Incidente con el desayuno

1368 Words
Valentina soportó la presión en su corazón, llegó a la oficina del presidente y llamó a la puerta temblando. —Entra. Exhaló pesadamente y entró en la oficina del presidente con una sonrisa fingida. —presidente. — Valentina sonrió y dio un paso Adelante mostrando la mejor actitud − Esta mañana … Lo siento mucho… yo pensé que me culpaba por comerme su desayuno. Valentina sacó el servicio que acaba de compra —Le compré esto. No sé qué acostumbra a comer. Yo como esto por la mañana. ¿No ha comido todavía? Cómelo mientras esté caliente". Nathan la miró fijamente arqueando una ceja. Luego miro el desayuno en su mano, mostrando una expresión insatisfecha. — ¿Qué es eso? ¿Crees que como este tipo de comida? —Eh... — Valentina se mordió el labio avergonzada. Se sentía muy agraviada, quería remediar el error de esta mañana. Apenas sonreía y pregunto —Señor, ¿qué quieres comer? Te lo compraré. —No es necesario. — Nathan hizo un gesto con la mano diciéndole que se fuera – Vete, tienes otras tareas. — ¿Tareas? − preguntó Valentina − ¿Qué tareas? —El anuncio de la boda, ¿recuerdas? Hay una rueda de prensa del nuevo proyecto, y voy a mencionar nuestro matrimonio de una vez, ya lo he anunciado en el sitio web de la compañía. La noticia es de carácter público. — ¿Tan pronto? − Valentina, abrió la boca sorprendida. No es de extrañar que la felicitaran cuando llego a la empresa hace un momento. — ¿Qué, estás retractándote? Te recuerdo que firmaste un contrato. Ella se apresuró a negar. —No, no señor. Es solo que… no espere que fuera tan rápido. —No me gusta hacer las cosas con lentitud. —Está bien, lo entiendo − Valentina asintió haciendo un gesto con su cabeza. —Además. — Nathan la miró de arriba abajo con escrutinio – Espera aquí, organice a alguien para que te prepare para el evento. — ¿Prepararme? —Sí, debes vestirte adecuadamente como la esposa de un director ejecutivo – respondió Nathan con desdén. ¿Ropa adecuada? Valentina echó un vistazo al uniforme de la empresa en su cuerpo. ¿El traje n***o, está mal? Aunque lo pensaba en su corazón, ya había estado de acuerdo con un-SI. Por un momento, la oficina se quedó en silencio nuevamente, solo el sonido del teclado de cuando Nathan comenzó a escribir. Pronto aparecieron maquilladores, estilistas y la encargada del vestuario. Valentina no pudo evitar suspirar en su corazón, el dinero no compra la felicidad, pero si una gran tranquilidad. —Señorita Lewis, prepárela adecuadamente – ordeno Nathan, viéndolas salir de la oficina. —Cuente con ello, prometo darle al presidente una hermosa esposa − La señorita Lewis sonrió ambiguamente. Marta Lewis es la maquilladora top de varios artistas populares de la compañía. Nathan la invitó hoy especialmente. ¿Está, realmente, tan inadecuada? Valentina torció los labios, tampoco debería ser tan malo, todavía era muy popular entre los chicos. Rodeados de algunas personas, llegaron al salón. Vamos señora, cierre los ojos. Vamos, abra la boca. Sí ... Póngase esto. Ay, señora, su ropa interior no es adecuada. Cambiemos a una más acorde. Arreglemos el Cabello. ¿Era esto necesario? Como una muñeca, Valentina fue movida de aquí para allá. Cada vez que la llamaban “SEÑORA” aumentaba el miedo en su corazón. ¿Hizo lo correcto? Fuera del salón, el hambre ataco el estómago de Nathan. A punto de sacar el teléfono y dejar que su secretaria comprara algo de comida, de repente vislumbro el desayuno que Valentina había colocado sobre el escritorio. Con su estómago gruñendo, extendió su brazo hacia el escritorio y tomó el desayuno. Huele bien. Dio un bocado tentativa. Unmm!!! ... Resultó ser bastante bueno. ¿Cómo se llama esta cosa? Nathan se encogió de hombros y, tomó otro bocado, otro bocado y probó otro bocado ... Finalmente, asintió con satisfacción y cuando vio en su mano, los dos envoltorios de sándwiches de carne que había comido se quejaron por un momento de que Valentina no hubiera comprado más. En el salón Valentina seguía siendo movida de un lado a otro. —Listo − la señorita Lewis dio una orden, y Valentina apenas pudo no evitar sonreír al cielo. ¡Al fin habían terminado, era el llamado de la Libertad! — ¡Wow.! Eres realmente hermosa, el presidente tiene buen ojo – La mujer miró a Valentina con admiración. Ella sonrió tímidamente y se giró para mirarse en el espejo. El cabello rubio, muy lacio, caía elegante sobre sus hombros, sus ojos verdes intensos con sus largas pestañas parpadean y parpadean no pudiendo creer lo que ven, su piel cálida le da un toque sensual a su atuendo, la falda de tubo color negra y la blusa roja en combinación, con sus zapatos Jimmy Choo, hacen de toda la persona sea encantadora y sensual. No puedo negar que es hermoso… después de todo no está tan mal este acuerdo. —No es de extrañar que el presidente se lanzara al matrimonio − el estilista Pedro exclamo – Señora, es usted una mujer hermosa. Valentina, solo sonrió educadamente. —Bueno, bueno, debemos salir ya y mostrárselo al presidente − La señorita Lewis empujó a Valentina con evidente satisfacción − Estoy muy satisfecha con el resultado. Nathan escuchó abrirse pomo de la puerta, y cuando miró hacia arriba sintió que los latidos de su corazón se aceleraron, era posible que su corazón se saliera del pecho. La figura curvilínea, en esa falda negra, ojos verdes llamativos, resulta que su esposa nominal, y es muy atractiva. ¿Espera, porque demonios le parece atractiva? — ¿Y bien? – pregunto la mujer expectante. —Has hecho un buen trabajo − Nathan se levantó de la silla, ocultando la sorpresa en sus ojos − Realmente hizo un trabajo duro, para lograr tal resultado, le compensaré con un bono extra, por tan ardua labor. —Oh Gracias, señor. — La mujer sonrió levemente, no entendiendo la actitud tan indiferente del presidente hacia su esposa, no pensó más en eso y se despidió – Entonces, los dejaré solos. — Si – Nathan asintió. Cuando la mujer salió, Valentina bloqueó antinaturalmente su pecho con sus brazos. Regaño a Nathan en secreto en su corazón. ¿Qué diablos quería decir con que, había un hecho un arduo trabajo? ... — ¿Estás lista?, vamos – pidió mientras le extendía el codo para que colocara su brazo- — ¿A dónde vamos? —La conferencia de prensa. — ¿Que? − Preguntó Valentina con los ojos muy abiertos − ¿Por qué debería ir yo también? Nathan quería golpearla, ¿Era tonta o se hacía? Sofocando su ira, respondió − ¡¿No, te vestí así para que me lo mostraras?! —Oh, bien, bien. — La chica asintió rápidamente, no se atrevió a enojar más a Nathan. Camino con sus altos tacones, hasta el escritorio. — ¡Hey! − Exclamo con el ceño fruncido − ¿Dónde están los dos sándwiches de carne que deje aquí? —Ejem ... —Nathan dijo de manera natural − Los tiré a la basura. — ¡¿Qué?! – Ella quería llorar, pero también estaba un poco molesta —Está bien si tiras el tuyo. El otro era mi desayuno, aún no he comido. ¡¿Los dos sándwiches no se compraron solo para mí?! Nathan estaba descontento y dijo arrogante —La compañía le devolverá el dinero. Solo era comida barata. Ella apretó los labios en silencio, tragando su rabia. —Era mi desayuno, me gusta comer eso. ¡Maldito, arrogante! —Está bien, no perdamos más tiempo − Nathan miró la hora y dijo − Se está haciendo tarde, vamos primero a la conferencia de prensa y después desayunas. Y de paso opresor. Ajustando, su estado de ánimo dio un paso adelante y sostuvo el brazo de Nathan. Él se sorprendió y luego sonrió. Valentina realmente se ve impresionante. Cuando estaba en esta faceta, no tenía ambigüedades y era muy profesional. Los dos caminaron uno al lado del otro, hacia su vida de recién casados.
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