La misma noche
Londres
Anna
En la antigüedad los reyes enviaban a sus emisarios para negociar o más bien daban dos mensajes con su gesto: no voy a rendirme o haremos las cosas a mi manera, pero más allá de su actitud ellos mismos cavaban su tumba sin saberlo, porque aquellos hombres podrían traicionarlos, bastaba ofrecerles joyas, oro, tierras o mujeres, el caso es que eran sobornables, como dicen: todo hombre tiene su precio.
Morgan actuó de manera similar al enviar a Jeff como su emisario para hacer el trabajo sucio. Pero cometió un error de cálculo. Jeff no compartía su mismo pensamiento. Le preocupaban los empleados de Marshall & Marshall, y, para colmo, estaba interesado en mí. Entonces, después de reflexionar unos segundos, me dije: ¿Por qué no? Usemos a su emisario en su contra
