Constantin
El día llegó, el lugar es espléndido y las modelos se ven magníficas. Pero eso no me quita las ganas de querer salir de aquí y buscar a toda costa a mi mujer, asesina a mi mejor amiga por llevarsela todo el día a no sé dónde, necesito tener a mi lado, desde qué desperté de la muerte no me he separado de ella y ahora siento qué me falta el puto oxigeno. Necesito a mi ángel aquí o empezaré a matar por diversión de nuevo.
— Vaya qué lugar – me giro y me encuentro a dos putos arcángeles. – Me gusta.
— ¿Qué hacen ustedes aquí?
— Esperaba un “qué gusto verte cuñado” – dijo Gabriel.
— Ignora al enano idiota – dijo Lucifer. – No nos perderíamos la pasarela y además queremos ver a nuestra hermana.
— Hablando de ella ¿dónde está?
— Eso quiero saberlo – dijo molesto y veo la sorp
