Los primeros meses de vida del pequeño Davide ya habían pasado, ahora ella y su hijo se encontraban viviendo en San Francisco por orden de su esposo, casi un año. Mismo tiempo que llevaba sin verlo, hasta hace un día, cuando se apareció en el hospital luego de un mensaje que le envió su esposa. No estaba allí por ese mensaje, era imposible que él saliera de Italia y llegara a San Francisco en menos de dos horas. Él ya estaba allí. No por ellos. Solo se trataba de negocios. Pero, luego de recibir ese mensaje de parte de su esposa, decidió que era momento de ir a buscarlas. Los primeros tres meses, Davide enviaba un hermoso ramo de flores a Chiara, todos los sábados. Al despertarse ella encontraba ese ramo de flores en la puerta, sin falta. Algunas veces, cuando iba a San Francisco,