Al día siguiente: 12 de octubre
[GAEL]
Decir que he dormido, sería una mentira enorme. He estado toda la maldita noche dando vueltas en el sofá como un tonto, sin poder dejar de mirarla. Entre el corto camisón color n***o con un pronunciado escote y la manera que nuestros hijos hacen que sea aún más corto, sumado a que ha dormido tan solo cubierta por una tímida sabana, y que el sofá es totalmente incomodo; la noche se me ha hecho eterna.
La veo moverse y apenas abre sus ojos, ella se percata que en estos momentos apenas sus piernas están cubiertas por las sábanas dejando ver el resto de su aun perfecta anatomía a pesar de que ella crea que no es así por el embarazo, al descubierto. Rápidamente se sienta en la cama, apoya su espalda contra el respaldar y se cubre hasta los hombros. — ¿Puedes dejar de mirarme así? — Me pide y de inmediato me acomodo en el sofá sentándome.
—Buenos días, ¿Cómo has amanecido? ¿Bien? ¿Y tú? Gracias. — Digo haciendo un monologo. —Disculpa si te miro así, pero se me hace un poco difícil no hacerlo. — Confieso.
—Ahora se te hace difícil... De acuerdo. — Es lo único que dice y se levanta de la cama para ir por su albornoz.
«No entiendo, ¿a qué se refiere?»
[SERENA]
Dice que se le hace difícil no mirarme como si me estuviese desnudando con la mirada, pero bien que hace unos meses no podía ni siquiera mirarme a los ojos por lo mucho que me odiaba. Me levanto de la cama ignorándolo por completo y voy en busca de mi albornoz que está colgando en la silla que está cerca de la cama.
—¿Puedes explicarme que significa ese comentario?— Me pregunta al cabo de unos minutos.
Me quedo en silencio, me coloco el albornoz que hace juego con mi camisón, y anudo la cinta por encima de mi pronunciada barriga. —¿De verdad quieres que te lo explique?— Le pregunto esta vez mirándolo a los ojos. Él asiente y su manera de olvidarse de todo lo que ha hecho, comienza a irritarme lo suficiente —¿Recuerdas la cantidad de veces que me has mirado con desprecio? ¿Cuántas veces me esquivabas la mirada? ¿eh? — Le pregunto con enfado y el verlo levantarse del sofá me hace tener que dar dos pasos hacia atrás.
Nuestras miradas se cruzan en un juego de poderes para luego hacer un paneo general el uno del otro. Por mi parte intento no distraerme con la manera que su pantalón de pijama lo traiciona al dejar poco a la imaginación de cómo se ha despertado. En cambio, él lucha por mantener su mirada en mi rostro y no centrarse en mis piernas o en lo que aun deja ver la apertura del albornos en la altura del escote.
—Ya no sé cómo explicarte que me he equivocado. — Dice exasperado. —No era real lo que hacía, era un escudo que utilizaba para ocultar lo que aun siento por ti, creía que me habías engañado. — Insiste y vuelve a acercarse a mí.
Pego mi espalda contra la pared y levanto mi brazo para indicarle con mi mano que no se acerque —Quédate allí.— Le pido y una extraña sensación de miedo me recorre por dentro.
Siento como mi cuerpo comienza a temblar, como mis piernas se debilitan y mi corazón late demasiado rápido —Serena, cálmate cariño... no te hare nada. — Me dice en un tono más bajo; tanto que parece un susurro.
—No te acerques— Insisto con mi voz quebrándose.
—Vale, mira, me estoy alejando de ti. — Dice levantando sus manos y vuelve a sentarse en el sofá.
Quisiera decirle algo, pero me siento bloqueada y no entiendo por qué. Sé perfectamente que él no me haría daño; al menos un daño físico, pero ¿Por qué me siento así?
Como puedo me acerco nuevamente a la cama y me siento en el borde. Inhalo y exhalo una y otra vez bajo la atenta mirada de Gael y cuando siento que he regresado un poco en mí; volteo a verlo. —Dime que te encuentras bien por favor— Me pide y en su mirada veo reflejada la misma angustia que yo siento por dentro.
Asiento —No sé qué me ha pasado. Es como si hubiese vivido esta situación antes, es muy difícil de explicar. — Consigo decir un poco más calmada.
—¿Puedo?— Me pregunta con la intención de acercarse a mí. Asiento levemente y él se acerca muy lento hasta que se agacha frente a mí. —No quiero que mi presencia te de miedo...— Comenta perturbado.
—Es que no lo entiendo, estuvimos en esta habitación juntos y no me sentía así. Ha sido el verte acercándote a mí y chocar con la pared en mi espalda lo que ha hecho que en mi se desatara este miedo— Confieso entre lágrimas.
Él me mira preocupado —¿No recuerdas nada de lo que sucedió aquella noche?— Me pregunta con un hilo de voz y niego.
—Nada—
—¿Por qué no has pedido ayuda con un psicólogo? Lo que te ha hecho ese cabrón no es algo que se pueda superar tan fácil. — Cuestiona.
—No era fácil hablar de lo que he pasado con alguien a quien no conozco, ¿Cómo le explicaba que el hombre que supuestamente amaba vio todo lo que sucedía y solo ha pensado que le estaba engañando? Además, tú no eres cualquier hombre de por allí, eres una personalidad publica y quién sabe si por algo de dinero quieran vender la historia. Eso sin contar que ni contigo lo he podido hablar.— Su mirada se cristaliza por completo y yo estoy aquí haciendo mi mejor esfuerzo por mantenerme en calma.
—Quisiera poder tomar las agujas del reloj en mis manos y regresarlas a aquella noche para no haberte dejado nunca sola, pero no puedo. No sé qué hacer, me vuelve loco el ver que puedes reírte con Joel e incluso Edrien, pero a mí me tienes miedo... dime que hacer y lo hare. – Confiesa.
—Ojalá tuviese esa respuesta Gael... yo pensaba que lo que más me carcomía la cabeza era saber que has estado con otra e imaginarte besándola y haciéndole el amor, pero no, ahora me doy cuenta de que también no logro superar el verte allí en esa habitación cuando desperté y que no hicieras nada más que desquitarte con él a golpes y conmigo a puros reclamos, si tan solo me hubieses dado una oportunidad de hablar...—
—Yo...— Intenta decirme, pero un golpe en la puerta interrumpe nuestra conversación.
—Es mejor que no digas nada. — Me limito a decir. —Abre la puerta, si es Joel dile que estaré abajo en unos 30 minutos. — Explico y sin más me levanto para ir al baño a darme una ducha. No sé si escucharlo es algo que me hará bien, «¿Qué puede decirme que vaya a borrar todo lo que ha hecho?»