Todo había pasado muy rápido, escuché la voz de un hombre en la casa de Mariel, era muy tarde y sabía que Tobías no estaba en casa. No era tampoco la voz de su hermano y eso fue lo que me preocupó, además de lo enojada que sonaba esa voz. Entonces salí. Fue cuando vi que se la llevaba en su hombro. ¿Cómo es que pude gritar todo ese tiempo sin que nadie saliera a ver lo que pasaba? Esa parte me preocupó mucho, hoy en día las personas intentan no meterse en los asuntos de los demás, incluso si alguien corre peligro, eso es alarmante. Abrí los ojos, una mezcla de dolor y desorientación nublaba mi mente. Había logrado enviar unos mensajes a Tobías antes de que la ambulancia llegara, además de eso… envié un mensaje a él, pero no porque esperara una respuesta de su parte, quizás porque no t