A la mañana siguiente Marcela se despertó llorando, las hormonas y sus problemas para dormir últimamente estaban arruinándole el descanso. Cada vez que se permitía disfrutar de su relación y su embarazo su mente le llevaba al momento en el que perdió a su primer bebé y temía por el que llevaba dentro. Ellis le dejó un momento para ir a tomar un baño y luego le acompañó y le besó por un buen rato hasta que logró distraerla. — Te amo — Confesó Ellis y Marcela sonrió encantada. Sintieron al bebé. — A ti también. Cuando ella se calmó, Ellis le dijo que tomara la mañana libre y él iría a trabajar y y asegurarse de que todo estuviese saliendo bien. Marcela le dijo que el esperaba y se arreglaba rápidamente, bajaron juntos a la revista, todos seguían viendo con intriga a Marcela y ella comenz