CAPÍTULO II Cuando Deborah se separó de Jerry y empezó a cruzar el bosque se sintió llena de inquietud. Como estaba decidida a salirse con la suya y a tratar de convencer a la Duquesa de que fuera piadosa, no dejó que su hermano advirtiera el temor que la embargaba. Sin embargo, debido a que eran gemelos, había una comunicación silenciosa entre ellos, así que cuando detuvieron a los caballos en la orilla del bosque, Jerry le dijo: —Cambia de opinión, queridita. Yo sé que es un error irse a meter en la jaula de los leones. Nos las arreglaremos de algún modo. —¿Con qué?— preguntó Deborah. Se hizo el silencio y comprendió que aun Jerry, que era siempre optimista y descuidado con el dinero, estaba pensando en lo poco que les quedaba ya y que, sin el sueldo de su tío les sería imposible v