Ellis se puso unos pantalones y una camiseta, tomó las llaves unas sandalias y con una sábana envolvió a su novia quien tenía los labios blancos unas inmensas ojeras, la llevó directo al auto y con la mayor rapidez con dujo hacia el hospital. Para cuando ingresó al hospital, su hermano mayor y su cuñada le estaban esperando con su padre. El mayor de los hombres Pieth preguntó qué había sucedido y su hijo no supo que responder se veía ansioso y sobre todo temeroso. — Ellis, ¿estabas con ella? ¿Qué sucedió? — Lo normal, se metió al baño y fui a abrir la puerta, Cristina llegó y... — El hombre no le dejó continuar cuando le tomó del cuello de la camisa. — Aceptaste esta responsabilidad, te metiste en esto solo, sé lo suficiente hombre para afrontarla. — Los ojos de Ellis se aguaron al ent