Cuando llego a la puerta del edificio encuentro a Gael con un ramo gigante de rosas rojas y una sonrisa que cubre todo su rostro, quien al verme llegar en un auto corre a abrirme la puerta para ayudarme a bajar, y honestamente no puedo evitar sonreír mientras lleva la maleta y camina junto a mío. Se siente bien ser atendida de esta manera, es algo bonito que no puedo describir, creo que es la primera vez que recibo este tipo de atención.
- ¿Cómo te fue? ¿Qué tal estuvo tus días de viaje? ¿Qué tal el trabajo? – lanza varias preguntas a la vez al momento de entrar al apartamento.
- Bien, bastante bien para ser honesta, creo que nunca en mi vida había trabajado tanto, estuve todo el tiempo ocupada.
- Me alegro mucho por ti, vi alguna de tus fotos en ** y te veías he
