Michel. —Tio Mi, ¿A bebés pueden comer esto?. —me muestra una papita frita. —Si, si ellos quieren si amor. —Bien. —se inclina en la mesa sacando y les dan a los nenes mas chicos que no llegan. —¿Quién iba a decir que íbamos a estar así? Preparando comida puros hombres y llenos de niños. —Y bueno, —Yas da vuelta la carne riendo—. Somos los padres, no nos podemos hacer los idiotas tampoco. —Justo con Mari estábamos hablando hace unos días de tener un día de la semana para cada uno... Pero bueno... —Eso esta bueno, sirve para no estar todo el tiempo juntos porque a veces eso mismo lleva a las peleas. —Dimelo a mi, que Aye trabaja conmigo, también dijimos de hacer lo mismo, uno las ama, nadie dice que no. —Pero el pegoteo cansa. —todos miramos a mi tio Hardy que no mete bocado. —No m