Soy una Acosadora

1612 Words
Cristina Fernandez  Me despido de casillas, moviendo mis caderas de forma seductora, entro al edificio y cuando subo al ascensor ¡automáticamente una mano va a mi pecho! Tengo ganas de gritar, nunca he hecho cosas similares. Salgo del ascensor simulando compostura, entro directo a mi penthouse y en mi intimidad comienzo a saltar como una niña hiperáctiva ¡bese a casillas!  –Estoy loca – Me digo a mi misma, mi corazón late frenético, pongo música y comienzo a cantar sin ningún ritmo lo sé, al menos Camila y yo estudiamos porque cantando… los gallos se escapan y¡ no me importa! Canto loca de shakira y es que nadie podrá borrar mis raíces latinas Yo soy loca con mi tigre Loca, loca, loca Soy loca con mi tigre Loca, loca, loca Soy loca con mi tigre (Loca, loca, loca) Soy loca con mi tigre (Loca, loca, loca)  Tal vez el vecino del piso de abajo se moleste, no sé qué me pasa estoy emocionada, los besos de Casillas me dejaron muy atolondrada… Esos besos revolucionaron todo dentro de mí, el sabor de sus labios  me dejo literalmente vibrando, nunca imagine sentirme así en sus brazos, siempre me a parecido guapo, ¡pero después que descubrí su secreto, eso hermosos ojos no he dejado de soñar con él. Parezco una niña, no sé donde me llevara todo esto ¡pero agradezco a Dios estar sola en este momento!… Sé que Casillas me tiene miedo, me he encargado de intimidarlo, y es que su cercanía me ha afectado, entro al bufete solo dos meses después que yo y puso mi mundo de cabeza, siempre con disimulo le veo las nalgas, ¡me encantan sus nalgas! Sus hijas son lo más bello que he visto en mi vida, siempre tuve ese anhelo de ser madre, tal vez por este corto tiempo que le propongo simular lo nuestro, pueda vivir las experiencia ¡no entiendo como una madre puede abandonar a sus hijos! ¡no entiendo como algunas mujeres abortan! Voy a la licorera y destapo una botella de vino,  –Mi vida es tan sosa – Pronuncio viendo los lujos, de los cuales estoy rodeada, pero nada de esto me llena el corazón. Me tomo una copa, es temprano voy me baño y me alisto para salir, no pienso darle tregua a este hombre hasta que acepte mi propuesta ¡hasta que me diga que si! No me importa si me trata de bruja, si quiere una hechicera seré la mejor. Me baño y cuando estoy en el baño me toco pensando en el, doy lastima es lo más placentero que he hecho en mi vida, jamás Mauro me hizo alcanzar un orgasmo, me decía que yo era frígida, eso me tiene sin cuidado ¡porque sola los he alcanzado! Tal vez no serán tan demoledores como me cuenta mi prima Desiré pero me siento liberada.  –Jamie – Susurro con los ojos cerrados imaginando que es el quien me toca, lo veo mirándome directo a los ojos y me hace alucinar, me voy entre mis dedos y suspiro estoy aburrida de hacerme el amor yo misma. Salgo envuelta en una toalla, seco mi cabello, me visto con ropa informal jeans ajustados y rotos una franelilla y converse, seco mi cabello y me maquillo ligeramente, me veo al espejo y parezco mucho más joven, me rio al calcularme unos veintidós tal vez… Compro tres pizza familiares de varios sabores y voy a la casa de Casillas al estar al frente le marco a su teléfono  –¿Ahora qué quiere? – Cuestiona, aparentemente molesto por la interrupción constante en su vida  –¿Estas en casa? – Pregunto mordiendo mi labio inferior, son las siete de la noche ya hoy es jueves.  –¿Si por? – Pregunta intrigado, mientras yo toco la puerta Abre una despampanante peliroja y yo aprieto con fuerza las cajas, no sé porque tengo el impulso de tirarle las pizzas en la cabeza  –¿Donde está Jamie? – Pregunto tratando de relajar la mueca que quiere reflejarse en mi rostro  –Querida, Cristina bienvenida sale desde atrás mi querida “suegra” así decidí llamarla mentalmente obvio.  –Hola señora Elena – Le saludo con una sonrisa gigante en el rostro.  –Jamie está  arriba peinando a las niñas, ella es Estrella una sobrina, puedes subir. – Me dice cariñosa  –Un placer querida. – Le digo, pero pienso que tiene una cara de zorra que no le quita nadie… Ella hace una mueca simulando una sonrisa, pero no me da la mano, le caí tan mal, como ella me cayó a mí  –Tome no sabía de cual traer. – Le entrego las pizzas  –Es genial, ¡no cocinamos hoy! . –  Celebra la señora Sara y la sobrina rueda los ojos aburrida. Subo las escaleras, con una sonrisa que nadie puede borrarme de la cara, la puerta está abierta y danielle esta sentada mientras su padre la peina con cariño ¡es la imagen más adorable que es visto mi corazón se me estruja ¡que belleza de hombre!  –Bluja – Grita corriendo hasta mi  y abrazándome arruinando en trabajo de su padre.  –¿Qué hace usted aquí? – Pregunta entre dientes, esta vestido con pantalones deportivos y playera  –Extrañe a tus hijas. – Le digo con una sonrisa  –¿Te peino?. – Le pregunto yo a Danille mientras que Isabella suelta la coleta que tenia y dice . – A mi también. –  –Dure media hora peinándolas y lo arruinaron. – Se queja de forma que me parece lo más adorable  –Yo las peino no te preocupes. – Le digo ilusionada  –Voy abajo, tengo que hacerles la cena, permiso. – Me dice odioso, a lo que las niñas y yo reímos a carcajadas me siento a peinarlas, llenándome de cuentos y anécdotas me siento feliz aquí, ¿Casillas sabrá lo afortunado que es? Me pregunto mientras paseo el cepillo pos el cabello oloroso y suavesito de las niñas, le hago unos peinados con gomitas y quedan preciosas.  –Vas a tener que venir a peinarnos todos los días, mi papá no sabe mucho ¡necesita ayuda!. – Me dice Isabella –Me encantaría, peinarlas siempre.–Confieso, estoy enamorada de estas niñas, me encantan los niños, no entiendo ¿Cómo Dios no me permitió ser madre?.  –Sí y nosotras necesitamos una mamá joven, mi abu nos quiere, pero es nuestra abu, queremos alguien como tú. –  –Les prometo que vendré las veces que pueda y las peinare. – Prometo dándole un par de besos, en las mejillas charlamos divertidas y bajamos a comer.  –No puedo comer eso tía, me voy a casa. – Dice Estrella a Elena  –Pierde cuidado querida – Le dice Sara y al despedirse Estrella me hace señas de que me vigila y solo sonrió a modo de respuesta. Comemos, en un ambiente de camarería, solo que Jamie interviene poco y me mira pensativo, mientras toma su jugo de frutas.  –Es algo tarde, me voy a acostar. – Dice Sara viendo a las niñas con ojos desorbitados las avionetas entienden rápidamente y simulan tener sueño su padre se da cuenta de su jugada ¡pero se hace el loco!. Casillas queda conmigo solo en un silencio un poco incomodo se siente una tensión y no necesariamente s****l, toma un trago de jugo y me dice –Debemos hablar. –  –Eso creo. –Va a aceptar mi propuesta  –¿Me va a dejar en paz si lo hago?. – Me dice con sus preciosos ojos entrecerrados, cruzo los dedos debajo de la mesa y pronuncio con voz baja un –tal vez – Ve hacia las escaleras –Vamos a su auto, no confió en ellas. – Dice con voz baja.  –Me parece, justo. – Le digo yo mientras salimos por la puerta cierra con delicadeza y subimos a mi auto  –Ya lo arreglo ¿Qué tenía?. – Nada le dije y me golpee la frente a darme cuenta que admití mi mentira  –Si yo accedo, quiero que se mantenga alejada de mis hijas. – Me dice serio  –Porque, yo no les haré daño.–  Prometo, con los ojos brillantes de lagrimas no derramadas,  –Ellas, no se dan con todo el mundo, llega usted las ilusiona y luego se va, no quiero que sufran por la partida de alguien más. – Me dice con los ojos igual de brillantes que los míos.  –No planeo ir a ningún lugar. – Le digo sincera.  –Cuando se busque una pareja y tenga sus hijos no tendrá tiempo para ellas. – Me dice serio  –No puedo tener hijos, ese fue uno de los motivos de mi divorcio y mi ex, me mando esa invitación para lastimarme, necesito su ayuda desesperadamente. – Le confieso ya con mis lágrimas corriendo por toda mi cara.  –Tengo entonces como condición que no lastimaras a mi familia, al parecer a mi madre también le gustas. –  –Tu prima me detesta. – Le digo aligerando el ambiente  –Ella es sobreprotectora conmigo. – Me responde, él carcajeándose de forma muy varonil  –Tengo otra condición me dice viéndome directo a los ojos, con seguridad que no le había conocido nunca  –Dígame y está hecho. – Le aseguro El sonríe de forma que me llega a asustar –Una noche completa conmigo y bajo mi absoluto dominio. – Susurra ronco  –Acepto. – Suelto sin pensar en las consecuencias que esta decisión puede acarrear en mi vida.  
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