-¡Mamá!- exclama mi hijo feliz -¿viste lo grande que es mi habitación?- me toma de la mano y me arrastra hacia adentro -¡Mira todos estos libros mamá!- grita y me señala la biblioteca llena de cuentos infantiles, y lecturas permitidas para su edad. Esta feliz, y yo realmente estoy impresionada, me parece que es demasiado. La habitación es muy grande y cuenta con una gran cama, la biblioteca, un baño propio, un pequeño juego de muebles a un lado, una mesa con un ordenador y su escritorio. Incluso un pequeño espacio con juguetes y hasta un armario lleno de ropa, zapatos y trajes de su talla. ¿Desde cuándo tenía planeado todo esto? -¿Te gusta?- la voz de Cristian se escucha detrás de mí. Volteo, y lo veo allí parado en la puerta con una gran sonrisa. -¡Me encantan!- exclama -Gracias Cristia