El festival de las flores (7)

2025 Words
La lluvia cae sobre el castillo y cubre las ventanas, entre esas líneas que se trazan veo figuras, como las ramas de un árbol seco que se expande hacia la tierra en lugar de hacerlo hacia el cielo. El libro de hoy me hizo llorar. El imperio de Clavelid se formó derrocando dieciocho reinos, en una misión que duró veinte años el emperador invadió, masacró y colonizó tierras de nativos, personas que vivían en cuevas, tiendas o casas en los árboles y cuyas armas no podían atravesar las armaduras de los caballeros. Y el general más condecorado, fue Maximiliano Daemonium, el general rojo, lo llamaban así porque a donde fuera, corría la sangre, sus métodos más famosos fueron envenenar el agua del río y llegar al día siguiente para recoger los cuerpos, iniciar un incendio en el bosque para separar a los pobladores y enviar a sus hombres a las aldeas vulnerables. Por sus grandes méritos un día, el emperador de Clavelid lo envió a surcar el océano y buscar nuevas tierras. Fue así como llegó al nuevo continente y continúo su guerra, tres años después un emisario del emperador llegó con noticias, como recompensa a sus logros, el emperador le entregó a mi ancestro las tierras que había conquistado. Le dio poder y lo exilió al mismo tiempo para evitar que fuera un peligro para su imperio. Ese fue el inicio de mi familia. Busque libros en la biblioteca sobre esa guerra y en todos hablan de las grandes hazañas de Maximiliano Daemonium, el libro que me dio Demián es el único que cuenta exactamente cómo sucedió, hay un sabor amargo en mi boca, quiero vomitar. Tal vez estoy enferma de la garganta, el clima es muy frío este invierno, me siento muy mal. – ¡Alteza! El libro, tengo que esconderlo – Aline, ve por el doctor. Los pisos son de madera, un pésimo lugar para vomitar. ***** El día es ruidoso, mi madre sostiene mi mano y el doctor la aparta – mamá. – Tranquila cariño, te recuperarás. Mi vista se nubla. – Espere, ¿qué pasará con su medicamento?, ella debe tomarlo todas las noches. Me dan líquidos todo el día y siempre hay personas a mi alrededor, mis padres están furiosos, escuché que el personal de la cocina fue ejecutado y siguen buscando al paciente de cólera que me contagió. No es así como imaginé pasar el invierno y en lugar de darme el medicamento, lo inyectan. Sí muero ahora, no podré ver a Demián. Cierto, Demián, ¿por qué quería verlo?, un tutor inútil, ni siquiera sé por qué estoy pensando en él. – Hija, tienes que luchar. ***** Me veo mucho más delgada, pálida y demacrada, en la parte amable, estoy viva. Carolina se sorprende al verme – te vez terrible. Robert es menos efusivo, regresa la vista a su comida y la cena transcurre en silencio, mi padre tampoco hace comentarios, mi familia siempre ha sido de esta forma. – Ahora que estás mejor podrás tomar tu medicamento, hija, sobre estos días, ¿sietes algo diferente? Mis labios están secos y el tratamiento arruinó todo en mi cuerpo – estoy muy cansada. Mi madre sonríe satisfecha – te sentirás mejor. – Ella es fuerte – dice mi padre – estará lista para la cacería del festival de las flores. La comida no tiene sabor, ya no puedo tomar bebidas con leche, ni comer mariscos, comida picante o demasiado condimentada, mi estómago es sensible y vomitar todas las noches no me hace un bien. – No tengo hambre. Adelgace mucho. Estamos en enero, Robert recién cumplió doce años y yo inicie un nuevo tratamiento, la comida es mejor, pero sí como más de lo debido todo mi cuerpo se siente caliente y mi estómago se hincha, gran parte del día me siento muy cansada, por un tiempo corto, estuve cerca de morir. David Fournier sigue buscándome con un arco en la mano y yo lo acepto, sí no tengo esa pequeña liberación, creo que me volveré loca. – Su avance es notable, alteza. Estoy mareada, mi pierna se tambalea, las paredes se mueven y sí no fuera por David, habría caído al suelo – estoy bien – me suelta. Dejar de tomar el medicamento me permitió ser feliz, más de lo que jamás imaginé y también me trajo una inmensa infelicidad. Llegué al libro que habla sobre mi padre, Harold Daemonium, el gran hombre de barbilla cuadrada y cabello oscuro que toca mi cabeza con la misma mano con la que mató al antiguo virrey de Darlack y obligó a su hijo a inclinarse y besar sus botas, el hombre que dicto la excepción de la nobleza. Son las familias de bajos recursos quienes pagan impuestos porque así lo dictó mi padre, ese fue el movimiento con el que derrotó a mi tío Salomón y se convirtió en el príncipe heredero, y año con año, miles de trabajadores se suicidan en sus hogares porque no pueden pagar el impuesto de vida. Y el tráfico de mujeres traídas de Darlack, mi abuelo lo inició y mi padre lo hizo exento de impuestos. Esa es mi familia. – Demián, ¿por qué me hiciste esto? Yo estaba bien sin saberlo. El cielo está muy nublado, las nubes negras se arremolinan en el horizonte muy rápidamente y David se acerca para decirme que debemos irnos – me quedaré. Gracias a los dioses por la lluvia, son la forma perfecta de ocultar mis lágrimas. ***** Es la primera vez en mucho tiempo que veo al prometido de Carolina, está aquí por su cumpleaños, Drake Bossel, hijo del virrey de Darlack, nieto del hombre a quien mi padre asesinó y futuro esposo de mi hermana. Desde que aprendí su historia siento una gran curiosidad, quiero saber si guarda resentimiento por la muerte de su abuelo y la esclavitud de su pueblo, sí ama a mi hermana o está siendo obligado a casarse. Su mirada gira – alteza – hace una leve reverencia. Quiero disculparme por la intromisión, pero soy una princesa, no debo olvidar mi posición, no importan mis lecturas, soy una Daemonium – mi hermana termina de alistarse, ella vendrá en un momento. Él asiente y permanece de pie con las manos en la espalda y una postura firme. – En unos años seremos familia, ¿qué le gusta de mi hermana? Gira los ojos hacia mí y regresa la mirada al frente – la princesa Carolina es muy autentica, es un privilegio para el territorio de Darlack tenerla. No es lo que pregunté – y usted, ¿qué piensa de ella?, en verdad. – Alteza, cualquier rumor que haya escuchado con gusto lo desmentiré, las intenciones de nuestro territorio no son más que darle a la princesa el lugar que le corresponde. De nuevo, eso no fue lo que pregunté y no importa cuántas veces lo pregunte, él no me responderá con la verdad porque piensa que lo estoy poniendo a prueba – me tranquiliza escucharlo. Carolina entra a la habitación usando un vestido café y sonríe – Vi, no sabía que estabas aquí, hoy haremos algo muy divertido, ¡ven conmigo!, le preparé una sorpresa a mi prometido – tiene esa sonrisa, cualquiera que sea la sorpresa, incluye sangre. Caminamos por el jardín a poca distancia de nuestras doncellas y guardias, Drake también camina detrás de nosotras, nos dirigimos a ese mismo lugar donde Robert entrenaba con Demián, solo que esta vez no veo su figura alta blandiendo una espada sino a una mujer atada a un poste. La piel de Drake Bossel se ha vuelto pálida y sus labios tiemblan. Carolina me suelta para girar en el jardín mostrando el vuelo de su vestido – ¡taran!, ¿qué les parece mi sorpresa? – sonríe abiertamente – los guardias encontraron a esta mujer tratando de robar y descubrieron que nació en Darlack, esto realmente le da una mala imagen a nuestra unión, nadie quiere tener ladrones, debemos terminar con esa mala espina y por eso – levanta el arco preparado y lo extiende hacia Drake – es mi sorpresa, te daré el honor. Hay una gota de sudor bajando por la frente de Drake. – ¿Qué robo? – si quiero proteger mis emociones, no debería estar hablando – me interesa conocer la magnitud de su descaro, ¿qué fue lo que robo? – Yo qué sé, Thomas. – Alteza, la mujer entró a una panadería y trató de llevarse una hogaza de pan sin pagar. – ¡Ahí lo tienes!, es una ladrona. ¡Pan!, esta mujer va a pagar con su vida porque robo pan, el costo es de apenas una moneda, mi hermana está comparando la vida de una nativa de Darlack con la denominación más baja existente en nuestro reino. – Alteza, mis habilidades con el arco no son muy buenas, me temo que no podría darle una muerte rápida. Carolina sonríe – eso es aún mejor, te lo mostraré – toma la primera flecha y la dispara sin mirar, se escucha un gemido cuando el brazo de la mujer es atravesado – lo vez, es mejor si mueren lento – toma otra flecha y la clava en su hombro. Drake da grandes zancadas y toma el arco, la mujer está llorando y él dispara una única flecha a su corazón. – Tus habilidades son bastante buenas – dice Carolina y acaricia el hombro de su prometido – fue lindo, ¿cierto?, puedes decirlo – pasa las manos sobre su pecho – a mí, me encanta – sujeta su cuello y tira hacia ella para besarlo, la parte agresiva en ese beso, es mi hermana. ¡Esta no es Carolina!, no es su forma de ser, ella nunca haría algo como esto si no tomara el medicamento, pero si le digo que toda su personalidad es causada por el té que mamá le da cada noche, no sé lo que haría. En esta familia, no importa lo que haga o no haga, terminaré ensuciada, porque lo que hay bajo la hierba que pisamos no es tierra, es sangre. – Deja, mi hermana está aquí, Vi, no mires. – Hermana, iré a mi lectura – doy la vuelta. La mirada en el rostro de Drake Bossel era aterradora, si dejo que se casen así, los dos sufrirán, y si digo la verdad podría poner en peligro todo. Demián sabría qué hacer, yo solo se esconderme detrás de los libros que dejó atrás, entre estos muebles, fingiendo que no puedo ver, ni escuchar, ni sentir. Esta inseguridad, el temor, la zozobra y el dolor en mi pecho que se vuelve incesante, si tomara el medicamento, todo sería más fácil, si me rindiera y dejara que una droga controlara mi vida, dejaría de tener miedo. Y dejaría de amar a Demián. – Tú, bastardo, más te vale que regreses. Faltan dos meses para el festival de las flores, podré verlo de vuelta. – ¡Dime, que sentirme como basura ha valido la pena! ***** Mi corazón late a un ritmo alarmante y mi pecho se agita, mis manos tiemblan, es el sexto vestido que me pruebo, nada me queda, me veo gorda con todo y mi cabello no se arregla. Y mis uñas son un desastre. Debí estar lista hace horas – ve al salón y ve cuántos invitados hay, no regreses hasta que hayas memorizado a todos. – Si, alteza. Llegará, lo prometió, él llegará. Siento que mi corazón se saldrá de mi pecho y mi cuerpo se siente pesado. ¡Ya comenzó!, los lirios dorados brillan en el jardín, es el momento, sujeto el marco de la ventana y bajo con cuidado sin que alguien me vea, es como si flotara, no tengo miedo, estoy anticipando. Los latidos de mi corazón retumban en mi cuello y mi piel se eriza, nubes negras cubren el cielo y veo el gran árbol, si mirara atrás solo vería oscuridad – a través del camino de luces, bajo las ramas del gran árbol, en un mundo que existe solo para nosotros. He vivido para este momento por siete meses. Crujido*
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