El festival de las flores (5)

2037 Words
Ya sabía que pasaría, pero de todas formas salí de mi habitación, di cuatro pasos. – Alteza. Y me descubrieron, hice esto por tres noches seguidas sin que nadie me viera porque lo hacía en el cambio de turno y hoy, una noche después del festival, antes de poner un pie sobre la hierba, los guardias me detuvieron. Debí quedarme en mi habitación. Ya es tarde, mi padre viste su pijama y mi madre se ve molesta. – ¿Qué hacías a esta hora fuera de tu habitación? La verdad me meterá en problemas – vi un conejo y quise practicar. – ¿Practicar qué? – continúa mi madre. – Cacería. La expresión de mi madre se relaja – tienes todo el día para eso, el aire frío de la madrugada te hará daño. Mi padre ríe y camina hacia mí para poner la mano sobre mi cabeza – Carolina dijo que estabas muy entusiasmada, el año entrante podría tener dos ayudantes. No me imagino mostrando mis banderas en el festival de las flores – no me interesa ese tipo de cacería, los rebeldes son sucios, quiero cazar un oso – tengo miedo, por favor, papá, no me envíes a matar un oso. Mi padre muestra una expresión orgullosa – así será, pero no denigres a los rebeldes, después de que mates al primero, descubrirás que no hay emoción que se le compare. Amo a mi familia, ellos no son malas personas, defienden su reino, tienen que ser crueles, todos asesinan, mis padres simplemente lo hacen a la luz del día, no quiero verlos como asesinos, ellos, son mi familia. Mi madre me sonríe – me asustaste esta vez, vuelve a tu habitación y descansa, mañana iniciarán tus clases de arquería, tu padre contratará al mejor profesor, ¿no es así? – Sin falta, cariño. – No quiero a un anciano enseñándome – finjo apatía – mi hermano tiene a dos aprendices de caballero a su lado, uno de ellos estaría bien, el abuelo los eligió, su lealtad no puede ser puesta en duda. Mi madre asiente – podría ser, veo que en verdad lo pensaste, me tenías preocupada, vamos, dale las buenas noches a tu padre, te acompañaré a tu habitación. – Buenas noches, papá. Eso no fue sencillo y pagaré por ello, no me interesa la arquería y no quiero matar un oso, son bestias aterradoras, antes de que una de mis flechas acierte, me matará, ¿en qué estaba pensando?, ¿por qué hice algo tan tonto?, debí quedarme en mi habitación, ¡tonta!, ¡boba! ¡Aaaaaaaah! ¡Tener emociones, apesta! Pero, por lo menos valió la pena, mañana veré a Demián. ***** No valió la pena. – Alteza, él es David Fournier, su instructor de arquería. Mi hermano Robert tiene dos aprendices de caballero a su lado, dos, solo dos, una probabilidad del cincuenta por ciento, como lanzar una moneda y eligieron al equivocado. – No me gusta. – Alteza. – ¿Qué es lo que no le gusta? – pregunta David. – No necesito una razón. Él frunce el ceño, camina hacia la mesa donde está el arco, toma una flecha, mantiene contacto visual conmigo y dispara, yo miro hacia la diana, dio en el blanco, y apenas y lo miró. Es bueno, demasiado para su edad, pero no es Demián. – Sigue sin gustarme. – Dos semanas – insiste – alteza, deme dos semanas, si después de ese tiempo no aprende a sostener un arco y acertar a la diana, me retiraré sin objeciones. Tiene orgullo y es bastante hábil, pero no estoy aquí para aprender a disparar una flecha, sino para ver a Demián – no estoy obligada a aceptar tus condiciones. Baja la cabeza – si en verdad desea aprender, es sentido común buscar al mejor. No se me ocurrió preguntarle a Demián si tenía habilidades con el arco porque esta idea surgió después, si cambio de opinión ahora parecerá que no estoy interesada en la cacería y ya no podré usar esa escusa – de acuerdo, tienes dos semanas. – Alteza, tengo otra condición. – ¿Otra?, ¿te atreves? – Usted debe tener voluntad para aprender, de otra forma, será imposible para mi enseñarle. Robert tiene dos aprendices y me enviaron al idiota, ¿qué tan difícil era enviar al apuesto?, el de los ojos azules y hoyuelos, pero no, Robert tiene el lindo y yo qué tengo, al estricto. ¡Maldito arco! ***** Terminó la primavera, no he vuelto a ver el árbol, tampoco he podido ver a Demián. Algunas veces, mientras camino por los pasillos finjo perderme y atravieso el jardín trasero justo en la hora en que Robert entrena, Demián es su compañero de esgrima, tal como pensé, David Fournier es el mejor usando un arco y Demián Kourand es el mejor con la espada y los cuchillos. Su estilo es moderado, mi hermano es muy pequeño, apenas puede mantener la postura correcta y Demián le tiene mucha paciencia. Esa es la única vez que puedo verlo y no puede ser todos los días, tengo que ser discreta, es solo, que es muy poco tiempo, quiero verlo todo el día, todos los días, en silencio me pregunto cómo está, qué hace, de qué habla cuando sonríe y a dónde va cuando quiere estar solo. Aquella noche yo quería escapar y él temía hablar sobre el divorcio de sus padres, yo fui tan insensible, ni siquiera le pregunté cómo estaba o lo que pasó con su familia, ¡soy una tonta!, debí interesarme, debí decirle algo que lo hiciera sentir mejor o por lo menos hacer lo que él hizo por mí, escuchar, hay tantas cosas que pude haber hecho. Esto se llama, arrepentimiento y es una mierda. Ahora entiendo más a mi familia, apuesto a que uno de nuestros ancestros descubrió que las emociones son inútiles y que las mejores personas no las tienen, por eso creo ese medicamento para todos sus descendientes y listo, problema resuelto. Si dejara de vomitar el medicamento no me sentiría como una tonta, dejaría de sufrir por no poder verlo y esta punzada en mi pecho desaparecería, si le permitiera al medicamento hacer su trabajo, todo se solucionaría. ¿Y después qué? Todo el día me siento abrumada, ansiosa y temerosa, y a lo que más temo, es a dejar de sentir. ***** La diana tiene cinco aros, mis flechas aciertan entre el centro y el tercer círculo. Mi madre aplaude – maravilloso, estás haciendo un excelente trabajo – acaricia mi cabeza. Llevo cinco meses sin el medicamento, es extraño, porque de repente, todo me hace feliz. El aire fresco es grandioso, puedo sentir los rayos del sol sobre mi frente y estamos a un par de días de mi cumpleaños. Y en caso de que eso no baste, hoy es el día más maravilloso de todos. – Alteza, buenas tardes. Porque hoy es el primer día de mi instructor de defensa personal. – Bienvenido. Demián sonríe mostrando sus hoyuelos y yo no puedo dejar de sonreír, no entiendo por qué me tomó tanto tiempo pensar en esta estrategia, pero no importa, él está aquí, han sido tantos meses, quiero preguntar cómo está, qué ha hecho, bueno, lo observo en secreto desde abril, así que sé exactamente qué ha hecho, pero no diré eso, pensará que soy una acosadora, en su lugar seré más sutil. – Puedes comenzar la clase, tienes toda mi atención. – El rey me pidió que le mostrara a dónde debe apuntar en caso de un ataque – saca un cuchillo de la funda de su cinturón y Magnus se pone nervioso – si su atacante está frente a usted, el punto más obvio es la garganta – pone el mango del cuchillo en mi mano y la lleva hacia su cuello – coloque presión y corte de extremo a extremo, pero, si por alguna razón usted está en el suelo, apunte a la pierna, y si su atacante está a su espalda – da la vuelta y extiende sus brazos atrapándome sin llegar a tocarme – intente girar y alcanzar la axila, o si tiene la ventaja de la distancia y puede usar su arco, apunte al corazón. Esa es una frase linda, ¡apuntar al corazón! – No es fácil, porque su oponente no será un muñeco, se defenderá – gira el cuchillo y lo pone en mi mano por el lado del mango – quiere intentar lanzarlo contra la diana. Por cinco meses David Fournier me enseñó a disparar un arco y nunca estuve ni la mitad de emocionada de lo que estoy ahora, quiero lanzar este cuchillo y demostrarle que puede…, caer al suelo y enterrarse en la hierba, impresionante, ¿no?, ¿lo viste? Cubro mi boca para no reírme demasiado. – Lo hizo bien, alteza, tiene que sujetarlo de esta forma. – Cumpliré quince años en una semana – susurro y él mantiene la vista sobre la diana – en mi fiesta, invítame a bailar. El cuchillo se clava sobre la madera. Se que es imposible, pero cuando estoy con él, siento que el resto del mundo desaparece. ***** Carolina se cortó el cabello y se hizo una cuarta perforación en las orejas, se ve mucho más madura, me agrada. – Drake vendrá a la fiesta, prometió que me daría una sorpresa. Su prometido – hermana, ¿cómo es cuando estás con él? – ¿Qué quieres decir? – Me preguntaba cómo te sientes, siempre que hablas de él es como si te refirieras a un juguete. – Porque es un juguete – se encoje de hombros y de repente aparta la vista del espejo – él me parece lindo – se sienta a mi lado – tiene esa sensación, ya sabes, cuando vez un cuello y quieres cortarlo con un cuchillo. ¡Eso es horrible! – O poner un collar con una cadena, tirar y dejarlo de rodillas, siempre que veo a Drake, es lo que imagino. Mierda, eso se escucha grandioso, pero es incorrecto y Demián lo odiaría. Carolina se recarga sobre el sillón – me da la impresión de que te ha pasado, cuéntame. – No me ha pasado, solo tenía curiosidad, siempre hablas de él y estas encima suyo en todas las fiestas, debe tener algo especial. Ella toma un cojín y me lo avienta – espera a que tengas un prometido, papá te buscará un chico lindo, alguien que sepa seguir órdenes, te encantará. Lo olvidé por completo, mi prometido será elegido por mi padre. Desvió la mirada para que Carolina no vea mi expresión, estoy siendo una tonta de nuevo, Demián, tal vez ni siquiera quiera casarse conmigo. ***** Mi vestido comienza siendo blanco a la altura de los hombros, celeste sobre la cintura y azul marino al llegar a la falda, lo elegí entre muchos y me pareció perfecto, hoy es mi cumpleaños número quince, el castillo fue adornado, la música durará toda la noche y Demián, me invitará a bailar. Hoy es, la noche perfecta. – Adelante. – Alteza, su majestad está listo para escoltarla. – Voy enseguida. Mi padre espera en la habitación previa a las escaleras y me mira con un gesto de orgullo, yo tomo su mano y nos preparamos, es la primera vez que me emociono tanto por una fiesta de cumpleaños y sentirme de esta forma me hace dar gracias por elegir este camino. Aunque quiera vomitar la cena cuando la conversación se torna sombría o me sienta aterrada por la sangre que cubre los pisos de la corte, puedo soportarlo, ellos son mi familia, confío en que cada persona asesinada por sus manos, merecía la muerte. – Te vez hermosa, mi querida hija. – Tu también padre, pero no tanto como yo. Este día, necesito hacer un gran esfuerzo para no sonreír. Las puertas se abren y todos los hombres, mujeres y jóvenes de la nobleza suben la mirada, mis sentimientos respecto a las fiestas eran apáticos, eso fue hace mucho. Mientras bajo los escalones mi mirada lo busca, es una noche importante, así que Demián, espero que tengas una excusa para explicar la presencia de esa ridícula rubia colgada de tu brazo.
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