La mesa del baño

952 Words
El joven se disculpó con Daniela y fue hacia el reservado en el cual vio a Aurora entrar, le pidió al mesero que les llevase una entrada de su parte, el joven decidió no interrumpir a Aurora, si ella no le había invitado era por algo, al mismo tiempo, so le dejaba con al idea de que iba de citas con otras mujeres no le haría nada de gracias. —Hola, Patrick —Le saludó Paola. —Hola. —Aurora está fingiendo no estar molesta, pero, yo estoy molesta y no salgo contigo. —Mi amiga, ha tenido un momento de confusión. —Claro, y tú te has sobado de pies a cabeza por si la confusión se disminuye. —Paola—le llama su esposo y la jala hacia su lado. —No te metas. —No me interesa caerle mal, a este paso. No serán nada para la próxima semana. —Es evidente que él debe tener una explicación —dice Pablo con los brazos cruzados y la mandíbula apretada. —Los hombres y las mujeres no podemos ser amigos con nuestras ex, aunque lo intentemos e insistamos. Aurora venía del baño cuando vio a todos sus amigos fuera del reservado discutiendo con Patrick. —Te ha besado a la fuerza, es la primera vez que te pasa y no querías hacerlo raro. —Sí, espero no sea sarcasmo. —No. —No puedo controlar a los demás, solo no le he devuelto el beso. —No me lo ha devuelto. —dice Daniela. —Hoy he tenido las mejores noticias, he bebido en la oficina y le he besado, me tomaré un café y mantendré las distancias. Aury estaba pensando qué responder cuando escucharon los gritos de Leonel. —¡No tengo todo el tiempo del mundo! No quiero un par de gemelos, eso me lo puedo comprar yo, quiero un jodido compromiso, no en forma de joyería sino en forma de papel que te permite salir del país y adoptar un bebé, quiero una familia, puedes darme una familia o no, porque si es la segunda te puedes largar. —Felices treinta y tres—gritó en respuesta Alex y todos evitaron hacer contacto con la mirada. —El señor Luthor les envía esta entrada de cortesía. —interrumpe el mesero. Leonel sale y ve a Daniela. —Estás guapísima—Le dice a Daniela — No tenían que molestarse,—se dirige al mesero.— ¿nos das una botella de tequila y nos traes ese coctel con México y j***n en un vaso. Excelente, vamos—Leonel arrastró a Patrick y a su acompañante al reservado. Todos miraron a Leonel y él siguió pretendiendo que no pasaba nada. Patrick se disculpó con el cumpleañero y tomó de la mano a Aurora, las mujeres son demasiado complicadas y con ello rencorosas. Ella le siguió para no montar la tercera escena de la noche. —¿Estás saliendo con... ese? —Pablo, no, su novia le pegó plantón. Tú eres el que llama a fijar una fecha de bodas y te besas con otra mujer. —No somos una pareja. —Lo somos para lo que conviene, y yo agradecería que fueses más discreto con tus amantes porque no me encanta el concepto de cornuda. —Aurora no necesito una mujer difícil que llore en un momento, luego finge que todo va bien, no conteste el teléfono y luego tiene un arranque de celos. —No tengo un arranque de celos, ¡estabas besándote u sobándote con otra mujer! —responde exaltada y rueda los ojos. —Dejémoslo estar. —Ahh, así planeas vivir. —Planeas seguirte besando restaurante por restaurante o se expande a otros lugares. Patrick la arrincona contra la pared y se pega junto a ella, le besa en la curva del cuello mientras una de sus manos sostiene la de ella y la otra le toma de la cintura con toda la intención de recorrer sus nalgas con sus dedos y toda su palma, ella le mira a los ojos y siente que le cuesta respirar, pero se rehúsa a ser el plato de segunda mesa de Patrick y se aparta. —Acabas de tener la lengua de alguien más en tu boca. —¿Puedes repetir: estoy celosa? —Detesto con la vida, ser una jodida cuernuda, repítete eso. Patrick le siguió al interior. Ella fue directo al baño en el cual Daniela estaba vomitando y limpiándose un poco el rostro. Aurora le pasó unas cuantas servilletas para que se secara el rostro, la mujer fue por un mesero y le pidió un bloody Marry y una botella de agua. —¿A cuál mesa señorita? —Al baño —Respondió y volvió corriendo con la mujer que estaba sentada en el suelo. —¿Qué tomaste? —Llevo toda la tarde brindando conmigo misma. La amante de mi esposo le ha pegado los cuernos públicamente y ha firmado para devolverme una de mis propiedades más queridas, y estaba muy feliz. Patrick me fue infiel con Mercy y la dejó embarazada de gemelos. Conmigo nunca lo hizo sin condón o siquiera planeó un futuro, y míralo ahora, ¿cuántos años tienes veintinueve, treinta y uno? En fin, lo quiero, es mi amigo, la única familia que me queda, pero, no hay nada de amor entre nosotros, mucho menos si te ha elegido a ti —El mesero llegó con la bebida y ella le dio las gracias, entre Aurora y el mesero le ayudaron a ponerse en pie y Daniela le ofreció una disculpa. —Yo no sabía que estaba saliendo con nadie, me disculpo, de verdad. ¿Se lo compran o no?
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