FENÓMENO

1396 Words
Jamie Casillas Casi no puedo dormir en toda la noche, y es que los besos de la bruja me hicieron alucinar, me levanto en temprano para preparar a mis hijas, mi madre me ayuda, pero es mi responsabilidad no de ella, siempre he sido independiente, pero jamás podre llenar la ausencia de su madre. Pensar en ella ensombrece mis pensamientos me hizo sentir miserable y poca cosa durante mucho tiempo, se caso conmigo solo porque sus padres no aceptaron al tipo, después él se caso con otra mujer. –Papi ¿Cuándo viene la bluja otra vez?.– –No lo sé, es una persona ocupada.– Le explico mientras tomo un sorbo de mi café caliente –¡Quiero que ella sea mi mama! .–Grita haciéndome ahogar con el café –¿Estás bien?.– Pregunta mi madre, dándome palmadas en la espalda. –Danielle, ella no es tu mamá.–Le explico no quiero que se ilusione con alguien tan contradictorio como ella, es tan amargada. –Entonces tú tampoco eles mi papá.– Me señala haciéndome muecas con la cara. –Dani no seas, así con papá, el no lo merece.– Le reprende Isabella Mi madre entra, en ese momento viéndonos discutir, mi hija no me respeta –Nena si sigues discutiendo no te llevo al parque esta noche.– Le amenazo –¿Yo si voy?.– Pregunta preocupada Isabela –Claro cariño.– Respondo yo –Si clis no viene, yo tampoco quielo ir.– Me informa tomando un peluche que tenia sentado en la mesa del comedor y sale con la barbilla alzada hacia las escaleras –¿Adonde crees que vas?.– Cuestiono –Yo no voy a escuela, no voy a palque, ni voy contigo sin clis.– Repica señalándome con el índice. Subo, a cambiarme la camisa, y la chaqueta ya que quedaron arruinadas con el café, entro a la habitación de mi hija, la alzo y la llevo cargada sobre mi hombro, ella tiene expresión obstinada en la carita y la boca como una línea –Nos vemos en la noche ma.– Me despido de mi madre y Isabella camina a mi lado sin importarle los berrinches de la pequeña, es normal para nosotros. –¿Qué tiene de malo que yo quiela tenel una mamá.– Me pregunta con los ojos llorosos, es tan testaruda. –Cuando esté listo, la tienes.– Le explico –Es que tu no la necesitas, la necesitamos nosotlas ¿velda isabella?.– –Si, y queremos que sea Cristina papá.– Me dice dejándome mudo, ellas sonríen con expresión triunfadora y yo volteo los ojos. –No sé, si ella desee ser su mamá.– Les aclaro, para que no se sigan haciendo ilusiones. –No podrá resistirse, a nuestros encantos.–Explica segura Isabella y su hermana asiente desde su asiento de bebe. –Son una pequeñas brujas– Me burlo. –Las mejores pa, ella va caer ante nosotros tres.–dice determinada. –Te amo papi, a ti te va a quelel mucho, le voy a decir qeu eles un plincipe– informa Danielle lanzandome besitos a traves, de espejo retrovisor, sabe que la veo. Las dejo en el colegio, no puede ser que vean una persona dos veces y tomen esa actitud, con ellas fue amable, pero ellas no tienen idea del monstruo que es esa mujer… Estaciono y veo pasar al bufete al hombre que, fue mi némesis de toda la vida parece que paso ayer. Estaba en el primer año de secundaria, parecía un espagueti apenas traspase la puerta del aula, entro Mauro y me grito –Fenómeno.– Debido a mi heterocromía, a partir de allí use lentes oscuros ese año fue una pesadilla para mi, era tan delgado que fui presa de abuso físico y psicológico de casi todos mis compañeros, mis padres se percataron y me cambiaron de escuela, ¡gracias a Dios!, comencé a ir al gimnasio. Jamás podre olvidar su rostro, me quito los lentes es momento de dejarlos atrás. Mi madre me obligo a usar una traje a la medida, y perezco otra persona, respiro profundo y entro lentamente a mi lugar de trabajo. –¿Por Dios, Eres tu Casillas?.– Pregunta la recepcionista. –Buen día Alma.– La saludo, siguiendo mi camino hasta la oficina, que compartiré por pocos días con Cristina ella aún no lo sabe. –Por favor, mona aunque se vista de seda mona se queda.– Escucho que un hombre ofende a mi jefa, me quedo en la puerta para escuchar de que se trata... –Mauro, ¿Por qué no te vas a la mierda?.–Le pregunta ella, alzando la voz –Sabe me das lástima, te vas a quedar sola.– Se burla en ese momento entro. –Buen día cariño.– Entro dándole un beso apasionado en la boca, que no se esperaba sin embargo responde como si eso entre nosotros fuese lo mas normal del mundo, no voy a permitir que este animal le haga daño. Cuando la Suelto ella tiene la boca abierta, totalmente sorprendida de mi arrebato, respiramos agitados al separarnos,normalmente no las llevamos fatal, pero cuando nos besamos, o nos tocamos, una corriente electrica me atraviesa de pies a cabeza, es indescriptible, siempre quiero mas... –Jamie, te extrañe.– Me dice abrazándome –¿Tu quien eres y que haces en nuestra oficina tan temprano?.– Le pregunto, a Mauro obvio no podría olvidarle, pero el no lo sabe... En este momento se acaban por completo mis dudas, voy a ayudar a Cristina. –Soy el ex-esposo de Cristina ¿Sabes que ella es estéril y frígida?.– Me pregunta viéndome a la cara. –Mis hijas, son sus hijas, y en cuanto a lo último, solo lo fue contigo.–Lo enfrento viéndolo directo a los ojos. –Eres un fenómeno, por eso opinas eso.– Me dice y yo sonrió ampliamente  –¿Quieres probar los puños de este fenómeno?– Le pregunto con una sonrisa. –¿De dónde sacaste este chulo?.– Le pregunta  a Cristina. –Me carcajeo en su cara.– Este chulo, puede patearte el trasero si no dejas de molestar a mi novia y gracias por la invitación a tu boda, debe ser un evento de tu nivel.– Le digo viéndolo de arriba abajo. La verdad es que no soy superficial para nada, pero este tipo me saco de mis casillas,–Puedes cerrar la puerta al retirarte –le digo sentándome y halando a Cristina para que quede sobre mis piernas. Mauro sale dando un portazo, y Cristina me da otro beso en la boca –¡Gracias!.– Me dice con una sonrisa gigante, sus ojos estan brillante y esta tan emocionada que no se da cuenta de lo que hace, creo... –Esta noche, es nuestra noche.– Me dice y yo solo estoy confundido, si acepte el trato, si quiero tener sexo con ella, pero no estoy listo para que alguien entre en mi vida y debo aclarárselo. –Jefa, el trato será durante un mes y luego todo vuelve a ser como antes, no la quiero cerca de mis hijas.– –¿Cómo no me quieres cerca de ellas, crees que soy mala influencia?.– Dice ella levantándose de mis piernas como si estuviera molesta. –No quiero que vallas, las ilusiones y después te vallas, hacer sufrir a mis hijas innecesariamente.– Aclaro tomandola de las manos, y viéndole directo a la cara. –¿Dónde está café?.– Pregunta en tono demandante, yo volteo los ojos y la suelto. Yo murmuro, entre dientes–Ya volvió al modo bruja.– –Eso es lo que te mereces.– Me dice señalándome el pecho, con el ceño fruncido. –Independientemente, puedo ser su amiga, después de nuestra ruptura.– Me dice haciendo comillas, para que la deje acercarse a mis hijas, no entiendo que busca con eso, las niñas no son ningún juguete, no le daré la oportunidad de que las lastime. –Ellas no quieren una amiga, quieren una madre, no vas a herir a mis hijas.– Le explico mientras salgo a buscar; el café, la agenda y toda la carga laboral que implica ser asistente de una tirana.
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