La razón

1148 Words
Aurora no estaba segura de los límites de su relación con Patrick, pero era el cumpleaños de su mejor amigo e iban a cenar en Tanoshí y… todos iban con pareja, Paola primero dijo que iba sola, pero, Nick su esposo regresó a la ciudad y ahora ella iba como el mal tercio de toda la mesa. La joven se quedó en silencio pensando si contestar o no al último mensaje de su… ¿Casi novio? Pero decidió ser valiente e ir sola, no necesita ningún hombre rescatándole y esa era una idea machista que le habían sembrado en la cabeza las novelas que leía antes de dormir. Su teléfono volvió a sonar y ella lo tomó como un mensaje de la vida. —Odio perseguir a la gente —dijo Patrick. —Ya… yo no estaba haciéndome la interesante, es solo que… ¿Estamos tomando la decisión adecuada? ¿Casarse cinco años, fácil, pero traer un bebé al mundo? ¿Qué tal si me muero? —El bebé me tendría a mí. —Ya… sí, pero, yo sé lo triste que es eso, además no sé nada de ser mamá, no sé si quiero ser mamá, ¿qué tal si soy una perra como mamá? —Las perras son protectoras con sus crías. —Establece Patrick y ella rueda los ojos. —Bien, tu papá me ha llamado y me ha preguntado por la fecha de nuestra boda, no quiere que nos escapemos, algo familiar y romántico. ¿Tú que quieres, Aurora? —¿Importa? —Es tu primera boda y puede que la última. —¿No crees que me pueda volver a casar después de ti? —pregunta indignada y Patrick se ríe. —Tal vez nos convenga mantenernos casados o te mueras. Ella no estaba comprendiendo el humor oscuro de Patrick, quien le aseguró, no planeaba matarle, solo era algo que ocurría con las esposas Luthor. —No soy tu primer esposa, nada va a pasarme. En fin, ¿qué haces más tarde? —Estoy ocupado, ¿quieres que nos veamos mañana? Viene mi hijo mayor, Messer y mi nieta, prepararé la cena, él viene a controlar que no seas una cazafortunas ni una mala madrastra. —Más familia —responde en tono de horror Patrick ríe. —Mi hijo conoce los límites. —Eres un buen papá, le llamas mi hijo, te aseguras de que esté bien y Parker y su Percy parecen adorarte. —¿Meredith? —Ella es la clásica nena de papá, ¿a que su novio no está invitado mañana? —Eres la peor madrastra del país, preocúpate por eso —Los dos rieron. —Veré si lo aguanto. ¿Vale? —Vale, nos vemos. Ella fue la primera en llegar a Tanoshi, inspeccionó las decoraciones para el cumpleaños 33 de su mejor amigo, todo se veía fantástico, Pablo Pieth le dio un beso en la mejilla. —¿Por qué estás tan guapa? —No sé, son tus ojos de amor. —Lo son, pero, me gusta verte en modo diosa. —Ay Pablo. —Ay que aburrido complementar a alguien que no cree que está guapa. —Ay, sí —Se queja Mico mientras entra con el regalo y el pastel en la mano. Paola la saluda y Pablo anuncia que le han dejado tirado, todos ríen. —Mejor para mí, no tengo cita. —Tú no estás saliendo con Patrick-papacito-Luthor. —Es complicado. Y una cena con mis amigos grita compromiso, además no calza aquí. El restaurante Tanoshí es una fusión de comida japonesa y comida brasileña, con un ritmo, una sazón y el ambiente impresionantes, siempre tenían música brasileña en vivo, incluso bailarinas, la comida era espectacular y el servicio mejor. El cumpleañero y su novio llegaron una media hora después y todos brindaron a la salud de Leonel. —¿Quién va a dar unas palabras?—todos miraron a Leo y sonrieron, porque sabía que más que una cena o un regalo, esperaba un compromiso. 33 años y con novio, era algo que no quería escuchar, ya querría ser el esposo de Alex que no se veía como esposo de nadie en realidad. Aurora vio a su amigo y observando a su novio en espera de aquella confesión y se puso en pie con la copa de champaña. —Leo, eres el mejor regalo que la vida nos ha podido dar a todos los que formamos parte de tu día a día, eres el hijo favorito, el hermano preferido, el mejor amigo para nosotras y un novio envidiable y deseable, porque además de ser sentimentalmente adecuado. Eres sexy, te ves joven y no parece que te pones bótox o te hiciste la biche —todos ríen. —Te amamos, inmensamente, yo no concibo mi vida sin ti y espero que cumplas un trillón de años más y que seas tan feliz como nos haces a cada uno de nosotros. —Aww, Aurora —Dice y se pone en pie para abrazarla. —Si llegamos a los cuarenta solteros no voy a tener sexo contigo —ella ríe y él también. —Los regalos, porque voy a ganar —anuncia Paola y se ponen a ver los regalos. Patrick entra al restaurante que su amiga adora, ella lleva un traje de fiesta, muy escarchado y corto, gracias a Dios no caía rendido por sus atributos porque definitivamente esa no es vestimenta para negociar la guardia y crianza de su bebé. —Estás guapísima. —¿Tú vienes a conversar con un cliente? —le pregunta y comienza a desanudarle la corbata, Patrick se arrolla las mangas, él pide al mesero un par de Highball para iniciar. —Patrick, gracias, gracias, gracias por lo que estás haciendo —le da un beso en la mejilla y le abraza, Patrick le devuelve el abrazo y dirige su mirada hacia la pista, ve a Aurora, con el cabello largo en ondas, un vestido anaranjado chillón ajustado y corto, está bailando y riendo con un tipo de su edad, reconoce en la pista a Paola y a Leonel, todos siguen los pasos de los bailarines. Ella también le observa, está por separarse de Daniela cuando ella le da un corto beso sobre los labios, Patrick se aparta de inmediato y niega con la cabeza. —Estoy saliendo con alguien más, Dani. ¿Qué estás haciendo? —Lo siento, no, lo siento, llevo más de un whiskey y tres tequilas. Piénsatelo bien, puedes ser mamá de mi hijo sin esperar nada amoroso o s****l de mí. Porque pienso atenderle, no va a ser el niño sin papá del playground o la actividad escolar, pero, tú y yo… no es lo mejor para ninguno de los dos. El mesero se acercó a ellos con los menús. Patrick no quería darle la razón a su familia con respecto a sus opiniones.
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