Patrick siempre ha tenido claro que el mejor día de su vida fue el día en el que nacieron sus hijos. Ellos dos porque se había comportado como un estúpido con su madre y verles tan pequeños, tan frágiles y sentirles tan suyos. Despertaron en él, el sentimiento del orgullo, quería sentirse digno de ser su padre y cualquier cosa que sus hijos hicieran lo convertían en un hombre dichoso y orgulloso, siempre.
Cuando nació Meredith, el sentimiento de protección se expandió en él, con esa pequeña, quería que tuviera la vida perfecta, una vida más feliz, más llena de amor y de aventuras que las que él o sus hijos mayores disfrutaron y Messer, el primer hijo de su esposa, le había enseñado sobre la resiliencia, para él, Patrick era un impostor, demasiado joven para ser su padre y demasiado cercano a su mamá como para ser su amigo, a los dos les costaba tener una relación hasta que poco a poco se fueron aceptando el uno al otro y amándose como lo que eran, parte de la familia del otro.
—¿De qué necesitan hablar?
—Quién embarazó a cuál pobre chica. Uhh, no nos diga que Sofía está embarazada. —pide Adam.
—A diferencia del hombre con seis hijos, nosotros sabemos usar un condón.
—Te agarraron papá—los cuatro toman asiento y Patrick corta una rebana de pastel, sus hijos sonríen porque es uno de sus favoritos y hay menos probabilidades de que su padre se enoje, el pastel está bueno.
—Los estoy esperando.
—Papá—dice Percy
—Papi—le llama Parker y él se ríe de ambos.
—¿Qué quieren?
—Bueno, yo quiero velar por el bienestar de mi hermana y quiero establecer algunas reglas sobre tu vida… s****l. —Luthor suelta una carcajada y sus nietos se miran el uno al otro, Patrick prueba el pastel e inhala.
—Ey, ey —Saludan Drake, Kyle y Zack mientras ingresan a la oficina.
—¿Aquí nadie trabaja ni toca?
—Hola—saluda su hermanita y Patrick sonríe al ver a Ada —¿Se puede pasar?
—La única persona en esta familia con educación. —Patrick se pone en pie y le da un beso y un abrazo a Ada, ella le entrega una caja con comidas calientes para él y sus hijos, Patrick le da las gracias y Zack abre otra caja con queque.
—¿También tienen algo que decirme?
—Escuchamos lo de la venta de acciones y quisimos consolarte.
—Hola, hola —Saluda Serena, saca dos botellas detrás de ella y pregunta:
—¿Tequila o contrabando que hice yo?—Todos la miran en silencio., serena preparando alcohol puede ocasionar pérdida de memoria, para el consumidor, ella se acerca a su hermano, lo llena de besos y le da un abrazo. —Es solo una mala racha, primero Mercy, ahora el negocio, la vida es una mierda, pero, tienes familia y Facundo y yo vamos a comprar las acciones de Bradford.
—¿De qué están hablando mis tíos? —pregunta Percy.
—Nada importante.
—Uhh… ¿No se los has dicho?—pregunta Drake y él niega con la cabeza, sus hijos se quedan en espera de una respuesta y es Adam quien se las da:
—Bueno, están mal económicamente, el negocio no va bien, pero, yo voy a hacerme cargo de su educación hasta que papá se estabilice. —Patrick se agarra el pecho y Percy, le da una cachetada.
—No puedes morirte, no estoy listo para ser papá de tus hijos.
—¿Papi te sientes bien? —pregunta Parker.
—Estoy CANSADO de que nada salga como quiero.
Patrick sabía que no era un infarto, pero reconocía con facilidad cuando estaba teniendo un ataque de pánico y ver sus hermanos con cara de preocupación, sus hermanas trayendo comida y su papá hablando de fideicomisos para sus hijos, era más de lo que podía soportar, no solo le dolía el pecho, sino el alma.
—Yo solo quería hablarte de usar condones, evitar una venérea y sobre todo un bebé, tienes casi sesenta —todos miran a Parker y se ríen.
—Tu papá tiene cincuenta.
—Tengo cuarenta y ocho. Puedo mantener a mis hijos, y no estoy planeando casarme con una jodida quinceañera.
—Lo mejor es que sea el mayor de edad, ya después que tenga claro que el prenupcial es un no negociable.
—No dieciocho, ni veintiocho, ni menos de treinta y cinco.
—Cuidado con las premenopáusicas, esas quedan… rapidísimo —anuncia Zack, —si no mira a Zoe, mi pequeña hija de tres años.
—Nos ha quedado claro que a tu mujer ese chiste ni un poco de gracia, porque ella no está menopáusica, está de 39 años.
—Alto riesgo. —confirma Ada, la esposa del doctor.
—Tengo negocios que atender—les informa Patrick y todos se quedan en silencio.
—Papá, ya casi va un año, si quieres hablar.
—Ustedes dos, son mis hijos, no somos mejores amiguitos, ni compañeros de tragos, somos papás e hijos, me deben respeto y alejarse de mi vida s****l por completo. Si no me tienen respeto, entonces, ténganme miedo y dejen de meterse en mi vida personal. Váyanse. Chao. ¡Los dos!
—Papá, —Dice Parker. —Mamá te dejó, nos hizo sufrir y se murió, no deberías ni guardarle luto.
—Es tu mamá, y quedamos que este era un chiste de borrachos entre hermanos—le mira Percy impresionado por la osadía.
Como siempre su mamá había tomado la ruta más dramática y dolorosa, pero al final de cuentas todos tenemos derecho a ser recordados de la forma más digna posible y la mujer que ellos encontraron encamada en la casa abandonada de sus abuelos, no era la Mercy de la sonrisa radiante y vida vibrante.
—Pues, ya estuvo, no le ves, se está encanando, arrugándose, ha perdido peso. Papá tiene cincuenta, a que echa un par de polvos o tres, y a tu edad inicia la andropausia, papá
—Chicos, su papá echa más que dos polvos, y hay viagra. Ahora, déjenle en paz antes de que los manden a la academia militar, Bye —interviene Serena, ellos le dan un beso y un abrazo a Patrick, el cual se queda con sus otros “hijitos”.
Sus hermanos esperan a que salgan sus sobrinos para darles la razón, todos asienten y su papá tiene esa sonrisa arrogante en el rostro.
—Tienen razón, no caigas en las trampas de las mujeres engatusadoras, eres un hombre rico y guapo, sexualmente potente. No dejes que te casen joven de nuevo—Le anima Zack y todos ríen, porque nadie entiende de donde sale tanta locura.
—Yo no sé si están intentando ser divertidos o unos cabrones, pero, mi mujer acaba de fallecer de cáncer pancreático, me ha dejado un mes antes para irse a morir sola como un perro, no he sido lo suficiente bueno como para que quisiera quedarse a mi lado, como para darme la confianza de cuidarla y apoyarla en sus últimos momentos. No estoy pensando en otras mujeres, y la verdad, lo único que me importa es darle de comer a mis hijos que no son conscientes de todo lo que pasa. Ustedes son adultos, son papás, hagan el favor de comportarse por una vez como gente normal.
—Es lo que les he estado diciendo. —Serena sonríe. —El contrabando lo he hecho yo.
—Papá, usa a Drake para que me ayude con lo que sea posible, Zachary ponte a trabajar, usa ese cerebro para algo y busca algo para anular esa venta, papá no puedes dejar la cabecera, no sé si pueda con esto.
—¿A dónde vas tú? —pregunta Ada mientras le ven caminar hacia la puerta.
—No sé, me voy.