Bree: Las aventuras de un hada en apuros

Capítulo 2

—¡Listo! ¿Nos vamos?

Dice Alfrigg con una gran sonrisa, suelto una pesada respiración, estoy enfadada por lo que hizo, es hora de hablar

—¿Por qué borraste la memoria de Max?

Pone los ojos en blanco y se cruza de brazos

—Bree, ese idiota no te conviene

—¡Tú no sabes lo que me conviene, Alfrigg!

Vocifero apuñando mis manos a los costados, el elfo se acerca cauteloso tomándome por los hombros

—Bree, sabes que te estás poniendo en peligro, no le he dicho a nadie de la dama de noche, creo que quieres que sea así

—Hazme otra prueba

—Las flores de su tipo no se equivocan, lo sabes

Agacho la cabeza soltando una pesada respiración, tiene razón, no se equivocan, pero no siento gran cosa, es cierto que me gustó el beso, pero ¡Por Aine! Max estaba ebrio, yo estaba vulnerable por haber discutido horas atrás con Carling, creo que es lógico que haya cambiado de color

—No se lo digas a nadie, Alfrigg, pero no te atrevas a borrar su memoria de nuevo o te las verás conmigo

—¿Me estás amenazando?

—Es una promesa, debes entender que estoy lo suficientemente grande para cuidarme, no estoy enamorada, solo quiero poder rodearme de un humano que quizás me traiga beneficios

—¿Qué clase de beneficios? ¿Qué te acuestes con él?

—No seas celoso, Alfrigg, lo único que me estás mostrando en estos momentos es que eres un celoso de lo peor, además de un jodido egoísta

—¿Quién carajos te enseñó a hablar así?

—Cállate, mejor vámonos, no quiero seguir discutiendo perdiendo mi tiempo, ¿Ok?

Suspira con un gesto derrotado, estira su mano acariciando mi mejilla con sus nudillos

—Eres una chica complicada, por eso me gustas tanto

—Alfrigg, sabes que estando en estas vacaciones, por llamarlas de un modo, puede que no pase tanto tiempo contigo

—Te daré libertad, pero con la esperanza de que quieras aceptarme

Esto se pone difícil con él, espero que los dioses me ayuden a iluminarlo y no a eliminarlo

—Vamos, Alfrigg, no seas tan dramático, tú también saldrás, te divertirás con chicas, seguro ya tienes planeadas tus aventuras, no me salgas con que te has guardado para mí, porque tú y yo sabemos que no es cierto, ya te has acostado con muchas humanas

Se encoge de hombros despreocupado

—Solo una práctica para cuando llegue el momento de la verdad no fallar 

—Y así dices que los humanos son perversos

—No soy como ellos

—Juegas con chicas, eso está mal

—Está bien, dejaré de hacerlo, te daré tu libertad, pero ya no hablemos del tema, es incomodo

Hago un bailecito de celebración mientras rueda los ojos, espero que cumpla con eso de las libertades.

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—¡Simon, Crystal, ya llegamos!

Llama Alfrigg entrando a la casa, me sorprende que tenga llaves y se haya comportado como un humano usando la puerta y no atravesándolas como de costumbre

—¿Simon y Crystal?

Pregunto extrañada por los nombres, pensé que llamaría a sus hermanos, me da una sonrisa de medio lado

—Los nombres humanos de mis hermanos, el mío es Alfred

Explica y le doy una mirada incrédula

—No tienes imaginación para los nombres ¿Cierto?

Entrecierra los ojos cruzándose se brazos

—Tu solo usas Bree, creo que eres la menos indicada para juzgar un nombre

—Yo no necesito un nombre humano, el mío es perfecto, solo tomé un apellido de por ahí para pasar desapercibida   

—¿Cuál es?

—Clare, Bree Clare, suena genial ¿No?

—Eres única, Bree

—¿Alfrigg? Pensé que llegarían más tarde

Dice la rubia acercándose a nosotros, sin dudarlo, Alfrigg la abraza

—Te extrañé, hermana

—Y yo a ti, estoy cocinando, Simon llega más tarde, creo tenía que salir a comprar algunas cosas, ya sabes lo hermético que es con su vida, ¡Hola Bree!

Saluda efusiva soltando a Alfrigg para abrazarme, le correspondo, mientras que Atani es cariñosa y atenta, Edain es refunfuñón, o como dirían los humanos, un completo grano en el culo

—Hola Ata… Crystal

Se separa de mi dándome una sonrisa

—Así es, en este mundo yo soy Crystal Phillips y mis hermanos Simon y Alfred Phillips, trabajo como profesora de humanidades en la universidad Xavier

—¿Humanidades? Pero eres un elfo

Suelto confundida, ella me da una sonrisa

—Lo sé, pero es una materia fácil de impartir, por cierto, Alfrigg me dijo que planean tener unos días de experiencia humana, así que me tomé la libertad de inscribirlos en la universidad

—¡Atani!

—Crystal, hermano, Crystal

—Como sea, ¿No crees que es apresurado para Bree? No está acostumbrada a los humanos

—¿Ah no? Yo le enseñé a conducir y se llevaba muy bien con ellos

—¡¿Qué?! ¿Por qué no me dijiste nada, Bree?

—Porque sabía exactamente como reaccionarías, por eso mejor decidí callarme, ahora, Crystal, ¿Me dejarás ir a la universidad?

—¡Claro! Ya tengo todo arreglado con Simon tú y Alfrigg tomaran clases juntos para que deje su paranoia y se quede más tranquilo, pero te aseguro que te va a encantar, conocerás a muchas personas, hay mucho que puedes ver y aprender

—¡Yeih!

Grito de emoción dando saltos, le doy una rápida mirada a Alfrigg que frunce el ceño, es un aguafiestas

—Hermano, no tienes que ponerte así

—Bree no está lista para esto

—Deja esa mierda, Alfred Phillips, soy tu hermana mayor y en ausencia de mamá y papá Simon y yo tomamos las decisiones y ustedes dos irán a la universidad para que hagan algo productivo, no quiero que pase lo de la última vez que te escapaste a Las Vegas para apostar

Lo regaña mientras él hace un puchero frunciendo el ceño, yo solo exploto a carcajadas, es un niño, aunque no lo quiera aceptar y pretenda ser un adulto

—Solo quería ver

—Lo mismo quiere Bree, así que déjala, son de la edad, al igual que tú, sabe lo que hace, sabe sus consecuencias y solo ella sabrá qué camino toma, ¿Entendido?

—Si hermana  

Responde soltando una pesada respiración

—¡Al fin! Alguien que me entiende, entonces ¿Cómo es la universidad?

La curiosidad se dispara al límite, tengo un presentimiento respecto a esto, me siento extrañamente feliz, quizás pueda pasar el trago amargo que me dejó Max al no recordarme por culpa de Alfrigg.

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—Bree

—¿Si?

Pregunto, me encuentro sentada en el sofá más grande con la cabeza de Alfrigg sobre mi regazo, desde niños tiene la costumbre de quedarse así conmigo, quizás por tanta convivencia solo puedo verlo como a un hermano

—Lo siento

—¿Por?

Su pecho sube delatando que toma una profunda respiración, contiene el aire unos momentos y lo libera lentamente

—Por ser tan aprensivo, solo quiero mantenerte a salvo, recuerda lo que les ha pasado a muchas hadas por desobedecer las reglas

Paso mis dedos por el contorno de su rostro, su barba pica, es extraño no verlo con sus orejas puntiagudas, parte de tomar forma humana, aunque le va bien esta apariencia; cierra los ojos ante mi toque y sonrío

—Alfrigg, ¿Cuál es tu miedo en específico? Recuerda que al cumplir cierta cantidad de años se nos da a escoger si quedarnos o ir al mundo mortal, no creo que sea tan fatídico

—Si te decides por el mundo mortal pierdes todo Bree, luego envejeces y mueres, no quedaría nada de ti, no quisiera que terminaras así, me importas mucho

Noto como traga en seco aun sin abrir los ojos, una línea profunda surca su frente, está preocupado, puede resultar ser tierno cuando se lo propone, me acerco besando su frente

—Tonto, voy a estar bien, tú también encontrarás a alguien que te ame de verdad

—Bree, sabes lo que siento y…

—¡Sht! No digas nada, todo podría cambiar en un parpadeo, solo disfruta de los alrededores, estos días serán buenos para ambos, pero recuerda que no soy una niña, sé cuidarme

—Prometo controlarme

—Gracias, ahora, levanta tu gran trasero que quiero ir a dormir, Crystal dijo que debemos levantarnos temprano

—Crystal dice mil cosas, es como un molesto loro

—Es una gran chica, hubiera deseado una hermana como ella y no como Carling

—Sabes que Carling es así porque perdió su oportunidad en este mundo, ya no puede renunciar a ser un hada y si rompe las reglas, morirá, además de que no está muy contenta de que la hayan puesto como recolectora de las almas

—Es más fácil llamarla Banshee

—Si, pero ella odia que la etiqueten como Banshee y no como un hada, Carling es una chica muy extraña

—Una perra que se porta como ramera

—En serio que en este mundo aprendiste buenos modales

Suelta sarcástico arqueando una ceja, sonrío haciendo expresión divertida

—Conocí a algunos conductores agresivos, funcionaba para intimidar a uno que otro tipo

—Con tu apariencia adorable no intimidas, Bree

—Puedo ser ruda si me lo propongo y partirte la madre, Alfrigg

Se incorpora quedando sentado y levanta las manos en señal de rendición

—Tranquila, deja tus palabrotas para otras personas, pero en serio, luces demasiado linda como para intimidar a alguien, volviendo a Carling, siento que te tiene envidia

—¿Envidia?

—Eres la favorita de Madre, eres la hija más pequeña de Aine y la que más se le parece, fuiste elegida para reinar las plantas y tener la fuerza del bosque ¿Quieres que agregue otra cosa?

Pregunta ladeando su cabeza, tiene razón, se me otorgaron virtudes, pero estoy llena de responsabilidades en cada celebración

—En cambio Carling fue elegida por Tanit, ¿te imaginas ser elegida por la misma muerte para que trabajes para ella? Debe ser algo feo

—Buen punto, pero ¿Por qué no habrá tomado su decisión de dejar nuestro mundo y vivir aquí?

—Sabes que cada hada tiene un alma asignada, tanto en nuestro mundo como otra en el mundo humano, para cualquiera que sea su decisión y Carling quiso estar con Lugh como su amante, creyó que le daría poder y él solo la usó, cuando ella se dio cuenta se acabó el tiempo de decidir y quedó atrapada con su destino de hada

—Eso no lo sabía

—¿Qué de todo?

—Lo de Lugh

Sus labios forman una fina línea y nervioso mueve sus pulgares

—Pocos lo sabemos, yo estuve ahí cuando ella se enredó con él, le advertí y no me escuchó, trató de persuadir a Lugh, pero ya sabes cómo es, la amenazó con destruirla si insistía y la dejó sin esperanzas, desde entonces es como si estuviera vacía, sin un propósito y siempre buscando molestarte porque tú si tienes tiempo para decidir

—Ya veo, aunque debo confesarte que no sé qué decidiré

—Podrías quedarte conmigo 

—¡Alfrigg!

Llamo su atención, él me da una sonrisa

—Solo quería hacer el intento, lo siento

—No tienes remedio, debo ir a la cama

Me pongo de pie y él me imita, inesperadamente me estrecha entre sus brazos

—Quisiera poder estar contigo siempre, que me miraras como yo te miro a ti, que me amaras

Rompemos el abrazo, lo tomo por las muñecas y lo miro a los ojos, mientras los suyos reflejan ternura, puedo apostar a que yo tengo un gesto de frustración por no ser lo que él quiere o necesita, no me veo en una relación con él, con el beso que me dio fue suficiente para notar que no es a quien busco, no lo sé, quizás termine sola, pero será preferible a mentirle y lastimarnos mutuamente; Me aclaro la garganta sin apartar la mirada de él

—Alfrigg, ya hablamos de esto, por favor, el único que se está lastimando eres tú, no mereces esto, eres un gran amigo, hemos pasado por muchas cosas, pero no creo que seas mi alma predestinada, lo siento y no lo digo para romperte el corazón, solo necesito que estés abierto a que yo decidiré que hacer con mi vida, ya sea como hada o como mortal, pero no creo poder estar con el que considero un hermano

En sus ojos se refleja la decepción, cuando está por decir algo, la puerta principal se abre

—Ya vine

Simon aparece en el umbral, doy gracias a los dioses que llegó justo a tiempo para que Alfrigg no siga

—Hermano, no llegaste para cenar

Dice Alfrigg soltándose de mi agarre, Simon rodea el sillón dejándose caer sentado, es la primera vez que le pongo atención, si bien es gemelo de Crystal, en su forma humana si se notan las diferencias, es más parecido a Alfrigg, como una versión más adulta   

—Lo siento, tuve unos asuntos que atender y una cena importante, hola Bree

—Hola, bueno creo que debo subir a dormir, buenas noches

Suelto apresurada girándome en mis talones

—Bree, tenemos una plática pendiente

Dice Alfrigg en tono serio, agacho mi cabeza negando con esta, es frustrante, no digo más y me encamino rumbo a las escaleras, necesito estar en la privacidad de mi habitación, espero mis días aquí no se vuelvan una mierda.