-Bueno, niños, hora de dormir- me levanto del cómodo mueble -Mañana hay escuela- los dos me miran con caras tristes haciéndome pucheros -Pero… el fin de semana podremos hacer algo divertido. ¿Qué les parece?- les sonrío y los dos niños, incluso Cristian me mira con una sonrisa. Ambos gritan y saltan felices poniéndose de pie de inmediato -Que pases muy linda noche mi dulce Camila- me agacho y le doy un beso en su cabeza -Mañana nos vemos- le extiendo mi mano a mi hijo y ambos nos disponemos a salir, noto que Cristian carga a su hija en sus brazos y nos sigue detrás. Los cuatro subimos las escaleras en total silencio, y ambos entramos en las habitaciones de nuestros hijos, al cerrar me doy cuenta de que la habitación de Camila está justo al frente de la de Cris. Cierro la puerta al pasar y