Cerberus II

882 Words
“- ¿Qué tiene Cerberus? – preguntó Perséfone a Hades preocupada por el perro. - Bebió aguas malas y ahora está mal. – dijo Hades viendo a su amigo de tres cabezas dormir en el césped inconsciente por sentir dolor en su cuerpo. Perséfone se alejó de ellos y fue en busca de plantas medicinales, con la ayuda de un arroyo que contenía aguas cristalinas hizo un brebaje, que era una medicina para cura toda clase de males existente en su mundo. Caminó hacia ellos y le dio a beber a Cerberus. Cabeza por cabeza fue depositando el líquido mientras cantaba con su melodiosa voz. Hades sorprendo observó como Perséfone se preocupaba por su amigo, hasta que Cerberus empezó a reaccionar y en agradecimiento lamió a Perséfone un sin número de veces. - Como dueño, debes tener más cuidado con lo que come y bebe Cerberus. No porque seas el Dios del inframundo vas a verlo allá después de su muerte. - llevó sus manos a la cintura y preguntó algo molesta. - ¿Qué pasaría si la persona que más amas no la vuelves a ver ni después de la muerte? ” - Me moriría contigo. – respondió Hades después de aquel recuerdo. … Ni bien salió Cerberus del carro, quería correr por todo el parque. Hizo algo de esfuerzo y como lo temía Perséfone, la cuerda no aguantó y se rompió al instante, haciendo que ella cayera al suelo y se golpeara el trasero por el impacto recibido. Se levantó del suelo algo adolorida y empezó a darse masajes en las nalgas, el impacto había sido duro y hasta molesto. Miró a Cerberus que corría por todo el lugar y las personas hacían todo lo posible por alejarse de semejante bestia. Perséfone corrió tras de él para calmarlo, al hacerlo su zapato favorito se dañó, se rompió un taco y tuvo que sacárselos y andar descalza por todo todo lugar. Alcanzó a Cerberus y lo tomó del cuello, ya estaba cansada de correr y su cuerpo estaba llenó de sudor, por un momento llegó a odiarlo, pero bien sabia que la culpa era del dueño, era de Hades por malcriarlo. - No hagas eso, Cerberus. - dijo molesta y el perro se controló un poco. – bueno al menos entiendes. – volvió a decir. – Ahora vamos a buscar una cadena que, si resista y un par de zapatos para mí. – miró alrededor, donde las personas sólo Los observaban de reojo. - todos aquí te tienen miedo, será mejor irnos. Cerberus caminó junto a Perséfone en busca de una nueva cadena y un par de zapatos. Cuando salieron del local, Cerberus estaba más calmado y con una nueva cadena, más resistente que la otra y ella había conseguido unos tenis. Lo llevó a pasear más tranquila, el perro estaba calmado hasta que comenzó a dejar sus pasteles por todos los lugares. Perséfone respiró una y otra vez, estando tranquila, fue a limpiar. Estaban descansando, ya faltaba poco para las dos horas de paseo. De repente un joven muy apuesto se acercó a ellos, a su lado iba un pastor alemán que no paraba de ladrar a Cerberus. - Es un gran perro. – dijo el joven ¿Qué r**a es? ¿Qué le das de comer? - Desconozco la r**a y no sé qué come. – dijo Perséfone con mucha amabilidad. - Creí que era tuyo. Por cierto, soy David. – extendió su mano para saludarla. - No es mío. - ella tomó su mano. – Perséfone. Una de las cosas que le dijo Hades a Cerberus era que espantara a todo aquel hombre que se le acercara a Perséfone, se puso de pie y de un solo ladrido cayó al pastor alemán y se fue corriendo, después Cerberus se puso en frente de Perséfone. - Creo que yo mejor me voy. – dijo David al ver al perro que no hacia más que gruñir, dejó de verlo y se fue en busca de su mascota. - ¿Por qué hiciste eso Cerberus? – preguntó Perséfone por la actitud del perro, sin entender el porqué de su agresividad. Cerberus la miró y comenzó a correr de nuevo, llevando consigo a Perséfone. Las dos horas habían concluido y el perro la llevó hasta el coche donde tomó asiento en la parte trasera del coche. Perséfone fue a bañarlo y como de costumbre terminó mojada y desarreglada. Una vez limpio lo llevó al Spa, donde le hicieron todo lo que Hades había pedido, era increíble ver como trataban a Cerberus y era increíble como terminó una vez más Perséfone. ... - Amo Hades ¿Está seguro de qué la señorita Perséfone podrá controlar a Cerberus? - preguntó Caronto algo preocupado. - Yo estaría preocupado por Cerberus. - dijo Hades sentado en su sillón. - Perséfone ha sabido como tratarlo y Cerberus la recuerda, ella la curó y le está agradecido por eso. Y como conozco a Perséfone, en estos momentos compró una nueva correa para él. - De acuerdo amo Hades, en una hora paso a recoger a Cerberus. - Caronto asentó su mirada y empezó a salir, Hades lo vio irse. Mientras lo veía alejarse pensaba en Perséfone y su pequeña mascota ¿Cómo lo habrán pasado? se preguntó.
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