Los chicos no podían creer lo que acababan de escuchar lo que Giotto acaba de decirle, toda el tiempo al lado de su querido jefe creyeron que tuvo una buena vida, claro dejando de lado que lo molestaban en la escuela pero todos pensaban que Ie de verdad lo quería y velaba por su seguridad pero en realidad solo era un acto y todos lo creyeron dejando a Yoshi sufrir solo. Su jefe era demasiado para ellos, no lo merecían, había dejado ir a su hermanito para que él tuviera una vida sin esos maltratos y pudiera ser feliz. Cada vez admiraban más a Yoshi, cada día parecía haber nuevas razones por las cuales amar al dulce y amable castaño.
- Maldito idiota – dijo Reborn interrumpiendo todo el silencio que se había hecho, el quería al castaño como un hijo y al enterarse de como lo trataba su verdadero padre ahora podía entender porque Yoshi era tan serio y distante de aquel hombre que decía ser su padre pero no era más que una simple escoria que ni siquiera debió de haber nacido y no merecía a sus hijos sobre todo al castaño.
- Lo voy a matar de una manera lenta y dolorosa – dijo Kyo sacando sus tonfas, las cuales eran sus armas y era experto en repartir golpes mortales con ellas.
Giotto rio divertido al ver las caras de todos los guardianes de su hermano, quienes lo miraron molesto aunque se quedaron sorprendidos al ver como brotaban lágrimas de esos ojos.
- Gracias por querer a mi hermano, por quererlo realmente por quien es – les dijo Giotto entre sollozos limpiando sus lágrimas
Todos sonrieron, esos hermano realmente lo quieren por quien es – les dijo limpiando sus lágrimas a lo que todos sonrieron con ternura
- ¿Ahora que encontramos al señor Giotto qué haremos? – preguntó Haya confundido, había hecho lo que su jefe les había pedido pero no encontraron muchas pistas de su partido ni de donde estaba en ese momento.
- Yoshi dejó esto antes de desaparecer, ni yo se lo que está escrito ahí – les dijo Giotto mientras le entregaba un sobre blanco a Reborn, quien frunció el ceño
Reborn se aclaró la garganta para comenzar a leer la carta que les había
Felicidades chicos.
Encontraron a mi hermano y conociéndolo les habrá contado acerca de nuestra infancia, no voy a mentirles fue un tiempo duro, un niño no debe de crecer a base de golpes pero fue algo que a mi me formo y me ayudo a ser quien soy hoy en día. No quiero que le hagan nada a Ie, Giotto ya sabe que hacer con él. Recuerden nosotros los cielos podemos ser lo más puros y amables pero también podemos ser el mismísimo diablo y no nos contenemos con nuestros enemigos y Ie se convirtió en el enemigo que más odiamos y debe de pagar por sus pecados.
Yo no volveré en unos años, las cosas no son tan sencillas ahora por lo que se quedarán al cargo de Giotto, así es hermanito, necesito que los cuides por mi en este tiempo que no este, solo puedo confiar en ti para esto aunque puedes pedir la ayuda de Xanx y Dino, son unos idiotas pero sabrán que hacer. Chicos espero que ayuden a Giotto y a sus guardianes ya que él también tiene la llama del cielo y por ende tiene a otros que lo protegen como ustedes a mí. Por el momento ellos serán la imagen de Vongola, necesito que lo apoyen.
Kyo, mi amado. ¿Recuerdas aquella hermosa noche donde decidimos dejar salir todos nuestros sentimientos y amarnos de esa manera tan única? Esa noche dio frutos, sé que es difícil y te lo explicaré pero cuando regrese no lo haré solo y nuestro pequeño o pequeña te conocerá, al grandioso padre que tiene. Te amo con toda mi alma mi amada nube.
Chicos se que es mucho pedir pero por favor esperen mi regreso. Los quiero.
Reborn, tú eres mi verdadero padre, te considero de esa manera.
Yoshi Di´Vongola.
Reborn terminó de leer la carta viendo a los demás chicos, los cuales estaban realmente sorprendidos por la buena noticia que les había dejado su jefe. La onceava generación ya estaba en camino y les dolía no poder estar con su amado cielo en todo el proceso. Kyo estaba desesperado, solo quería encontrar al amor de su vida y ver a su hijo crecer en el vientre del castaño para después verlo nacer.
Las lágrimas no tardaron en correr por sus mejillas, se sentía demasiado feliz e impotente al mismo tiempo.
Giotto sonrió con ternura y se acercó a su cuñado para envolverlo entre sus brazos dándole el consuelo que necesitaba.
- Se que es difícil Kyo pero estoy seguro de que a Yoshi no le gustaría verte de esta manera. Recuerda que él no hace las cosas sin una razón y sé que quisiera que estuvieras a su lado en todo este proceso pero debe de tener un plan, siempre lo tiene – le dijo Giotto mientras se separaba del otro
- Me duele saber que lleva a mi hijo o hija y no podré estar a su lado para cualquier cosa que necesite
- Él volverá y serán la familia que siempre estuvieron destinados a ser – le dijo viendo a los demás que le sonrieron
- Ya lo escucharon, Yoshi quiere así las cosas así que nosotros también tenemos cosas que hacer. No podemos defraudar a mi tonto hijo – les dijo Reborn con una ligera sonrisa adornando su rostro
Todos asintieron con determinación, haría lo que su jefe les había confiado y cuando regresara lo recibirían con los brazos abiertos junto al heredero o heredara.
- Ie será castigado por cada uno de ustedes y por supuesto por mí, estuve mucho años planeando esto – les dijo Giotto transformando su hermosa sonrisa en una bastante terrorífica
Los chicos no podían creer lo que acababan de escuchar lo que Giotto acaba de decirle, toda el tiempo al lado de su querido jefe creyeron que tuvo una buena vida, claro dejando de lado que lo molestaban en la escuela pero todos pensaban que Ie de verdad lo quería y velaba por su seguridad pero en realidad solo era un acto y todos lo creyeron dejando a Yoshi sufrir solo. Su jefe era demasiado para ellos, no lo merecían, había dejado ir a su hermanito para que él tuviera una vida sin esos maltratos y pudiera ser feliz. Cada vez admiraban más a Yoshi, cada día parecía haber nuevas razones por las cuales amar al dulce y amable castaño.
- Maldito idiota – dijo Reborn interrumpiendo todo el silencio que se había hecho, el quería al castaño como un hijo y al enterarse de como lo trataba su verdadero padre ahora podía entender porque Yoshi era tan serio y distante de aquel hombre que decía ser su padre pero no era más que una simple escoria que ni siquiera debió de haber nacido y no merecía a sus hijos sobre todo al castaño.
- Lo voy a matar de una manera lenta y dolorosa – dijo Kyo sacando sus tonfas, las cuales eran sus armas y era experto en repartir golpes mortales con ellas.
Giotto rio divertido al ver las caras de todos los guardianes de su hermano, quienes lo miraron molesto aunque se quedaron sorprendidos al ver como brotaban lágrimas de esos ojos.
- Gracias por querer a mi hermano, por quererlo realmente por quien es – les dijo Giotto entre sollozos limpiando sus lágrimas
Todos sonrieron, esos hermano realmente lo quieren por quien es – les dijo limpiando sus lágrimas a lo que todos sonrieron con ternura
- ¿Ahora que encontramos al señor Giotto qué haremos? – preguntó Haya confundido, había hecho lo que su jefe les había pedido pero no encontraron muchas pistas de su partido ni de donde estaba en ese momento.
- Yoshi dejó esto antes de desaparecer, ni yo se lo que está escrito ahí – les dijo Giotto mientras le entregaba un sobre blanco a Reborn, quien frunció el ceño
Reborn se aclaró la garganta para comenzar a leer la carta que les había
Felicidades chicos.
Encontraron a mi hermano y conociéndolo les habrá contado acerca de nuestra infancia, no voy a mentirles fue un tiempo duro, un niño no debe de crecer a base de golpes pero fue algo que a mi me formo y me ayudo a ser quien soy hoy en día. No quiero que le hagan nada a Ie, Giotto ya sabe que hacer con él. Recuerden nosotros los cielos podemos ser lo más puros y amables pero también podemos ser el mismísimo diablo y no nos contenemos con nuestros enemigos y Ie se convirtió en el enemigo que más odiamos y debe de pagar por sus pecados.
Yo no volveré en unos años, las cosas no son tan sencillas ahora por lo que se quedarán al cargo de Giotto, así es hermanito, necesito que los cuides por mi en este tiempo que no este, solo puedo confiar en ti para esto aunque puedes pedir la ayuda de Xanx y Dino, son unos idiotas pero sabrán que hacer. Chicos espero que ayuden a Giotto y a sus guardianes ya que él también tiene la llama del cielo y por ende tiene a otros que lo protegen como ustedes a mí. Por el momento ellos serán la imagen de Vongola, necesito que lo apoyen.
Kyo, mi amado. ¿Recuerdas aquella hermosa noche donde decidimos dejar salir todos nuestros sentimientos y amarnos de esa manera tan única? Esa noche dio frutos, sé que es difícil y te lo explicaré pero cuando regrese no lo haré solo y nuestro pequeño o pequeña te conocerá, al grandioso padre que tiene. Te amo con toda mi alma mi amada nube.
Chicos se que es mucho pedir pero por favor esperen mi regreso. Los quiero.
Reborn, tú eres mi verdadero padre, te considero de esa manera.
Yoshi Di´Vongola.
Reborn terminó de leer la carta viendo a los demás chicos, los cuales estaban realmente sorprendidos por la buena noticia que les había dejado su jefe. La onceava generación ya estaba en camino y les dolía no poder estar con su amado cielo en todo el proceso. Kyo estaba desesperado, solo quería encontrar al amor de su vida y ver a su hijo crecer en el vientre del castaño para después verlo nacer.
Las lágrimas no tardaron en correr por sus mejillas, se sentía demasiado feliz e impotente al mismo tiempo.
Giotto sonrió con ternura y se acercó a su cuñado para envolverlo entre sus brazos dándole el consuelo que necesitaba.
- Se que es difícil Kyo pero estoy seguro de que a Yoshi no le gustaría verte de esta manera. Recuerda que él no hace las cosas sin una razón y sé que quisiera que estuvieras a su lado en todo este proceso pero debe de tener un plan, siempre lo tiene – le dijo Giotto mientras se separaba del otro
- Me duele saber que lleva a mi hijo o hija y no podré estar a su lado para cualquier cosa que necesite
- Él volverá y serán la familia que siempre estuvieron destinados a ser – le dijo viendo a los demás que le sonrieron
- Ya lo escucharon, Yoshi quiere así las cosas así que nosotros también tenemos cosas que hacer. No podemos defraudar a mi tonto hijo – les dijo Reborn con una ligera sonrisa adornando su rostro
Todos asintieron con determinación, haría lo que su jefe les había confiado y cuando regresara lo recibirían con los brazos abiertos junto al heredero o heredara.
- Ie será castigado por cada uno de ustedes y por supuesto por mí, estuve mucho años planeando esto – les dijo Giotto transformando su hermosa sonrisa en una bastante terrorífica
Los chicos no podían creer lo que acababan de escuchar lo que Giotto acaba de decirle, toda el tiempo al lado de su querido jefe creyeron que tuvo una buena vida, claro dejando de lado que lo molestaban en la escuela pero todos pensaban que Ie de verdad lo quería y velaba por su seguridad pero en realidad solo era un acto y todos lo creyeron dejando a Yoshi sufrir solo. Su jefe era demasiado para ellos, no lo merecían, había dejado ir a su hermanito para que él tuviera una vida sin esos maltratos y pudiera ser feliz. Cada vez admiraban más a Yoshi, cada día parecía haber nuevas razones por las cuales amar al dulce y amable castaño.
- Maldito idiota – dijo Reborn interrumpiendo todo el silencio que se había hecho, el quería al castaño como un hijo y al enterarse de como lo trataba su verdadero padre ahora podía entender porque Yoshi era tan serio y distante de aquel hombre que decía ser su padre pero no era más que una simple escoria que ni siquiera debió de haber nacido y no merecía a sus hijos sobre todo al castaño.
- Lo voy a matar de una manera lenta y dolorosa – dijo Kyo sacando sus tonfas, las cuales eran sus armas y era experto en repartir golpes mortales con ellas.
Giotto rio divertido al ver las caras de todos los guardianes de su hermano, quienes lo miraron molesto aunque se quedaron sorprendidos al ver como brotaban lágrimas de esos ojos.
- Gracias por querer a mi hermano, por quererlo realmente por quien es – les dijo Giotto entre sollozos limpiando sus lágrimas
Todos sonrieron, esos hermano realmente lo quieren por quien es – les dijo limpiando sus lágrimas a lo que todos sonrieron con ternura
- ¿Ahora que encontramos al señor Giotto qué haremos? – preguntó Haya confundido, había hecho lo que su jefe les había pedido pero no encontraron muchas pistas de su partido ni de donde estaba en ese momento.
- Yoshi dejó esto antes de desaparecer, ni yo se lo que está escrito ahí – les dijo Giotto mientras le entregaba un sobre blanco a Reborn, quien frunció el ceño
Reborn se aclaró la garganta para comenzar a leer la carta que les había
Felicidades chicos.
Encontraron a mi hermano y conociéndolo les habrá contado acerca de nuestra infancia, no voy a mentirles fue un tiempo duro, un niño no debe de crecer a base de golpes pero fue algo que a mi me formo y me ayudo a ser quien soy hoy en día. No quiero que le hagan nada a Ie, Giotto ya sabe que hacer con él. Recuerden nosotros los cielos podemos ser lo más puros y amables pero también podemos ser el mismísimo diablo y no nos contenemos con nuestros enemigos y Ie se convirtió en el enemigo que más odiamos y debe de pagar por sus pecados.
Yo no volveré en unos años, las cosas no son tan sencillas ahora por lo que se quedarán al cargo de Giotto, así es hermanito, necesito que los cuides por mi en este tiempo que no este, solo puedo confiar en ti para esto aunque puedes pedir la ayuda de Xanx y Dino, son unos idiotas pero sabrán que hacer. Chicos espero que ayuden a Giotto y a sus guardianes ya que él también tiene la llama del cielo y por ende tiene a otros que lo protegen como ustedes a mí. Por el momento ellos serán la imagen de Vongola, necesito que lo apoyen.
Kyo, mi amado. ¿Recuerdas aquella hermosa noche donde decidimos dejar salir todos nuestros sentimientos y amarnos de esa manera tan única? Esa noche dio frutos, sé que es difícil y te lo explicaré pero cuando regrese no lo haré solo y nuestro pequeño o pequeña te conocerá, al grandioso padre que tiene. Te amo con toda mi alma mi amada nube.
Chicos se que es mucho pedir pero por favor esperen mi regreso. Los quiero.
Reborn, tú eres mi verdadero padre, te considero de esa manera.
Yoshi Di´Vongola.
Reborn terminó de leer la carta viendo a los demás chicos, los cuales estaban realmente sorprendidos por la buena noticia que les había dejado su jefe. La onceava generación ya estaba en camino y les dolía no poder estar con su amado cielo en todo el proceso. Kyo estaba desesperado, solo quería encontrar al amor de su vida y ver a su hijo crecer en el vientre del castaño para después verlo nacer.
Las lágrimas no tardaron en correr por sus mejillas, se sentía demasiado feliz e impotente al mismo tiempo.
Giotto sonrió con ternura y se acercó a su cuñado para envolverlo entre sus brazos dándole el consuelo que necesitaba.
- Se que es difícil Kyo pero estoy seguro de que a Yoshi no le gustaría verte de esta manera. Recuerda que él no hace las cosas sin una razón y sé que quisiera que estuvieras a su lado en todo este proceso pero debe de tener un plan, siempre lo tiene – le dijo Giotto mientras se separaba del otro
- Me duele saber que lleva a mi hijo o hija y no podré estar a su lado para cualquier cosa que necesite
- Él volverá y serán la familia que siempre estuvieron destinados a ser – le dijo viendo a los demás que le sonrieron
- Ya lo escucharon, Yoshi quiere así las cosas así que nosotros también tenemos cosas que hacer. No podemos defraudar a mi tonto hijo – les dijo Reborn con una ligera sonrisa adornando su rostro
Todos asintieron con determinación, haría lo que su jefe les había confiado y cuando regresara lo recibirían con los brazos abiertos junto al heredero o heredara.
- Ie será castigado por cada uno de ustedes y por supuesto por mí, estuve mucho años planeando esto – les dijo Giotto transformando su hermosa sonrisa en una bastante terrorífica
Los chicos no podían creer lo que acababan de escuchar lo que Giotto acaba de decirle, toda el tiempo al lado de su querido jefe creyeron que tuvo una buena vida, claro dejando de lado que lo molestaban en la escuela pero todos pensaban que Ie de verdad lo quería y velaba por su seguridad pero en realidad solo era un acto y todos lo creyeron dejando a Yoshi sufrir solo. Su jefe era demasiado para ellos, no lo merecían, había dejado ir a su hermanito para que él tuviera una vida sin esos maltratos y pudiera ser feliz. Cada vez admiraban más a Yoshi, cada día parecía haber nuevas razones por las cuales amar al dulce y amable castaño.
- Maldito idiota – dijo Reborn interrumpiendo todo el silencio que se había hecho, el quería al castaño como un hijo y al enterarse de como lo trataba su verdadero padre ahora podía entender porque Yoshi era tan serio y distante de aquel hombre que decía ser su padre pero no era más que una simple escoria que ni siquiera debió de haber nacido y no merecía a sus hijos sobre todo al castaño.
- Lo voy a matar de una manera lenta y dolorosa – dijo Kyo sacando sus tonfas, las cuales eran sus armas y era experto en repartir golpes mortales con ellas.
Giotto rio divertido al ver las caras de todos los guardianes de su hermano, quienes lo miraron molesto aunque se quedaron sorprendidos al ver como brotaban lágrimas de esos ojos.
- Gracias por querer a mi hermano, por quererlo realmente por quien es – les dijo Giotto entre sollozos limpiando sus lágrimas
Todos sonrieron, esos hermano realmente lo quieren por quien es – les dijo limpiando sus lágrimas a lo que todos sonrieron con ternura
- ¿Ahora que encontramos al señor Giotto qué haremos? – preguntó Haya confundido, había hecho lo que su jefe les había pedido pero no encontraron muchas pistas de su partido ni de donde estaba en ese momento.
- Yoshi dejó esto antes de desaparecer, ni yo se lo que está escrito ahí – les dijo Giotto mientras le entregaba un sobre blanco a Reborn, quien frunció el ceño
Reborn se aclaró la garganta para comenzar a leer la carta que les había
Felicidades chicos.
Encontraron a mi hermano y conociéndolo les habrá contado acerca de nuestra infancia, no voy a mentirles fue un tiempo duro, un niño no debe de crecer a base de golpes pero fue algo que a mi me formo y me ayudo a ser quien soy hoy en día. No quiero que le hagan nada a Ie, Giotto ya sabe que hacer con él. Recuerden nosotros los cielos podemos ser lo más puros y amables pero también podemos ser el mismísimo diablo y no nos contenemos con nuestros enemigos y Ie se convirtió en el enemigo que más odiamos y debe de pagar por sus pecados.
Yo no volveré en unos años, las cosas no son tan sencillas ahora por lo que se quedarán al cargo de Giotto, así es hermanito, necesito que los cuides por mi en este tiempo que no este, solo puedo confiar en ti para esto aunque puedes pedir la ayuda de Xanx y Dino, son unos idiotas pero sabrán que hacer. Chicos espero que ayuden a Giotto y a sus guardianes ya que él también tiene la llama del cielo y por ende tiene a otros que lo protegen como ustedes a mí. Por el momento ellos serán la imagen de Vongola, necesito que lo apoyen.
Kyo, mi amado. ¿Recuerdas aquella hermosa noche donde decidimos dejar salir todos nuestros sentimientos y amarnos de esa manera tan única? Esa noche dio frutos, sé que es difícil y te lo explicaré pero cuando regrese no lo haré solo y nuestro pequeño o pequeña te conocerá, al grandioso padre que tiene. Te amo con toda mi alma mi amada nube.
Chicos se que es mucho pedir pero por favor esperen mi regreso. Los quiero.
Reborn, tú eres mi verdadero padre, te considero de esa manera.
Yoshi Di´Vongola.
Reborn terminó de leer la carta viendo a los demás chicos, los cuales estaban realmente sorprendidos por la buena noticia que les había dejado su jefe. La onceava generación ya estaba en camino y les dolía no poder estar con su amado cielo en todo el proceso. Kyo estaba desesperado, solo quería encontrar al amor de su vida y ver a su hijo crecer en el vientre del castaño para después verlo nacer.
Las lágrimas no tardaron en correr por sus mejillas, se sentía demasiado feliz e impotente al mismo tiempo.
Giotto sonrió con ternura y se acercó a su cuñado para envolverlo entre sus brazos dándole el consuelo que necesitaba.
- Se que es difícil Kyo pero estoy seguro de que a Yoshi no le gustaría verte de esta manera. Recuerda que él no hace las cosas sin una razón y sé que quisiera que estuvieras a su lado en todo este proceso pero debe de tener un plan, siempre lo tiene – le dijo Giotto mientras se separaba del otro
- Me duele saber que lleva a mi hijo o hija y no podré estar a su lado para cualquier cosa que necesite
- Él volverá y serán la familia que siempre estuvieron destinados a ser – le dijo viendo a los demás que le sonrieron
- Ya lo escucharon, Yoshi quiere así las cosas así que nosotros también tenemos cosas que hacer. No podemos defraudar a mi tonto hijo – les dijo Reborn con una ligera sonrisa adornando su rostro
Todos asintieron con determinación, haría lo que su jefe les había confiado y cuando regresara lo recibirían con los brazos abiertos junto al heredero o heredara.
- Ie será castigado por cada uno de ustedes y por supuesto por mí, estuve mucho años planeando esto – les dijo Giotto transformando su hermosa sonrisa en una bastante terrorífica
Los chicos no podían creer lo que acababan de escuchar lo que Giotto acaba de decirle, toda el tiempo al lado de su querido jefe creyeron que tuvo una buena vida, claro dejando de lado que lo molestaban en la escuela pero todos pensaban que Ie de verdad lo quería y velaba por su seguridad pero en realidad solo era un acto y todos lo creyeron dejando a Yoshi sufrir solo. Su jefe era demasiado para ellos, no lo merecían, había dejado ir a su hermanito para que él tuviera una vida sin esos maltratos y pudiera ser feliz. Cada vez admiraban más a Yoshi, cada día parecía haber nuevas razones por las cuales amar al dulce y amable castaño.
- Maldito idiota – dijo Reborn interrumpiendo todo el silencio que se había hecho, el quería al castaño como un hijo y al enterarse de como lo trataba su verdadero padre ahora podía entender porque Yoshi era tan serio y distante de aquel hombre que decía ser su padre pero no era más que una simple escoria que ni siquiera debió de haber nacido y no merecía a sus hijos sobre todo al castaño.
- Lo voy a matar de una manera lenta y dolorosa – dijo Kyo sacando sus tonfas, las cuales eran sus armas y era experto en repartir golpes mortales con ellas.
Giotto rio divertido al ver las caras de todos los guardianes de su hermano, quienes lo miraron molesto aunque se quedaron sorprendidos al ver como brotaban lágrimas de esos ojos.
- Gracias por querer a mi hermano, por quererlo realmente por quien es – les dijo Giotto entre sollozos limpiando sus lágrimas
Todos sonrieron, esos hermano realmente lo quieren por quien es – les dijo limpiando sus lágrimas a lo que todos sonrieron con ternura
- ¿Ahora que encontramos al señor Giotto qué haremos? – preguntó Haya confundido, había hecho lo que su jefe les había pedido pero no encontraron muchas pistas de su partido ni de donde estaba en ese momento.
- Yoshi dejó esto antes de desaparecer, ni yo se lo que está escrito ahí – les dijo Giotto mientras le entregaba un sobre blanco a Reborn, quien frunció el ceño
Reborn se aclaró la garganta para comenzar a leer la carta que les había
Felicidades chicos.
Encontraron a mi hermano y conociéndolo les habrá contado acerca de nuestra infancia, no voy a mentirles fue un tiempo duro, un niño no debe de crecer a base de golpes pero fue algo que a mi me formo y me ayudo a ser quien soy hoy en día. No quiero que le hagan nada a Ie, Giotto ya sabe que hacer con él. Recuerden nosotros los cielos podemos ser lo más puros y amables pero también podemos ser el mismísimo diablo y no nos contenemos con nuestros enemigos y Ie se convirtió en el enemigo que más odiamos y debe de pagar por sus pecados.
Yo no volveré en unos años, las cosas no son tan sencillas ahora por lo que se quedarán al cargo de Giotto, así es hermanito, necesito que los cuides por mi en este tiempo que no este, solo puedo confiar en ti para esto aunque puedes pedir la ayuda de Xanx y Dino, son unos idiotas pero sabrán que hacer. Chicos espero que ayuden a Giotto y a sus guardianes ya que él también tiene la llama del cielo y por ende tiene a otros que lo protegen como ustedes a mí. Por el momento ellos serán la imagen de Vongola, necesito que lo apoyen.
Kyo, mi amado. ¿Recuerdas aquella hermosa noche donde decidimos dejar salir todos nuestros sentimientos y amarnos de esa manera tan única? Esa noche dio frutos, sé que es difícil y te lo explicaré pero cuando regrese no lo haré solo y nuestro pequeño o pequeña te conocerá, al grandioso padre que tiene. Te amo con toda mi alma mi amada nube.
Chicos se que es mucho pedir pero por favor esperen mi regreso. Los quiero.
Reborn, tú eres mi verdadero padre, te considero de esa manera.
Yoshi Di´Vongola.
Reborn terminó de leer la carta viendo a los demás chicos, los cuales estaban realmente sorprendidos por la buena noticia que les había dejado su jefe. La onceava generación ya estaba en camino y les dolía no poder estar con su amado cielo en todo el proceso. Kyo estaba desesperado, solo quería encontrar al amor de su vida y ver a su hijo crecer en el vientre del castaño para después verlo nacer.
Las lágrimas no tardaron en correr por sus mejillas, se sentía demasiado feliz e impotente al mismo tiempo.
Giotto sonrió con ternura y se acercó a su cuñado para envolverlo entre sus brazos dándole el consuelo que necesitaba.
- Se que es difícil Kyo pero estoy seguro de que a Yoshi no le gustaría verte de esta manera. Recuerda que él no hace las cosas sin una razón y sé que quisiera que estuvieras a su lado en todo este proceso pero debe de tener un plan, siempre lo tiene – le dijo Giotto mientras se separaba del otro
- Me duele saber que lleva a mi hijo o hija y no podré estar a su lado para cualquier cosa que necesite
- Él volverá y serán la familia que siempre estuvieron destinados a ser – le dijo viendo a los demás que le sonrieron
- Ya lo escucharon, Yoshi quiere así las cosas así que nosotros también tenemos cosas que hacer. No podemos defraudar a mi tonto hijo – les dijo Reborn con una ligera sonrisa adornando su rostro
Todos asintieron con determinación, haría lo que su jefe les había confiado y cuando regresara lo recibirían con los brazos abiertos junto al heredero o heredara.
- Ie será castigado por cada uno de ustedes y por supuesto por mí, estuve mucho años planeando esto – les dijo Giotto transformando su hermosa sonrisa en una bastante terrorífica
Los chicos no podían creer lo que acababan de escuchar lo que Giotto acaba, si.