Marina.
—Es una infeliz. —entro a la casa con Sefora en brazos, la dejo en el suelo de inmediato porque estoy tan loca que siento que la puedo apretar sin darme cuenta—. No voy a volver a esa escuela nunca mas.
—Pero... Hicimos que la suspendan.
—Si, pero ahora quedo como resentida porque fuí tan estúpida de abrir la boca de decir que es tu ex novia, y es como que yo la provoqué no ella a mi.
—Si no vas, le vas a dar la razón, tu no hiciste nada Mari, ella sola es la que se buscó esto, yo se lo advertí también y creía que no iba a hacer nada. —bajo los brazos mirando a la nada—. Mari por favor no te pongas mal. —me da un abrazo apretándome con fuerza—. Perdóname amor.
—No, ya esta, no pidas mas perdón Michel, te perdone solo que ella sigue insistiendo.
—Voy a ir con mi abogado así le
