La mirada de Adelaida se mantenía fija en Hilda, la cual se encontraba vigilando afuera de la mansión con algunos compañeros. Hilda sentía una intensa mirada en ella, pero cuando intentaba buscarla no entraba nada. Adelaida se encontraba molesta ante aquella mentira de la mujer, se preguntaba porque lo estaba haciendo y que ganaría ella si lo hacía. Sin embargo, no obtenía ninguna respuesta. Unos pasos sacaron a Adelaida de sus pensamientos, al voltear observó que era Gustaf, quien poseía entre sus manos una carpeta. Los gemelos se encontraban al fondo de la habitación mirando su serie favorita, absortos de lo que estaba pasando, Gustaf soltó un suspiro y le entrego la carpeta. — Aquí tienes la información que me pediste de Hilda, también estuve investigando un poco más y ella está cuida