metió su pie tropecé y caí... Risas de nuevo, corrí lo más rápido que puede al baño me asegure que no había nadie y cerré la puerta llore como nunca lo había hecho, no entendía por qué eran tan crueles. Yo jamás les hice nada, solo me trataban así por gusto. Cuando el llanto se detuvo, salí del cubículo del baño, lave mi rostro iba a salir, pero la puerta se cerró y una voz que ya conocía hablo. –Si te gusta tanto la soledad te voy a encerrar aquí así estarás bastante tiempo sola.– Stephen podía ser cruel conmigo siempre, no entiendo por qué razón. Jamás le había hecho nada. –No, no por favor... Stephen, no lo hagas...– corrí trataba de abrir la puerta y tenía puesto el seguro por fuera, empuje lo más que pude pero fue inútil. Me di por vencida y me senté en el suelo. Me quede ahí sentada no sé por cuánto tiempo hasta que escuche la puerta abrirse, levanté mi cabeza para ver y quedé boquiabierta. –¿Petter?– mi voz tenía sorpresa, confusión y alegría. ******************************** Mis chicas bellas espero estén disfrutando está historia las quiero un montón agradezco mucho su apoyo. acá les dejo mi perfil de i********: si gustan pueden seguirme. @reverolfrangelis ??
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