PERVERSO, el amor del millonario

Capítulo 10: Revelación II

Mi corazón palpita con fuerza y puedo observar como el suyo lo hace de igual manera, lleva un vestido azul largo y un abrigo ligero

Frunzo el ceño ¿Me está comparando con una planta herbácea?

— Hace seis años eras un desconocido que me hacía estremecer con su voz, con el que no tenía la menor idea de lo que podía suceder a continuación, el señor Perverso, un hombre extremadamente atento que me ayudo a explorar mi sexualidad de la mejor forma posible y en el que me perdí por completo — Sonrío un poco, ella es tan bella cuando intenta utilizar ejemplos para explicar algo.

— Cuando la capa del señor Perverso cayó, descubrí a Luka Meyers, un hombre protector, con una vida plagada de problemas y emociones, pero siempre protector y mi corazón se entregó por completo a él — Me atrevo a dar un paso hacia ella que extiende su mano y me pide detenerme.

— Luego, encontré otra capa, conocí a Luka, mi esposo, mi amante, el padre de mis hijos, el señor Perverso y el señor protector — Cada una de sus palabras se me clavan como dagas en el corazón, su mirada intensa me tortura — Todos ellos en un solo hombre, una sola capa. El amor de mi vida, que me enseñó a descubrir lo maravilloso que es caminar de la mano y por igual junto al hombre que hace que tu cuerpo se estremezca y tu corazón y tu alma se sientan plenas y amadas cada día — Me muerdo los labios, sin saberlo, nos hemos acercado y mis dedos indecisos se acercan a sus mejillas.

— Y hoy, otra capa ha caído y he conocido a la sombra de todos esos hombres, un hombre humano, muy humano, pero solitario, temeroso de sí mismo, un hombre completamente desconocido para mí — Sus palabras me han herido profundamente, pero tiene razón, soy ni la sombra de lo que fui — ¿Cuándo empezó todo? — Quisiera no tener que responder a esta pregunta — No me respondas, hace tres años dormiste fuera de la casa y tuvimos una fuerte discusión — Me dice.

— Y durante un momento, tuviste miedo, pensaste que iba a pegarte — Respondo con tristeza, ese recuerdo todavía me tortura, ese día, nuestra discusión fue muy violenta, había dormido fuera de casa, después de mi primera gran crisis, Bastian me ayudó y desde ese momento nos convertimos en amigos.

— Solo lo pensé por un instante, nunca creí que lo harías, yo... — Observo su cara detenidamente, Gia es muy expresiva y ese día vi el miedo en su mirada y no he vuelto a olvidarlo.

— Lo pensaste y lo creíste — Afirmo.

— ¿Y querías hacerlo? — Siempre he tenido la duda de cuál hubiese sido mi reacción si Gia no se hubiera ido.

— No lo sé — Gia se acerca un poco más.

— No lo hubieses hecho Luka — Su mano toca suavemente mi mejilla y me doy cuenta de que la he extrañado como un condenado.

— No quiero correr el riesgo — Sus labios se acercan a los míos y siento su ligera respiración.

— Eres la persona más gentil que conozco, Luka — Levanto una ceja — Sabes a lo que me refiero, no estoy hablando de los negocios, en realidad en eso eres un poco despiadado; Estoy hablando de tu familia, de las personas a las que amas, le diste una nueva oportunidad a tu madre, después de que estuvo a punto de quitarte para siempre a tu hijo y estoy seguro de que perdonaste a tu hermana, estás criando como tuyo a su hijo, después de todo lo que ella te hizo, así que sí, para mí eres una persona gentil — Quiero abrazarla, besarla e introducirme profundamente en ella hasta perder el sentido.

— No sabes cómo me altera el dolor — Le digo, no quiero correr riesgos con ellos, no quiero hacer absolutamente nada de lo que hacía mi padre.

— Escuché lo que le dijiste a Rozo sobre tu padre y te aseguro que por más dolor que sientas, jamás serás como él, tú amas a tu familia, eres un hombre increíblemente protector y amoroso, tanto que prefieres alejarte de nosotros, con tal de evitar el riesgo de hacernos daño — Me deja un suave beso y retira sus labios, pero la sensación de volverla a tener es más fuerte y rodeo su cintura y profundizo el beso, sus manos se deslizan por mi cuello y se enredan en mi cabello, extrañaba la sensación de su sensual cuerpo contra el mío.

Me desespero y la cargo, ella rodea mis caderas con sus piernas, con una mano, empujo todo lo que se encuentra en mi escritorio, el ruido es ensordecedor.

— ¡Uff! — La expresión de Gia cuando escuchamos el ruido hecho por los computadores al caer al suelo, me excita — ¿Crees que él tenga algo que ver con la amenaza? — Esa idea pasó por mi mente, pero estoy seguro de que él sabe que Jean no es mi hijo biológico y no creo que mi hermana haya estado con él, o con todo lo que ha pasado hasta ahora, no puedo descartar absolutamente nada.

— No lo creo, pero es algo que no podemos descartar — Siempre he sido bueno para los rompecabezas, pero en este momento, cada vez que intento concentrarme, el dolor se vuelve más intenso, sin embargo, estoy seguro de que algo se me escapa y tengo que descubrirlo pronto.

— Lo que tienes que tener claro, es que yo estoy completamente convencida de que Luka Meyers, mi esposo, nunca me haría daño, ni a mí, ni a nuestros hijos ¡Vuelve a mí, señor Perverso! — Tomo su cara entre mis manos y me muerdo los labios — Lucharé a tu lado y si en algún momento te vuelves irascible o violento, me encargaré de los niños y los tendré en seguridad, aunque sé que eso no va a pasar — Quiero decirle tantas cosas, que al final le hablo de la mejor forma que conozco.

— Quítate el vestido, tesoro — mi voz ronca, mi erección cada vez más potente.

— Con gusto, señor — Su voz sensual, su sonrisa y su mirada penetrante mientras se quita el vestido lentamente, me hacen perder el control.