De Portada

Capitulo seis. Confundida.

Estoy realmente ansiosa cuando llego a la agencia, nos están esperando un grupo de personas que no he visto antes, todos están debidamente identificados y tienen algunos documentos que nos hacen firmar, realmente ni me detengo a leerlos, sin embargo tiemblo ligeramente mientras estampo mi firma.

Me despido de Lucia, quien no podrá viajar por no ser del grupo de modelos contratadas, en caso de querer ir deberá correr con sus propios gastos y es algo bastante costoso como poderlo cubrir siendo estudiante. Nos hacen seguir a una pequeña habitación donde nos revisan las maletas, las cosas que llevamos, las marcamos y organizamos, en especial buscan que no llevemos drogas o bebidas alcohólicas.

Cuando nos dirigimos al transporte que usaremos, veo de reojo como vuelven a abrir las maletas y guardan unas pequeñas cajitas que no logro ver bien. Para luego subir a un pequeño Subimos a unos pequeños buses bastante cómodos, Lucia está de pie en la calle esperando que salgamos, me despido de la mano mientras chateamos en el celular.

— Cuídate mucho, me cuentas todo lo que suceda, y toma muchas fotos…

— Claro que sí, el martes nos vemos, ¿me esperas?

— Si, voy a estar aquí, lástima que no puedo acompañarte.

— Preséntate como modelo.

— Sabes que eso no me gusta, pero me gusta acompañarte.

— Entonces para el próximo vamos juntas.

— Es un trato, ahora cuídate mucho, me voy a casa.

Siento cuando el bus empieza moverse, es un viaje corto por lo que aprovecho para dormir un poco mientras llegamos al hotel, las otras chicas conversan de todo un poco, hablan de sus novios, de los otros eventos en los que han estado, de la fiesta del día anterior y cosas de ese tipo. Cuando llegamos nos hacen seguir a la recepción del hotel, aun no es mediodía, y tengo entendido que el evento iniciara a las cuatro de la tarde por lo que tenemos el tiempo justo para estar listas.

Nos acomodan en el lobby del hotel en donde veo como entran nuestras cosas y las llevan directamente a las habitaciones, y una señora que no he visto antes, se presenta como la coordinadora del evento, su nombre es Sonia y con lista en mano nos empieza a llamar una a una, y va quitando los celulares para luego rotularlos y guardarlos en una bolsa.

Que hare yo sin celular, mi papá me mata si no le respondo la llamada dentro de un rato, lo primero que se me ocurre es esconder el celular entre mis cosas para que no me lo quiten, sin embargo, es demasiado tarde, soy la siguiente en la lista en ser llamada.

— Señorita, su celular — dice en tono seco.

— No por favor, no me quietes el celular – suplico mientras lo agarro con fuerza.

— Debió pensar en eso antes de aceptar y firmar el contrato, en las clausulas está escrito, típico en la chica nueva, solo quieren estar hablando con el novio y tomándose fotos.

— Pero mi papá me mata si no le respondo la llamada – digo con evidente voz de pánico.

— Debió pensar en eso antes de aceptar, insisto – dice enojada – se supone que es mayor de edad, así que debe tomar sus propias decisiones, si no está lista para esto por favor espere un rato en recepción y en un rato uno de los buses le llevara de vuelta, así de simple.

— No, yo no quiero volver — insisto con voz chillona — pero no quiero entregar mi celular.

— Le doy cinco minutos para pensarlo y agradezca que hoy estoy benevolente, nos está atrasando el día.

— ¿Pero por qué debo entregar mi celular?

— Para que no se entretengan hablando con sus novios, y ahora si me disculpas debo llamar a la otra chica, está atrasando el cronograma.

— Si señora — susurro incómoda.

Me aparta dejándome a un lado con el celular aferrándose con fuerza a mi mano, realmente no se qué hacer, que decir, no me quiero ir, pero tampoco quiero dejar mi celular, pienso en todos los posibles planes, en todas las cosas que podría hacer o decir, solo hay una posible idea que podría funcionar y creo que es mi tabla de salvación. Me aparto un poco más del grupo y llamo a Lucia.

— Lucia, sálvame el día.

— ¿Estás bien? ¿sucedió algo? — su voz me llega preocupada.

— Sí, es que no sabía que debía entregar mi celular, y mi padre me va a llamar todo el fin de semana, yo le dije que iba a estar contigo todos estos días, ¿tu podrías cubrirme?

— ¿Cómo podría yo cubrirte? — pregunta confundida.

— Simple, yo le voy a llamar en un rato a decirle que tengo un problema con mi celular, que no está funcionando bien y que como voy a estar contigo todo el fin de semana si me necesita que te llame a ti, y cuando te llame tu respondes por mí, le dices que tengo gripa, dile cualquier cosa, ya sabes que podrías responder, pero no le digas nada grave para que no salga corriendo y quiera devolverse, le dices que mi hermano te está cuidando.

— ¿Tu hermano se llama Ulises?

— Si, y mi hermana María José, y le decimos Majo de cariño, solo cúbreme, no hagas conversación muy larga, o haces monosílabos…

— ¿Qué me das si te cubro?

— La mitad de lo que me paguen es tuyo, pero te lo entrego solo si sale bien.

— Está bien, yo te cubro, pero ya sabes, la mitad de lo que ganes es mío.

— Gracias y por eso no te preocupes, ahora voy a llamarlos para decirles.

Respiro un poco más aliviada, ya sé que cuento con ella, así que le envió a Lucia mi ubicación para que esté enterada de donde estoy, para luego mejor enviarle un mensaje a mis padres, enviándole el numero celular de mi amigas y a último momento le envió un mensaje a mis hermanos, pidiéndole que me cubran con mis padres, con la excusa que donde estoy la señal es muy mala y no siempre tengo cobertura, por lo que no podre responder cada vez que me llamen.

Estoy confirmando el cruce de información con mis hermanos y Lucia cuando la misma mujer se acerca con gestos de pocos amigos.

— Señorita, ¿ahora si me va a entregar su celular o se devuelve a casa? Créame que su novio no se va a morir por no hablar con usted un par de días, a lo mucho se busca otra si tiene muchas ganas, o no la quiere lo suficiente.

— Eso sonó feo — digo sin filtro — y en serio es un tema con mis padres, ya quisiera tener novio.

— Como quiera, igual el problema es suyo, la pregunta es ¿se va o se queda? — dice en un tono grosero que me hace revolver algo por dentro.

— Me quedo — digo resuelta mientras apago el celular — estoy lista para quedarme.

— Siga a sus compañeras por favor, es la última del grupo, Sofía — dice revisando mi nombre en la lista.

Camino a paso resuelto detrás de las otras chicas, nos llevan a un salón donde nos empiezan a dar indicaciones, y las modelos practican la coreografía que usaran, es la misma que hemos estado practicando en la agencia y empiezo a sentir hambre, mientras ruego en silencio que nos den la comida, es hora de almuerzo, sin embargo, lo único que hay a la vista es agua y algunas pocas frutas.

A las dos de la tarde nos envían a un salón para empezar a maquillarnos y vestirnos, entregan una bata tipo kimono y nos piden que nos quietemos toda la ropa para evitar marcas en la piel, además nos informan que las prendas que usaremos están preparadas a un lado y las vestiremos justo antes de salir. Por lo que empiezan con maquillaje y peinado en tiempo record, son apenas unos pocos minutos por chica, parecemos muñecas por la velocidad con la que hacen las cosas, y antes de cuatro estamos todas listas.

Sera un evento de varias partes, las chicas de protocolo como yo, estaremos de pie recibiendo a los invitados del evento, les entregaremos el programa y le ayudaremos en lo que requieran un vez se registren en el hotel. Luego será la primera salida de las chicas, una fiesta, y al día siguiente se repite un poco la misma operación, y el lunes festivo, será un día libre o algo así, el punto es que siempre debo estar perfecta dando indicaciones.

Antes de salir nos entregan una bolsa de papel de color blanco, sin mayores indicaciones, y nos piden que nos pongamos la ropa. Abro la bolsa y solo encuentro un vestido de baño azul eléctrico bastante pequeño, un par de tacones y un tarro de crema de esas que ponen la piel brillante, realmente estoy desnuda con esto, sin embargo, busco un lugar en donde vestirme cuando veo a las otras chicas desnudándose y vistiéndose delante de todos, realmente esto es algo incómodo, no sé qué firme ni que acepte.

Ahora que pienso nunca pregunte a qué tipo de evento me dirigía, ni para que me contrataban, cuando leí la suma de dinero que me van a pagar por cumplir lo demás paso a un segundo plano. Así que no tengo más opción y con cuidado, sin quitarme la bata me visto y a lo lejos escucho cuando alguien dice en tono burlón que soy la nueva.

Por lo que a las cuatro de la tarde estoy de pie en la puerta sosteniendo muchos folletos y sonriendo hasta que me duela la cara. No puedo negar que me siento incomoda al estar tan expuesta, y creo que debí informarme un poco más. Cuando empiezan a llegar en buses similares a los que nosotras usamos en la mañana grupos de personas, para mi sorpresa la mayoría son hombres, pensé que por ser un evento de moda, la mayoría serian mujeres.

— Sonríe — susurra una de las chicas.

— Pero me siento incomoda — digo en el mismo tono.

— Eso es la primera vez, ahora sonríe, luego te explico cosas de este tipo de eventos, me imagino que no estás muy informada.

Sonrió de forma forzada mientras asiento, al tiempo que le entrego a un señor bastante mayor un folleto, me sorprende que siendo personas tan adineradas lleguen en este tipo de transportes, por un instante me imagine el desfile de autos costosos, con conductores incluidos. Veo de reojo a las otras chicas que sonríen felices a los hombres que llegan, y veo como mueven sus pechos ligeramente para ser vistas, y otras saludan con mucha efusividad, como si se conocieran de antes.

Y realmente empiezo a sentir que cometí un error y creo que mi padre me mataría si se enterara en donde estoy, respiro profundo para poner mi mejor cara mientras ruego que el tiempo pase rápido para poder volver a casa rápido.