Lanzó unos golpes al aire, tomó su espada y fingió que cortaba el viento, dos días enteros sin moverse era lo que había tenido que soportar al estar bajo los cuidados de Ava, la mujer no le dejaba ni que la ayudara con las actividades de limpieza "Es una orden del príncipe" era lo que le decía cada vez que intentaba levantarse de la insoportable cama. Bueno, ahora su cuerpo se sentía completamente recuperada, lista para volver a sus funciones como caballero. — Pobre Fergus, seguro me ha extrañado, pero ahora me siento más fuerte que nunca. — lanzó otro espadazo al aire, sin notar que ese instante entraba su nana. — ¡AHHH! — La pobre mujer se llevó un susto de muerte al ver la espada frente a sus narices, el pulso se le había acelerado con tan solo imaginarse el objeto cortando su pie