Una invitación

1599 Words
Quince días después Barcelona Gabriel Para discúlpame con Leonor por ser un imbécil, la he invitado al teatro a mirar sus obras favoritas, incluso le prepare la cena en mi departamento, aunque aseguro que no eran necesario tan atenciones, igual yo he seguido compensándola cuando tengo alguna oportunidad. También los últimos días he meditado sobre mi vida y no puedo seguir viviendo de un recuerdo, ilusionado por algo que tal vez nunca suceda, por tal razón he decido darme una oportunidad con Leonor, porque con tenemos muchas cosas en común, es una mujer muy hermosa, con unos ojos marrones claros que te hechizan, su piel blanca es tan delicada como la porcelana, tiene una buena 1,70 cm. y sus cabellos dorados son el complemento perfecto de su figura, además cualquier hombre estaría dispuesto a tener una familia con ella, entonces sería un tonto si la dejo escapar, por eso decidí conquistarla y llevar la relación a otro plano. Horas más tarde Quería darle una sorpresa a Leonor, cómo no podía estar en dos lugares al mismo tiempo, mientras yo iba a recogerla a su oficina, le entregue un juego de llaves de mi departamento al portero de mi edificio para que hiciera entrar al personal que enviaron del restaurante favorito de mi amiga con la cena, en fin, espero que ellos hallan hecho todo lo que solicite. Ahora vamos en mi auto hacia mi departamento con la excusa que quiero mostrarle mis nuevas ideas para una nueva campaña, como tal a los pocos minutos llegamos al edificio, enseguida ingresamos hasta llegar al ascensor así subimos hasta mí piso, caminamos hasta la puerta, abro haciéndola entrar primero mientras yo la sigo. –Gabriel ¿Qué significa esto? –me dice sorprendida al mirar el ambiente. –Leonor todo este tiempo he sido un ciego ¿Quieres darme una oportunidad? Esto es solo una parte de lo que sería capaz de hacer por ti, ¿Te gusta? –Gabriel me has tomado por sorpresa, me encanta cada detalle, las velas alrededor de la mesa, la cena con todos esos pétalos de rosa, el corazón formado con las rosas, es muy romántico de tu parte. –Leonor Palacios aquí tienes mi corazón, te lo entrego ahora es tuyo, no te voy a defraudar. –Gabriel ¿De verdad quieres intentarlo? No quiero que te sientas obligado. –No me siento obligado, tú me gustas mucho y quiero perderme contigo, quiero todo. –Gabriel no lo sé, me parece que tienes un arranque de culpa, mejor no intentes cambiar las cosas, además ¿Por qué a estas alturas quieres involucrar al corazón? –Leonor ¿Cómo te hago entender que quiero una relación verdadera? Dame una oportunidad. –Creo que deberíamos ir despacio para que ninguno de los dos salga lastimado. –Leonor a estas alturas quieres ir despacio, hemos tenido intimidad conozco cada parte de tu cuerpo, es un poco absurdo lo que propones, además yo no tengo dudas, siento que seriamos muy felices juntos, nosotros nos llevamos bien, tenemos muchas cosas en común, podemos hablar por horas y no te aburres de mis historias. –Gabriel el hecho que nos llevemos bien, no significa que si tenemos una relación funcione. –Leonor ¿Cuál es tu miedo? No te voy a lastimar, lo prometo. –Gabriel no lo prometas, sabes que no puedes asegurarlo, encima tú todavía piensas en ella. –Ella no es real, tú lo eres y estás aquí a mi lado, contigo siento que tengo un futuro. –¿Un futuro? Pero el problema es que no sé si quiero tenerlo contigo. –Puedo sentir que funcionara, vamos Leonor acéptame, se mi novia–le digo poniendo mis manos en su cintura. –Está bien acepto tu pequeña declaración para que sea tu novia. –Amor no te vas a arrepentir ¿Cenamos? –¿Amor? Se escuchó bien que me llames así. Un mes después Desde esa noche en que decidimos darnos una oportunidad como pareja, con Leonor, siento que todo está cambiando entre nosotros, sé que ella todavía se siente insegura, aunque estoy dando todo mi esfuerzo por olvidar a Patricia, queriendo vivir con una mujer que me demuestra que le importo. Ahora termino de revisar los diseños de la campaña para poder salir temprano de la oficina e ir a buscar a mi novia a su trabajo hasta que soy sorprendido por la voz Arturo Castro, el jefe de medios. –Arturo ¿Se te ofrece algo? Si es por los diseños de la campaña de los cereales, ya están en el departamento de postproducción– le digo apenas escucho su voz en mi oficina. –Gabriel ya vine revisando todos los detalles, todo marcha según los tiempos, yo quiero hablarte de otro tema, como sabes hemos sido nominados por la campaña de prevención contra el covid-19 en el festival Cannes Lions y no hemos definido quien asistirá, estuve hablando con Ernesto para que asistiera, aunque me dijo que tiene la agenda copada todo el mes y le es imposible asistir, así que la opción más idónea eres tú. –Arturo busca a alguien más para que asista, yo no puedo ir estoy ocupándome de la campaña de los Rivera, lo siento. –Gabriel estoy seguro que puedes asistir, tú equipo es uno de los mejores y sabes cómo te manejas en los proyectos, podrás orientarlos a distancia, aquí tienes la invitación, viajas en tres días a Cannes, ahora hablo con mi secretaria para que prepare todo para tu estadía. –Arturo en serio no puedo ir, tengo compromisos a los que asistir. –Gabriel ocúpate de tener todo listo para el viaje, permiso– sentencia mientras se retira de la oficina ignorando mis argumentos. Arturo me ha dejado en jaque, justo ahora que quería darle un sentido a mi vida llega está invitación para viajar a Francia, lo mejor sería hablarlo con Ernesto y que envíen a alguien más, no quiero lastimar a Leonor, no sería justo con ella. En la noche Tras una velada romántica en uno de los restaurantes que frecuentamos, salimos del lugar a dar una pequeña caminata a luz de la luna agarrados de las manos como dos eternos enamorados, sin esperarlo estábamos caminando por la avenida de las Ramblas, siempre está abarrotada de transeúntes, todo el camino encuentras bares, puestos de florería y por supuesto aproveche la ocasión para regalarle unas rosas a mi novia, hasta un helado degustamos. Decidimos que era hora de volver por el auto al ver tanta gente en la calle, en este momento prefiero un poco más de privacidad para lo que tengo en mente, así apenas llegamos a la puerta de mi departamento, bese con desesperación a Leonor, esta noche las palabras están demás, ella conoce perfectamente mis intenciones, entre caricias perdidas en el diván que van exigiendo más, nos desnudamos, para que el silencio que hay en la habitación sea interrumpido por nuestros gemidos al rozar nuestros cuerpos, una vez más me siento como un lobo hambriento que necesita saciar sus ganas y ella quema por dentro, haciéndola volar con cada embestida que doy, hasta siento que llega el final, me desplomo encima suyo, le doy un corto beso y salgo de ella para ponerme a un costado pegándola a mí. A la mañana siguiente Me despierto estirando mis brazos buscando a mi novia, hasta que la veo en pie junto a la cómoda de mi ropa mirándome, me desenredado de las sábanas para saludarla. –Buenos días amor, vamos a la cama ¿Te parece? Aprovechemos que es sábado– le digo agarrándola de la cintura. –Mejor hablemos de esto ¿Te parece? –me dice dándome la invitación. –Amor olvídate de esa invitación, no pienso ir. –Gabriel ¿No piensas asistir? Es un evento importante para tu carrera, puedes conocer a más gente interesada en tu trabajo y abrir tu propia empresa. –Leonor pueden enviar a cualquiera, no me interesa asistir además estoy en medio de una campaña. –¿No vas por ella? o ¿Por la campaña? –Leonor…no hagas esto, por favor. –Gabriel ¿Me amas? ¿Qué significo yo en tu vida? –Amor basta con eso, sabes que quiero empezar una nueva vida contigo. –Gabriel no quiero ser tu segunda opción, anda a Paris, búscala y aclara tus sentimientos por ella, no quiero fantasmas entre nosotros, no quiero que el día de mañana te arrepientas de no haber ido y me lo reproches, quiero que descubras si tal vez algún día me puedas amar. –No hace falta Leonor, sé que con el tiempo te podré amar, solo dame tiempo ¿Puede ser? –Gabriel anda a Paris, tú la has estado esperando toda tu vida, ahora llego la oportunidad de saber si tienes alguna esperanza con ella, dejaras de pensar en ese encuentro imaginario con ella. –Leonor no voy a ir, está decidido. –¿Tienes miedo de que ella no sienta nada por ti? Si no vas no lo podrás descubrir, no seas cobarde. –No soy un cobarde, sencillamente no tengo nada que buscar en Paris, mi novia está aquí, delante de mí. –Nos vemos Gabriel, que tengas un buen viaje, llámame cuando regreses– me dice mientras camina a la puerta. –Leonor espera, por favor no te vayas así– le digo buscando mi bóxer para ponérmelo e ir tras ella. –Espero que realmente puedas encontrarla, cuídate– asegura delante en la puerta para luego observar como su figura se aleja.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD