Giotto
Yoshi se colocó frente a mí de nuevo, papá todo el tiempo lo esta golpeando y otra vez fue por mi culpa, ya no quiero ver como Yoshi es lastimado por ese monstruo, no quiero verlo sufrir, ya no quiero que le duela, no quiero que me proteja. Yo solo soy un estorbo que le traigo problema a mi hermano, quiero que él pueda estar bien y no le haga más daño.
- ¡Yoshi! Deja de proteger a esa escoria, tú si vales la pena, ese idiota no lo vale – gritó papá señalándome con furia
Las lágrimas no paraban de correr por mis mejillas, puede ser que este hombre sea un monstruo pero sigue siendo mi padre y me duele que hablé así de mí, que no me quiera. ¿Qué fue lo malo que hice para que no me quiera? Solo quiero un papá de verdad que pueda cuidarnos bien a mí y a Yoshi.
Mi hermano está sobre el suelo, hay demasiada sangre pero él no muestra ni una meuca de dolor, no llora solo hay frialdad en sus ojos al ver a nuestro padre.
Yoshi giró un poco su cabeza suavizando su mirada y regalándome una de sus hermosas sonrisas con las que me calma de inmediato pero esta vez solo me hace querer llorar más. ¿Cómo mi hermano puede sonreír de esa manera cuando lo están lastimando? ¿Por qué me sonríe? Yo soy el culpable de su sufrimiento y aún así me ve de esa manera tan cálida y hermosa.
Papá se encargo de borrar esa sonrisa con un golpe fuerte en su cabeza noqueándolo.
- ¡Yoshi! – grité acercándome a él con moviéndolo con cuidado, la sangre salía de su cabeza. Tengo miedo, no quiero que Yoshi muera, no puede dejarme solo.
¿Cómo nos puede tratar así? Solo somos unos niños, deberíamos de estar jugando y no preocupándonos por ver cuando papá va a golpearnos.
- Algún día Yoshi no estará para protegerme maldita escoria – me dijo papá con una mirada de odio que calo hasta mis huesos, mis cuerpo temblaba por el miedo
Después de eso papá salió de la casa dejándonos solos.
Abracé a Yoshi manchando mi ropa de sangre, su sangre. Con cuidado y como pude lo llevé hasta nuestra habitación, me caí algunas veces pero pude levantarme y asegurarme que Yoshi no sufriría más daño. Al llegar lo cure con trabajo, ya estábamos acostumbrados a curarnos nuestras heridas aunque mi hermano siempre era quien más salían herido por mi culpa.
Pasaron algunas horas donde Yoshi siguió dormido, mamá no ha llegado, desde hace tiempo mi hermano y yo acordamos en no decirle nada de lo que ocurría con nuestro madre, ella no merece sufrir de esa manera así que decidieron callar y no decir nada. Yoshi dice que lo mejor es que nuestra madre jamás se entere de todo esto.
Yoshi comenzó a moverse así que me acerqué a él.
- Yoshi – lo abracé con cuidado mientras las lágrimas comienzan a correr por mis mejillas
Una mano comenzó a acariciar mi cabello con cariño, se sentía cálido, alcé mi mirada y ahí estaba mi hermano con una bella y hermosa sonrisa. Mi hermano como siempre se ve calmado, sin ningún rastro de dolor o alguna otra cosa.
- No te preocupes Gio, todo este dolor al fin se irá. Vas a estar bien – me dijo con su voz clamada y tranquila
- ¿De qué hablas Yoshi?
- Te irás con Xanx, él va a protegerte – me dijo haciéndome sonreír – Giotto tú aprenderás acerca de Vongola y te verás envuelto en la mafia pero es el lugar más seguro para ti. Sé que serás más fuerte de lo que puedas imaginarte así que es por eso por lo que puedo dejar que vayas con ellos.
- ¿Y tú? – le pregunté con temor
- Yo me quedaré a cuidar a mamá pero no te preocupes hablaré contigo todo el tiempo – me dijo acariciando mi mejilla con cariño
No quiero separarme de Yoshi, no solo es mi gemelo sino también mi mejor amigo, no quiero dejarlo pero debo de confiar en él y en sus decisiones.
Pasaron unas cuantas horas cuando Yoshi se levantó y me acompañó a la entrada donde nuestro abuelito y el hermano Xanx, estaban esperándome con un auto del cual salió un joven rubio.
- ¡Dino! – corrí hacia el mayor abrazándolo
- Hola pequeño, te llevaremos a casa – me dijo con cariño
Me separé y abracé a mi hermano con fuerza.
- Te quiero Yoshi
- Te quiero más Gio
………………………………………………………
- Eso fue lo que sucedió hace ya tiempo. Yoshi siempre me cuido e hizo hasta lo imposible para mantenerme a salvo, nunca me dejo y me envió lejos aunque él se sentiría solo y muchas cosas sucediera. Él siempre salió herido por protegerme y quiero protegerlo por lo menos una vez en mi vida – dijo Giotto apretando sus puños con fuerza, era demasiada frustración
Giotto
Yoshi se colocó frente a mí de nuevo, papá todo el tiempo lo esta golpeando y otra vez fue por mi culpa, ya no quiero ver como Yoshi es lastimado por ese monstruo, no quiero verlo sufrir, ya no quiero que le duela, no quiero que me proteja. Yo solo soy un estorbo que le traigo problema a mi hermano, quiero que él pueda estar bien y no le haga más daño.
- ¡Yoshi! Deja de proteger a esa escoria, tú si vales la pena, ese idiota no lo vale – gritó papá señalándome con furia
Las lágrimas no paraban de correr por mis mejillas, puede ser que este hombre sea un monstruo pero sigue siendo mi padre y me duele que hablé así de mí, que no me quiera. ¿Qué fue lo malo que hice para que no me quiera? Solo quiero un papá de verdad que pueda cuidarnos bien a mí y a Yoshi.
Mi hermano está sobre el suelo, hay demasiada sangre pero él no muestra ni una meuca de dolor, no llora solo hay frialdad en sus ojos al ver a nuestro padre.
Yoshi giró un poco su cabeza suavizando su mirada y regalándome una de sus hermosas sonrisas con las que me calma de inmediato pero esta vez solo me hace querer llorar más. ¿Cómo mi hermano puede sonreír de esa manera cuando lo están lastimando? ¿Por qué me sonríe? Yo soy el culpable de su sufrimiento y aún así me ve de esa manera tan cálida y hermosa.
Papá se encargo de borrar esa sonrisa con un golpe fuerte en su cabeza noqueándolo.
- ¡Yoshi! – grité acercándome a él con moviéndolo con cuidado, la sangre salía de su cabeza. Tengo miedo, no quiero que Yoshi muera, no puede dejarme solo.
¿Cómo nos puede tratar así? Solo somos unos niños, deberíamos de estar jugando y no preocupándonos por ver cuando papá va a golpearnos.
- Algún día Yoshi no estará para protegerme maldita escoria – me dijo papá con una mirada de odio que calo hasta mis huesos, mis cuerpo temblaba por el miedo
Después de eso papá salió de la casa dejándonos solos.
Abracé a Yoshi manchando mi ropa de sangre, su sangre. Con cuidado y como pude lo llevé hasta nuestra habitación, me caí algunas veces pero pude levantarme y asegurarme que Yoshi no sufriría más daño. Al llegar lo cure con trabajo, ya estábamos acostumbrados a curarnos nuestras heridas aunque mi hermano siempre era quien más salían herido por mi culpa.
Pasaron algunas horas donde Yoshi siguió dormido, mamá no ha llegado, desde hace tiempo mi hermano y yo acordamos en no decirle nada de lo que ocurría con nuestro madre, ella no merece sufrir de esa manera así que decidieron callar y no decir nada. Yoshi dice que lo mejor es que nuestra madre jamás se entere de todo esto.
Yoshi comenzó a moverse así que me acerqué a él.
- Yoshi – lo abracé con cuidado mientras las lágrimas comienzan a correr por mis mejillas
Una mano comenzó a acariciar mi cabello con cariño, se sentía cálido, alcé mi mirada y ahí estaba mi hermano con una bella y hermosa sonrisa. Mi hermano como siempre se ve calmado, sin ningún rastro de dolor o alguna otra cosa.
- No te preocupes Gio, todo este dolor al fin se irá. Vas a estar bien – me dijo con su voz clamada y tranquila
- ¿De qué hablas Yoshi?
- Te irás con Xanx, él va a protegerte – me dijo haciéndome sonreír – Giotto tú aprenderás acerca de Vongola y te verás envuelto en la mafia pero es el lugar más seguro para ti. Sé que serás más fuerte de lo que puedas imaginarte así que es por eso por lo que puedo dejar que vayas con ellos.
- ¿Y tú? – le pregunté con temor
- Yo me quedaré a cuidar a mamá pero no te preocupes hablaré contigo todo el tiempo – me dijo acariciando mi mejilla con cariño
No quiero separarme de Yoshi, no solo es mi gemelo sino también mi mejor amigo, no quiero dejarlo pero debo de confiar en él y en sus decisiones.
Pasaron unas cuantas horas cuando Yoshi se levantó y me acompañó a la entrada donde nuestro abuelito y el hermano Xanx, estaban esperándome con un auto del cual salió un joven rubio.
- ¡Dino! – corrí hacia el mayor abrazándolo
- Hola pequeño, te llevaremos a casa – me dijo con cariño
Me separé y abracé a mi hermano con fuerza.
- Te quiero Yoshi
- Te quiero más Gio
………………………………………………………
- Eso fue lo que sucedió hace ya tiempo. Yoshi siempre me cuido e hizo hasta lo imposible para mantenerme a salvo, nunca me dejo y me envió lejos aunque él se sentiría solo y muchas cosas sucediera. Él siempre salió herido por protegerme y quiero protegerlo por lo menos una vez en mi vida – dijo Giotto apretando sus puños con fuerza, era demasiada frustración
Giotto
Yoshi se colocó frente a mí de nuevo, papá todo el tiempo lo esta golpeando y otra vez fue por mi culpa, ya no quiero ver como Yoshi es lastimado por ese monstruo, no quiero verlo sufrir, ya no quiero que le duela, no quiero que me proteja. Yo solo soy un estorbo que le traigo problema a mi hermano, quiero que él pueda estar bien y no le haga más daño.
- ¡Yoshi! Deja de proteger a esa escoria, tú si vales la pena, ese idiota no lo vale – gritó papá señalándome con furia
Las lágrimas no paraban de correr por mis mejillas, puede ser que este hombre sea un monstruo pero sigue siendo mi padre y me duele que hablé así de mí, que no me quiera. ¿Qué fue lo malo que hice para que no me quiera? Solo quiero un papá de verdad que pueda cuidarnos bien a mí y a Yoshi.
Mi hermano está sobre el suelo, hay demasiada sangre pero él no muestra ni una meuca de dolor, no llora solo hay frialdad en sus ojos al ver a nuestro padre.
Yoshi giró un poco su cabeza suavizando su mirada y regalándome una de sus hermosas sonrisas con las que me calma de inmediato pero esta vez solo me hace querer llorar más. ¿Cómo mi hermano puede sonreír de esa manera cuando lo están lastimando? ¿Por qué me sonríe? Yo soy el culpable de su sufrimiento y aún así me ve de esa manera tan cálida y hermosa.
Papá se encargo de borrar esa sonrisa con un golpe fuerte en su cabeza noqueándolo.
- ¡Yoshi! – grité acercándome a él con moviéndolo con cuidado, la sangre salía de su cabeza. Tengo miedo, no quiero que Yoshi muera, no puede dejarme solo.
¿Cómo nos puede tratar así? Solo somos unos niños, deberíamos de estar jugando y no preocupándonos por ver cuando papá va a golpearnos.
- Algún día Yoshi no estará para protegerme maldita escoria – me dijo papá con una mirada de odio que calo hasta mis huesos, mis cuerpo temblaba por el miedo
Después de eso papá salió de la casa dejándonos solos.
Abracé a Yoshi manchando mi ropa de sangre, su sangre. Con cuidado y como pude lo llevé hasta nuestra habitación, me caí algunas veces pero pude levantarme y asegurarme que Yoshi no sufriría más daño. Al llegar lo cure con trabajo, ya estábamos acostumbrados a curarnos nuestras heridas aunque mi hermano siempre era quien más salían herido por mi culpa.
Pasaron algunas horas donde Yoshi siguió dormido, mamá no ha llegado, desde hace tiempo mi hermano y yo acordamos en no decirle nada de lo que ocurría con nuestro madre, ella no merece sufrir de esa manera así que decidieron callar y no decir nada. Yoshi dice que lo mejor es que nuestra madre jamás se entere de todo esto.
Yoshi comenzó a moverse así que me acerqué a él.
- Yoshi – lo abracé con cuidado mientras las lágrimas comienzan a correr por mis mejillas
Una mano comenzó a acariciar mi cabello con cariño, se sentía cálido, alcé mi mirada y ahí estaba mi hermano con una bella y hermosa sonrisa. Mi hermano como siempre se ve calmado, sin ningún rastro de dolor o alguna otra cosa.
- No te preocupes Gio, todo este dolor al fin se irá. Vas a estar bien – me dijo con su voz clamada y tranquila
- ¿De qué hablas Yoshi?
- Te irás con Xanx, él va a protegerte – me dijo haciéndome sonreír – Giotto tú aprenderás acerca de Vongola y te verás envuelto en la mafia pero es el lugar más seguro para ti. Sé que serás más fuerte de lo que puedas imaginarte así que es por eso por lo que puedo dejar que vayas con ellos.
- ¿Y tú? – le pregunté con temor
- Yo me quedaré a cuidar a mamá pero no te preocupes hablaré contigo todo el tiempo – me dijo acariciando mi mejilla con cariño
No quiero separarme de Yoshi, no solo es mi gemelo sino también mi mejor amigo, no quiero dejarlo pero debo de confiar en él y en sus decisiones.
Pasaron unas cuantas horas cuando Yoshi se levantó y me acompañó a la entrada donde nuestro abuelito y el hermano Xanx, estaban esperándome con un auto del cual salió un joven rubio.
- ¡Dino! – corrí hacia el mayor abrazándolo
- Hola pequeño, te llevaremos a casa – me dijo con cariño
Me separé y abracé a mi hermano con fuerza.
- Te quiero Yoshi
- Te quiero más Gio
………………………………………………………
- Eso fue lo que sucedió hace ya tiempo. Yoshi siempre me cuido e hizo hasta lo imposible para mantenerme a salvo, nunca me dejo y me envió lejos aunque él se sentiría solo y muchas cosas sucediera. Él siempre salió herido por protegerme y quiero protegerlo por lo menos una vez en mi vida – dijo Giotto apretando sus puños con fuerza, era demasiada frustración
Giotto
Yoshi se colocó frente a mí de nuevo, papá todo el tiempo lo esta golpeando y otra vez fue por mi culpa, ya no quiero ver como Yoshi es lastimado por ese monstruo, no quiero verlo sufrir, ya no quiero que le duela, no quiero que me proteja. Yo solo soy un estorbo que le traigo problema a mi hermano, quiero que él pueda estar bien y no le haga más daño.
- ¡Yoshi! Deja de proteger a esa escoria, tú si vales la pena, ese idiota no lo vale – gritó papá señalándome con furia
Las lágrimas no paraban de correr por mis mejillas, puede ser que este hombre sea un monstruo pero sigue siendo mi padre y me duele que hablé así de mí, que no me quiera. ¿Qué fue lo malo que hice para que no me quiera? Solo quiero un papá de verdad que pueda cuidarnos bien a mí y a Yoshi.
Mi hermano está sobre el suelo, hay demasiada sangre pero él no muestra ni una meuca de dolor, no llora solo hay frialdad en sus ojos al ver a nuestro padre.
Yoshi giró un poco su cabeza suavizando su mirada y regalándome una de sus hermosas sonrisas con las que me calma de inmediato pero esta vez solo me hace querer llorar más. ¿Cómo mi hermano puede sonreír de esa manera cuando lo están lastimando? ¿Por qué me sonríe? Yo soy el culpable de su sufrimiento y aún así me ve de esa manera tan cálida y hermosa.
Papá se encargo de borrar esa sonrisa con un golpe fuerte en su cabeza noqueándolo.
- ¡Yoshi! – grité acercándome a él con moviéndolo con cuidado, la sangre salía de su cabeza. Tengo miedo, no quiero que Yoshi muera, no puede dejarme solo.
¿Cómo nos puede tratar así? Solo somos unos niños, deberíamos de estar jugando y no preocupándonos por ver cuando papá va a golpearnos.
- Algún día Yoshi no estará para protegerme maldita escoria – me dijo papá con una mirada de odio que calo hasta mis huesos, mis cuerpo temblaba por el miedo
Después de eso papá salió de la casa dejándonos solos.
Abracé a Yoshi manchando mi ropa de sangre, su sangre. Con cuidado y como pude lo llevé hasta nuestra habitación, me caí algunas veces pero pude levantarme y asegurarme que Yoshi no sufriría más daño. Al llegar lo cure con trabajo, ya estábamos acostumbrados a curarnos nuestras heridas aunque mi hermano siempre era quien más salían herido por mi culpa.
Pasaron algunas horas donde Yoshi siguió dormido, mamá no ha llegado, desde hace tiempo mi hermano y yo acordamos en no decirle nada de lo que ocurría con nuestro madre, ella no merece sufrir de esa manera así que decidieron callar y no decir nada. Yoshi dice que lo mejor es que nuestra madre jamás se entere de todo esto.
Yoshi comenzó a moverse así que me acerqué a él.
- Yoshi – lo abracé con cuidado mientras las lágrimas comienzan a correr por mis mejillas
Una mano comenzó a acariciar mi cabello con cariño, se sentía cálido, alcé mi mirada y ahí estaba mi hermano con una bella y hermosa sonrisa. Mi hermano como siempre se ve calmado, sin ningún rastro de dolor o alguna otra cosa.
- No te preocupes Gio, todo este dolor al fin se irá. Vas a estar bien – me dijo con su voz clamada y tranquila
- ¿De qué hablas Yoshi?
- Te irás con Xanx, él va a protegerte – me dijo haciéndome sonreír – Giotto tú aprenderás acerca de Vongola y te verás envuelto en la mafia pero es el lugar más seguro para ti. Sé que serás más fuerte de lo que puedas imaginarte así que es por eso por lo que puedo dejar que vayas con ellos.
- ¿Y tú? – le pregunté con temor
- Yo me quedaré a cuidar a mamá pero no te preocupes hablaré contigo todo el tiempo – me dijo acariciando mi mejilla con cariño
No quiero separarme de Yoshi, no solo es mi gemelo sino también mi mejor amigo, no quiero dejarlo pero debo de confiar en él y en sus decisiones.
Pasaron unas cuantas horas cuando Yoshi se levantó y me acompañó a la entrada donde nuestro abuelito y el hermano Xanx, estaban esperándome con un auto del cual salió un joven rubio.
- ¡Dino! – corrí hacia el mayor abrazándolo
- Hola pequeño, te llevaremos a casa – me dijo con cariño
Me separé y abracé a mi hermano con fuerza.
- Te quiero Yoshi
- Te quiero más Gio
………………………………………………………
- Eso fue lo que sucedió hace ya tiempo. Yoshi siempre me cuido e hizo hasta lo imposible para mantenerme a salvo, nunca me dejo y me envió lejos aunque él se sentiría solo y muchas cosas sucediera. Él siempre salió herido por protegerme y quiero protegerlo por lo menos una vez en mi vida – dijo Giotto apretando sus puños con fuerza, era demasiada frustración
Giotto
Yoshi se colocó frente a mí de nuevo, papá todo el tiempo lo esta golpeando y otra vez fue por mi culpa, ya no quiero ver como Yoshi es lastimado por ese monstruo, no quiero verlo sufrir, ya no quiero que le duela, no quiero que me proteja. Yo solo soy un estorbo que le traigo problema a mi hermano, quiero que él pueda estar bien y no le haga más daño.
- ¡Yoshi! Deja de proteger a esa escoria, tú si vales la pena, ese idiota no lo vale – gritó papá señalándome con furia
Las lágrimas no paraban de correr por mis mejillas, puede ser que este hombre sea un monstruo pero sigue siendo mi padre y me duele que hablé así de mí, que no me quiera. ¿Qué fue lo malo que hice para que no me quiera? Solo quiero un papá de verdad que pueda cuidarnos bien a mí y a Yoshi.
Mi hermano está sobre el suelo, hay demasiada sangre pero él no muestra ni una meuca de dolor, no llora solo hay frialdad en sus ojos al ver a nuestro padre.
Yoshi giró un poco su cabeza suavizando su mirada y regalándome una de sus hermosas sonrisas con las que me calma de inmediato pero esta vez solo me hace querer llorar más. ¿Cómo mi hermano puede sonreír de esa manera cuando lo están lastimando? ¿Por qué me sonríe? Yo soy el culpable de su sufrimiento y aún así me ve de esa manera tan cálida y hermosa.
Papá se encargo de borrar esa sonrisa con un golpe fuerte en su cabeza noqueándolo.
- ¡Yoshi! – grité acercándome a él con moviéndolo con cuidado, la sangre salía de su cabeza. Tengo miedo, no quiero que Yoshi muera, no puede dejarme solo.
¿Cómo nos puede tratar así? Solo somos unos niños, deberíamos de estar jugando y no preocupándonos por ver cuando papá va a golpearnos.
- Algún día Yoshi no estará para protegerme maldita escoria – me dijo papá con una mirada de odio que calo hasta mis huesos, mis cuerpo temblaba por el miedo
Después de eso papá salió de la casa dejándonos solos.
Abracé a Yoshi manchando mi ropa de sangre, su sangre. Con cuidado y como pude lo llevé hasta nuestra habitación, me caí algunas veces pero pude levantarme y asegurarme que Yoshi no sufriría más daño. Al llegar lo cure con trabajo, ya estábamos acostumbrados a curarnos nuestras heridas aunque mi hermano siempre era quien más salían herido por mi culpa.
Pasaron algunas horas donde Yoshi siguió dormido, mamá no ha llegado, desde hace tiempo mi hermano y yo acordamos en no decirle nada de lo que ocurría con nuestro madre, ella no merece sufrir de esa manera así que decidieron callar y no decir nada. Yoshi dice que lo mejor es que nuestra madre jamás se entere de todo esto.
Yoshi comenzó a moverse así que me acerqué a él.
- Yoshi – lo abracé con cuidado mientras las lágrimas comienzan a correr por mis mejillas
Una mano comenzó a acariciar mi cabello con cariño, se sentía cálido, alcé mi mirada y ahí estaba mi hermano con una bella y hermosa sonrisa. Mi hermano como siempre se ve calmado, sin ningún rastro de dolor o alguna otra cosa.
- No te preocupes Gio, todo este dolor al fin se irá. Vas a estar bien – me dijo con su voz clamada y tranquila
- ¿De qué hablas Yoshi?
- Te irás con Xanx, él va a protegerte – me dijo haciéndome sonreír – Giotto tú aprenderás acerca de Vongola y te verás envuelto en la mafia pero es el lugar más seguro para ti. Sé que serás más fuerte de lo que puedas imaginarte así que es por eso por lo que puedo dejar que vayas con ellos.
- ¿Y tú? – le pregunté con temor
- Yo me quedaré a cuidar a mamá pero no te preocupes hablaré contigo todo el tiempo – me dijo acariciando mi mejilla con cariño
No quiero separarme de Yoshi, no solo es mi gemelo sino también mi mejor amigo, no quiero dejarlo pero debo de confiar en él y en sus decisiones.
Pasaron unas cuantas horas cuando Yoshi se levantó y me acompañó a la entrada donde nuestro abuelito y el hermano Xanx, estaban esperándome con un auto del cual salió un joven rubio.
- ¡Dino! – corrí hacia el mayor abrazándolo
- Hola pequeño, te llevaremos a casa – me dijo con cariño
Me separé y abracé a mi hermano con fuerza.
- Te quiero Yoshi
- Te quiero más Gio
………………………………………………………
- Eso fue lo que sucedió hace ya tiempo. Yoshi siempre me cuido e hizo hasta lo imposible para mantenerme a salvo, nunca me dejo y me envió lejos aunque él se sentiría solo y muchas cosas sucediera. Él siempre salió herido por protegerme y quiero protegerlo por lo menos una vez en mi vida – dijo Giotto apretando sus puños con fuerza, era demasiada frustración
Giotto
Yoshi se colocó frente a mí de nuevo, papá todo el tiempo lo esta golpeando y otra vez fue por mi culpa, ya no quiero ver como Yoshi es lastimado por ese monstruo, no quiero verlo sufrir, ya no quiero que le duela, no quiero que me proteja. Yo solo soy un estorbo que le traigo problema a mi hermano, quiero que él pueda estar bien y no le haga más daño.
- ¡Yoshi! Deja de proteger a esa escoria, tú si vales la pena, ese idiota no lo vale – gritó papá señalándome con furia
Las lágrimas no paraban de correr por mis mejillas, puede ser que este hombre sea un monstruo pero sigue siendo mi padre y me duele que hablé así de mí, que no me quiera. ¿Qué fue lo malo que hice para que no me quiera? Solo quiero un papá de verdad que pueda cuidarnos bien a mí y a Yoshi.
Mi hermano está sobre el suelo, hay demasiada sangre pero él no muestra ni una meuca de dolor, no llora solo hay frialdad en sus ojos al ver a nuestro padre.
Yoshi giró un poco su cabeza suavizando su mirada y regalándome una de sus hermosas sonrisas con las que me calma de inmediato pero esta vez solo me hace querer llorar más. ¿Cómo mi hermano puede sonreír de esa manera cuando lo están lastimando? ¿Por qué me sonríe? Yo soy el culpable de su sufrimiento y aún así me ve de esa manera tan cálida y hermosa.
Papá se encargo de borrar esa sonrisa con un golpe fuerte en su cabeza noqueándolo.
- ¡Yoshi! – grité acercándome a él con moviéndolo con cuidado, la sangre salía de su cabeza. Tengo miedo, no quiero que Yoshi muera, no puede dejarme solo.
¿Cómo nos puede tratar así? Solo somos unos niños, deberíamos de estar jugando y no preocupándonos por ver cuando papá va a golpearnos.
- Algún día Yoshi no estará para protegerme maldita escoria – me dijo papá con una mirada de odio que calo hasta mis huesos, mis cuerpo temblaba por el miedo
Después de eso papá salió de la casa dejándonos solos.
Abracé a Yoshi manchando mi ropa de sangre, su sangre. Con cuidado y como pude lo llevé hasta nuestra habitación, me caí algunas veces pero pude levantarme y asegurarme que Yoshi no sufriría más daño. Al llegar lo cure con trabajo, ya estábamos acostumbrados a curarnos nuestras heridas aunque mi hermano siempre era quien más salían herido por mi culpa.
Pasaron algunas horas donde Yoshi siguió dormido, mamá no ha llegado, desde hace tiempo mi hermano y yo acordamos en no decirle nada de lo que ocurría con nuestro madre, ella no merece sufrir de esa manera así que decidieron callar y no decir nada. Yoshi dice que lo mejor es que nuestra madre jamás se entere de todo esto.
Yoshi comenzó a moverse así que me acerqué a él.
- Yoshi – lo abracé con cuidado mientras las lágrimas comienzan a correr por mis mejillas
Una mano comenzó a acariciar mi cabello con cariño, se sentía cálido, alcé mi mirada y ahí estaba mi hermano con una bella y hermosa sonrisa. Mi hermano como siempre se ve calmado, sin ningún rastro de dolor o alguna otra cosa.
- No te preocupes Gio, todo este dolor al fin se irá. Vas a estar bien – me dijo con su voz clamada y tranquila
- ¿De qué hablas Yoshi?
- Te irás con Xanx, él va a protegerte – me dijo haciéndome sonreír – Giotto tú aprenderás acerca de Vongola y te verás envuelto en la mafia pero es el lugar más seguro para ti. Sé que serás más fuerte de lo que puedas imaginarte así que es por eso por lo que puedo dejar que vayas con ellos.
- ¿Y tú? – le pregunté con temor
- Yo me quedaré a cuidar a mamá pero no te preocupes hablaré contigo todo el tiempo – me dijo acariciando mi mejilla con cariño
No quiero separarme de Yoshi, no solo es mi gemelo sino también mi mejor amigo, no quiero dejarlo pero debo de confiar en él y en sus decisiones.
Pasaron unas cuantas horas cuando Yoshi se levantó y me acompañó a la entrada donde nuestro abuelito y el hermano Xanx, estaban esperándome con un auto del cual salió un joven rubio.
- ¡Dino! – corrí hacia el mayor abrazándolo
- Hola pequeño, te llevaremos a casa – me dijo con cariño
Me separé y abracé a mi hermano con fuerza.