Salgo como es habitual temprano en la mañana del veintitrés de diciembre, esta vez en la fiesta no habrá nada que disimule el evento, simplemente es una fiesta navideña fuera de la ciudad, y soy consciente de lo que estoy haciendo, estoy entrando voluntariamente a la boca del lobo. Sé que si tengo sexo con alguien es bajo mi voluntad y si deseo, además son solo unos pocos días de comida ligera, sonriendo bonito y disfrutando la vida. Contrario a la vez pasada que organice una maleta llena de cosas que no use, hoy solo cargo la muda de ropa que usare al volver a casa y los productos de mi rutina de belleza, y escondí algo para comer, no es mucho, pero sé que me salvara la vida. No me tome la molestia de guardar nada más, por lo general no se usa ropa interior mientras estoy trabajando, lo